Fisioactiva

I have been to many physiotherapists in many countries and Roberto is definitely the best I have been to. The staff are very friendly and helpful and as I do not speak Spanish they always try to communicate in English so that I understand everything clearly. I would highly recommend this physio clinic to everyone.

Fui hace años por un accidente en el metro y se portaron: entre el asesoramiento, el trato y el cuidado me conquistaron y los precios no son elevados teniendo en cuenta el machaque potente que te dan y lo bien que quedas después.
Lo mejor es ir con cita previa porque prestan atención y cuidado a tu estado y, siempre te preguntan tu nivel de tolerancia al dolor para pegarte el viaje que te tienen que dar dentro de tu aguante.
Me han hecho de todo pero lo mejor son las recomendaciones que te dan. Mi masajista siempre ha sido el mismo (aunque vaya una vez al año, Pablo) y es asombroso el cuidado que pone y su profesionalidad.

Es mi clínica de fisioterapia, es el espacio que se ha ganado mi confianza a lo largo de tres años, quizá cuatro, yendo a que me recompongan el cuello tieso, el pecho apretado y la lumbalgia paralizante.
Manos de santo las de Pablo que es quien me atrapa y me recoloca huesos y músculos, que me entretiene con preguntas e historias desternillantes para que sobrelleve el rato apalizándome… movimientos de hechicera los de Elena que me yergue y me tumba y me recuesta para crujir vértebras. Y, entre los dos, sanarme inmediatamente y salir por la puerta con un buen par de ostias pero recompuesto y sin dolores.
Es cierto que aquí me he dejado dar unas palizas que, oiga, ni en la más terrible de mis pesadillas… si me hicieran lo que me hacen aquí en la calle a alguno le cruzaba la cara. Pero es que aquí en FisioActiva junto a los grititos y los suspiros oyes risas, compadreo, respiras el buen rollo de un trato personal y profesional que cura las dolencias, doy fe, ipso-​facto.
Además, Tamara, la chica que te atiende al teléfono, la persona dulce de tremendos ojos también hará que desde el principio dejes de tener miedo y te sientas entre algodones.