El brunch es bastante variado, pero un poco escaso. Un ejemplo es que en la carta pone ‘huevos benedictine’ cuando en realidad te sirven uno solo. El servicio es muy atento pero necesitan más personal. Había una sola persona atendiendo a toda la sala. Los dulces y tartas que tienen en el mostrador tienen una pinta estupenda. Sin duda recomendable para tomar un café con tarta y charlar tranquilamente.