Una academia de baile que tiene un gran número de clases diferentes a bastantes horas del día, por lo que es difícil que no se pueda terminar encajando la disciplina que tú quieres con tu horario laboral. En mi caso, estoy dando clases de claqué y Sam, el profesor, además de majérrimo, es muy atento y paciente, por lo que está consiguiendo que cada semana demos un avance más que significativo. Su elección de músicas es genial. ¡Quién iba a decir que acabaríamos ‘tapeando’ con Robbie Williams o Olly Murs! Y con los clásicos, también, claro. Pagamos 40 € mensuales y los doy por bien invertidos. El trato del resto del personal es muy atento también, y me gusta que haya caramelos por todos lados, que nunca se sabe cuándo hará falta un pequeño suplemento dulce jejejejeje