Este pequeño bar restaurante es de lo mejor de la zona. Alejandro., su propietario, nos ofrece unos platos, aperitivos, vinos, cervezas, de lo más exquisito y de calidades excelentes. Siempre que voy allí salgo contenta. Suelo llevar a amigos y no ha habido nadie que no haya salido satisfecho. La decoración es sencilla, acogedora y los cuadros que decoran el local, la mayoría hechos por Verónica(esposa del propietario) que muchas veces tiene que ir para ayudarle porque cada vez tiene más éxito y por consiguiente más trabajo. Ha sabido escoger muy bien al cocinero, que me ha contado Alejandro, no fué tarea fácil. Resumiendo: 100×100 recomendable.