El Quinto Vino

El sitio es muy requeteguay para tomar un vino, la verdad, no me extraña que tenga este divertidísimo nombre. Concebido como una taberna rollo horror-​vacui, donde hasta el último palmo de pared tiene un cuadro colgado, el sitio es muy chiquitito. Tiene una barra y un comedor, con bastantes mesas y bastante juntas, por lo que pude ver, dividido en dos estancias. Cuando digo «mesas juntas» me refiero a rollo casa de comidas antigua, sobre todo. Bastante chulo y molón, nada horrible.
Yo soy un amante total del vino, pero viendo que tenían vermú, no me pude controlar. Sirven el vermú a la manera tradicional, esto es, en un vaso corto, poco más que un vaso de chupito, con su hielo y ya. Vermú de grifo, muy rico. También nos pusieron una tapita de embutido que no era muy grande ni hermosa, pero que nos sirvió para engañar al estómago hasta la hora de la cena.
De la cocina, situada detrás de la barra, vi partir varios platos con una pinta espectacular. Platos de cuchara, además, de esos de los que yo soy BIEN FAN. Tenían una pinta espectacular, seguro que voy a probarlos algún día.
Por cierto, el lugar tiene una iluminación que podría ser terrorífica (bien de tubos de fluorescente) pero la realidad es que los han tapado con tela e incluso parece que es una claraboya. Tiene mi aprobación.

No sé cómo será comer allí, pues fuimos sólo para tomar el aperitivo. Pero, como bar, es excelente. No paran de sacarte tapitas mientras tomas tu cerveza o vermouth. Son muy atentos y recomiendo que pidáis croquetas de jamón, pues son excelentes. Ojalá vivir más cerca para tomarme una cañita de vez en cuando.

Estuve un domingo al mediodía tomando unos vinos/​cervezas/​vermús con unos amigos y salimos encantados. Nos dieron un vasito de un caldito muy rico y nos iban sacando distintos pinchos que íbamos comiendo (tortilla, atún con tomate, cabeza de jabalí, etc…) y luego nos pedimos una croqueta para cada uno (1,60 € la unidad) para ver si realmente eran las mejores de Madrid. No sé si llegaría a calificarlas así, pero merecen la pena. La bechamel está cremosísima y son muy sabrosas. Eramos siete personas, nos pedimos entre tres y cuatro rondas y nos salió por 40 €. Salimos satisfechos y probablemente volveremos cuando estemos por la zona para probar alguna de sus tapas.

El Quinto Vino se ha convertido ya en un lugar imprescindible para visitar cuando ande por la zona de Nuevos Ministerios. A su amplia carta de vinos se une su inmejorable atención. ¡Qué majetes que son sus camareros!
Con cuatro copas de vino para dos personas nos pusieron: 2 vasitos de caldo calentito (genial para este frío), 2 pinchos de tortilla, 2 pinchos de paté de pescado, 2 pinchos con sobrasada y otros 2 pinchos de tortilla que salían en ese momento de cocina. ¡Ah! Y una cazuelita de fideuá. En total salimos por menos de 10 euros y mereció mucho la pena.
¡Suele llenarse! Si llegas antes de la hora punta, podrás acomodarte sin problemas en algún rincón. Si buscas un lugar para tomar unos vinos antes de cenar por la zona, ¡éste es el sitio!
Una curiosidad: las cosillas del Betis que tienen en sus paredes (siendo de Sevilla, me hizo mucha gracia, aún siendo sevillista).

Real food from Madrid in here, people!
Its menu is not large, but I can tell you they know how to make what they offer. If you are willing to visit a non-​touristic area in Madrid this is a good time. Besides, there are some stores around out of the jam of the city center!

Fuimos dos personas a cenar un sábado y me gustó la comida pero no creo que repita.
Se trata de una taberna decorada como tal, graciosa pero un poco incómoda. Y olía mal, algo intermedio entre retrete y humedad. Y eso para quien tenga buen olfato no tiene ninguna gracia.
Pedimos una ensalada de lentejas, salmorejo, un revuelto de cardillos y jamón y unas albóndigas. Todo bueno es verdad pero nada excepcional. Lo que más me gustó fue la ensalada porque se molestaron por ejemplo en rebajar la fuerza de la cebolla cruda y la naranja y las olivas estaban picadas finas.
Y salimos con vino (no de los caros) por treinta y tres euros persona. Un café, sin postres.
Bien, sin más.

La comida no esta mal pero es escasa y cara las jarras casi a 6 € y 13 € por una ración con 6 albondigas. Demasiado caro para lo que ofrecen.

Tasca de toda la vida. Decoracion muy buena, autentica. Servicio bueno, rapido, amable. La comida muy buena, comida de casa fuera de ella. Probe las famosas croquetas, no se si seran las mejores de Madrid ya que no soy de aqui, pero estan espectaculares.
Recomendable.

Menú del día muy bueno con platos tradicionales y en cantidades normales que no te hipotecan la tarde! Riñones, lengua estofada y el cocido de los miércoles. La alboronía también muy buena y una sopa de tomate con albahaca que probé un verano también me encantó. Y si vas a la barra tienes tapas y canapés realmente buenos. Las croquetas son de las mejores que he probado en Madrid sin ninguna duda. La ensaladilla y los callos con garbanzos también muy buenos.

Taberna castiza castiza de Madrid. Acabe en esta taberna por un señor castizo de Madrid que me llevo allí y es una habitual del local. Tapas clásicas y buenísimas, una extensa carta de vinos y unos camareros divertidos. Eso si, aunque los precios son razonables, son algo elevados. De tapas salimos por unos 25 € por persona, con vino, postre y café.
También recuerdo que tenían menú del día por unos 12 €. Recomendable si quereis sentir la esencia madrileña y comer comida casera de calidad.

Completa carta de vinos en esta taberna que, si bien está algo escondida, es bastante conocida y muy frecuentada. Tapeo algo caro, pero muy rico.
Lo mejor que he probado yo aquí son las croquetas, y además, por lo que he oído con el tiempo, tienen bastante fama entre la clientela.
Por lo demás, cuidada decoración y correcto trato al cliente en un espacio algo reducido.

Este sitio es un gran sitio para ir a comer después de los juicios si tienes. hahaha, muy cerca está de los juzgados de Plaza de Castilla.
Es cocina tradicional, y es un poco caro pero ya digo, muy a manosi tienes algún juicio de celebrar. O ahogar tus penas… buena bodega ;)

con una decoración recargada y antigua, que me recuerda a las tabernas de mi tierra. Con azulejos andaluces como los que tenia en el patio de la casa de mis padres cuando era pequeño.
Todas las paredes llenas de cuadros y vinos. Y queda claro que el dueño es sevillano por dos razones, la primera la multitud de escudos del real betis balompie que pueblan las paredes (Hasta tiene un peluchito vestido del betis) y la segunda por los carteles de cruzcampo.
A primera vista puede parecer caro, tiene tapas y raciones, aunque las tapas oscilan entre los 2 y los 4 euros (Lo normal en Sevilla es no pasar de los 2,50 euros) pero bueno. Y Las raciones de 6 para arriba.
Preguntamos si la morcilla era de arroz o de higado, y como era de arroz decidimos que no la queríamos y nos pedimos una tapa de pimiento relleno de pringá que costaba 4 euros, y dos copas de lopez cristobal (Un ribera del duero) a 2,50 cada una.
El camarero, que es lo mas cerrado (Que parece que habla para dentro vamos) nos puso dos tristes trozos de un chorizo picante que estaba buenisimo. Asi que estábamos así asa.
Pero se gano nuestros respetos cuando nos puso la tapa, que si bien nos pareció minúscula cuando nos la puso por delante… ¡Dios mio! estaba de muerte. Con pringá y queso fundido por dentro y el pimiento frito por fuera, acompañado de la salsita de la pringá, una maravilla.
La rebañamos de tal manera que casi nos comemos el plato.
total: 9 euros y mucha hambre