El Riojano

Spectacular place. High quality stuff in a unique setting that takes you back one and a half centuries. It was started in the 1850’s by the Queen’s baker. It is THE bakery to go to in Madrid, and it is located near the center of Madrid.
Every pastry is extremely good. I recommend two pastries that originated in Madrid and are extremely difficult to find outside Madrid: bartolillos and azucarillos.
The coffee and teas are very good, way better than any Starbucks.
I do not give it five stars because the service is not as good as the setting. In my five times there, I never saw the servers or the hostess smile.

Amazing little place just down the street from the Sol Station and near our B&B.
The pastries in the window are hard to miss. They beckon you.
My daughter tried a raspberry pastry and I the blueberry. Instead of taking out like we had done the day before, we relaxed back in the sirting area in the back.
Great service there with some excellent coffee and pleasant setting.

Una de las pastelerías más antiguas del centro de la ciudad, sin lugar a dudas, y todavía (a día de hoy) sigue funcionando. Me dirigí allí con el gran Andrés C., que tiene ahora mismo un proyecto que me pirra, en el que trata de buscar la palmera más rica de toda la ciudad de Madrid. Ñam, ñam, ¡no me podía resistir!
Entramos al lugar, a eso de las 18.30, y la verdad es que estaba más vacío de lo que me esperaba. Si bien el escaparate parece poco más que una pastelería chiquitísima, justo tras un biombo hay una cafetería más o menos grande, que media hora después comenzó a llenarse de señoras bien que se acercaban a tomar el té con pastas.
Pedimos un par de palmeras de chocolate y dos cafés con hielo. La palmera me encantó, la verdad: el chocolate estaba un poco cremosito, era lo suficientemente amargo como para no resultar pesado y la palmera estaba tiernísima. ¡Me sorprendió lo rica que estaba! Al salir vi que tenían otras delicias tipo torrijas, monas de pascua, tejas… ¡tengo que volver a probar más cosas!

La puerta pequeña de este comercio da paso a una de las pastelerías más típicas del centro de Madrid. Tradicional y clásica El Riojano alberga no sólo pastelería sino también cafetería donde pider disfrutar de sus dulces con un café. En su carta de bollería figura de forma permanente el roscón, ya sea con nata o sin ella. Nada más entrar parece que te transportas a otra época, quizás a principios del siglo XX. Me parece hasta el momento la pastelería más interesante que he visitado. El salón es muy largo con mucho fondo y con capacidad para muchos comensales. El escaparate, aunque pequeño, exhibe fantásticas creaciones dependiendo de la temporada. A estar cerca de Semana Santa el chocolate en diversas formas (huevis de Pascua, castillos, conejos, gallinas…) era el protagonista.
En mi proyecto personal de encontrar la mejor palmera de chocolate de Madrid, del 1 al 5 le doy un 4,2. Sabrosísima. El chocolate que la recubre se deshace en tu boca como auténtica miel. La masa del hojaldre se resquebraja con una precisión que sólo la experiencia de muchas décadas de elaborar pasteles puede otorgar. El tamaño perfecto. Ni muy grande ni muy pequeña.

Un clásico de toda la vida en Madrid, y sin embargo a mí no me convence. No le niego la calidad, pero no es de mis favoritos.

Me encanta este café y pastelería típica del centro madrileño. Desde que conozco El Riojano, hace ya varios años, se ha convertido en uno de mis sitios preferidos para desayunar. Sí, soy un aficionado a los locales con solera y éste la tiene de sobra. Fundado en 1855, su dueño original, pastelero de la reina regenta María Cristina, lo heredó a sus trabajadores, quienes a su vez dieron paso a nuevas generaciones de propietarios comprometidos con la calidad del negocio. Una anécdota curiosa es que su maravilloso y amplio mobiliario de madera fue construido ahí mismo, porque por su tamaño no hubiese cabido por la puerta.
En el salón de té se puede degustar lo mejor de su amplio repertorio, elaborado de forma artesanal. Una de las cosas que más me gusta es la forma en la que sirven las tostadas con tomate y aceite, de un tamaño uniforme, perfectamente bien cortadas, con el tomate necesario rallado en un pequeño cuenco de cristal, y el aceite en su porción individual. Siempre las acompaño con una bamba de crema pastelera, café y zumo recién hechos. También se pueden encontrar los dulces de temporada o las delicias típicas del viejo Madrid, los azucarillos, los bartolillos, las soletillas, etc. La atención en este sitio es muy cuidada, sus camareras sonríen siempre y trabajan con mucha diligencia. Hace unos días tuve un desayuno de trabajo en El Riojano que se prolongó durante horas, porque en los lugares en los que uno se siente cómodo el tiempo vuela.

Este sitio es un poco el colmo de la masificación: la primera vez que fui estaba tan abarrotado que no pudimos sentarnos tras casi 20 minutos esperando y, en esta, tuvimos suerte de que quedara libre una mesa para dos personas, porque los que eran más estaban sufriendo ante la perspectiva de tragarse una larga cola. «Tragarse una larga cola», ríete tú de las «50 sombras de Grey».
La bollería es espectacular, al menos en lo relativo a las categorías «mugis» y «hojaldre relleno de merengue y crema», que para que me llene yo la boca de merengue tras tragarme la larga cola… Ehm… Mejor intento cambiar mi tono a uno más periodístico: por contra, el café y el chocolate no son nada del otro mundo, así que te ves obligado a mojar tu dulce en ellos para lograr un efecto intermedio.
Lo que no recomiendo es que vayan grupos de más de 5 personas, porque es lo máximo que cabe en una mesa (y teniendo en cuenta que una de las personas va a sentarse en mitad de un pasillo de paso).
Si lograsen ser menos famosetes para evitar la masificación, ganarían mucho.

This place has such delicious desserts. I ordered some items I saw in the window like the yema, castana, y coco without sugar. Then, because the service was excellent, I asked if I should get anything. She cheerfully replied «yes!» and I asked for her to suggest something. She led me to the house specialty, these little lemon biscuits. I ordered 4 and went away cheerfully, snacking on sweets.

El Riojano es mi sitio favorito para desayunar o merendar en Madrid. Personalmente prefiero ir a desayunar porque por las tardes se llena hasta rebosar, especialmente los fines de semana.
Se trata de un local con mucho encanto, datado de 1855, y que conserva todo el encanto de épocas pasadas. Aunque encontramos algo de cartón piedra y fake en algunas partes de la decoración (especialmente en el salón de té, que evidencia que se trata de una ampliación que se realizó al local) toda la parte de tienda, donde podemos comprar todo tipo de dulces y pasteles, es sencillamente preciosa, con todo el mobiliario original antiguo.
Podemos encontrar todo tipo de dulces típicos madrileños y de fuera de Madrid en una de las pastelerías probablemente con la mayor calidad y variedad del centro de Madrid. De hecho surten a la Casa Real con sus productos.
El trato que he recibido en todas mis visitas de todo el personal es simplemente estupendo, siempre me han recibido con una sonrisa enorme y una simpatía y cercanía fabulosos.
Además, no sólo podemos comprar todo tipo de dulces en la tienda, también podemos pasar al salón de té y desayunar o merendar tranquilamente, en un ambiente mucho más agradable, relajado y con mucho mejor servicio que la abominable Mallorquina de Sol, siempre llena de ruido, gente y con camareros bordes y lentos, las camareras de El Riojano son sencillamente puro amor.
Yo siempre que tengo una mañana relajada para tomar un desayuno en el centro voy a El Riojano, hoy, de hecho, he tomado un café con leche y una torrija que ha sido fabulosa, pedazo de torrija! riquísima!
Os lo recomiendo muy seriamente, a todos, vais a estar rodeados de señoras de bolso, perla y laca, pero eso, para mí, es un plus, SIEMPRE.

Eh… desde 1855 ahí plantado y fundado por el pastelero de la reina Maria Cristina jorl. Yo, que soy muy castiza vengo porque es única pastelería que conozco que tiene.azucarillos. ¿Se acuerdan? ¡Agua, azucarillos y aguardiente! Pues eso, esta delicia servía de refresco a los madrileños y se disolvia en un vaso de agua y se acompañaba con una copita de aguardiente, pues aquí tienen de eso, de café de limón y de fresa. Aparte de mil otros postres, y muy buenos merengues. ¡bizcochos de soletilla! ¡rosquillas de San Isidro! todos más majos que un sol.
… tú sin duda te has creído que yo soy una cualquieraa porque tú tienes un puesto, y yo voy con la vasera, pero ya saben loqueres más de dos y mas de treees porque tú eres una cosaaa que ya sabes tú loqués…