Éste es uno de los baretos que más me gustan de mi barrio, pues el trato es cercano y exquisito, y además es un sitio absolutamente polivalente. Me explico: aquí te puedes tomar una cervecita o vino(con tapa, y bastante buenas); puedes comer algo en plan sándwich, hamburguesa o bocata; tienen gallinejas y entresijos(también en bocata, pero lo pongo aparte porque es uno de los pocos sitios no especializados que los tienen, y bastante ricos); y, si encarta, te puedes tomar algún combinado en plan tropical, tipo mojito, daiquiri, piña colada o caipiriña, que los hacen de puta madre. Anoche volvíamos de compras y nos apeteció sentarnos en su terracita a tomarnos unas birras. Nos sacaron mogollón de tapas(desde patatas fritas y aceitunas a chorizo frito y unos patés con mermelada que estaban ricos, ricos…), y estábamos«tan agustito» que nos dio por cenar. Yo me zampé un sándwich mixto con huevo, acompañado de unas patatas fritas, todo muy bueno. Mi novia se tomó una tosta de jamón serrano con tomatito fabulosa. Aquí hay que hacer un aparte: el repertorio de tostas es reducido, sólo jamón con tomate o queso brie y salmón con queso Philadelphia, pero sin duda es de lo más recomendable en este bar. Les salen buenísimas… Los dueños de este negocio tienen también, en el local de al lado, una tienda de alimentación(«La bodeguita del Rincón»), pero eso es capítulo aparte que os contaré en otra reseña.