Fonty

Estuvimos el domingo probando el brunch. El lugar es relativamente pequeño, pero bien aprovechado. Imprescindible reservar.
En primer lugar destacar la buena actitud de los camareros. Eramos 5 con reserva a las 13.30, pero dos tuvieron problemas con el coche y llegaron 45 min tarde. A pesar de que entraba gente continuamente pidiendo mesa, no nos metieron prisa y esperaron a que llegasen las dos q tardaban.
Respecto a la comida, muy buena. Yo tome la hamburguesa, muy rica y en su punto. El resto de las cosas que probé también me gustaron. Lo único que me pareció un poco caro fue justo la hamburguesa, en comparación con las demás opciones de brunch, puesto q tan sólo va acompañada de bebida, y puedes encontrar hamburguesas tan buenas o más a mejores precios
En definitiva, un sitio en el q repetir

I’ve always love coming to this place. It’s never really really crowed and the crowd is always very cool (being in barrio salamanca has it perks — without being too pijo!) And the beautiful gorgeous super yummy cakes are just divine… Ordered the banoffee, I think I went to heaven lol (a bit exagerrating, pero bueno…). Well, always a good choice after a long window shopping .
The service is soo depend on who’s there lol can be a bit slow, but they’re all nice and attentive.

Si no soy una sílfide tengo mis motivos y uno de ellos es mi amor por la bollería francesa. Suerte que en Madrid no sea tan fácil de encontrar, por aquello de darle un respiro a mis arterias reduciendo al mínimo el consumo de mantequilla, pero el cerebro de reptil tiene sus caminos y, cuando se trata de buscar la merienda, a veces me sorprende su capacidad de ignorar los dichosos consejos de médicos y revistas y encontrar lugares estupendos como este.
Tuve que ir al médico y, como son situaciones que me incomodan, siempre me busco un premio para después con lo que, mientras esperaba (im)pacientemente en la consulta, tiré de Unilocal y fijé mi posterior objetivo en esta cafetería que brillaba sobre el resto.
Al entrar me gustó el diseño, pero sobretodo las joyas comestibles expuestas en sus vitrinas. Eran las seis de la tarde y el hojaldre del pan de chocolate que me pedí me pareció un poco tieso, pero rico y con sabor a mantequilla, como debe ser. Tardé un poco en decidirme, pero como iba a comer andando ésa fue la opción más práctica que pude pensar.
Me quedo con las ganas de pedir alguno de sus primorosos pastelillos y de sentarme tranquilamente en una de sus mesas.

It’s my own darn fault — i waited too long to right this review and therefore can’t recall all the specifics — what we ate, how it tasted, etc. What i do remember is the excited feeling i had walking in — the fantastic service i received, and the mood-​altering experience i had at Fonty. After a long morning/​early afternoon of walking around Madrid being all touristy, we were probably a bit overdue for something to eat. Fonty turned me around right away — i wasn’t expecting actual substantive food from a location that appeared to be more of a coffee shop. I was very excited to be proven wrong.

Los mejores huevos benedict que he probado en esta temporada. Trato muy bueno… Una pena que se olvidaran de comentar cuando reservamos que para el brunch el primer turno termina a las 2.
Tampoco nos lo dijeron al sentarnos, nos avisaron a eso de las 2 menos 10… eso hizo que tocara acabarse el yogur con prisas. Una auténtica pena.

Delicioso lugar, muy lindo y muy amables los meseros. Recomendados los huevos benedictino con bacon

I. LOVED. THIS. PLACE. It’s in the Salamanca neighborhood, so the location is great. Just a short walk to Parque del Retiro!
The inside itself is so cute! Modern yet cozy at the same time. This was by far my favorite café to go study at during the day, I went at least once a week. The staff was incredibly friendly, the tea selection was expansive and delicious, and the coffee was one of my favorites in all of Europe. But let’s get to what this place is really all about…
THE PASTRIES! They looked like works of art. They were all so pretty! But let’s be honest I could never not eat something that looks so mouthwatering when it’s sitting right in front of me. When I took my first bite out of that raspberry macaron… fireworks. If you think I’m exaggerating, try any one of the other delectable-​looking pastries and then get back to me.
One and only complaint is I felt it was a bit overpriced, but then again I was a broke college student studying abroad so do what you will with that.

So glad we decided to go to this place. I was traveling with a group of 10 (including 4 kids) and went here for lunch. The service was friendly and attentive, the space is airy and modern, and the food was great. A few of us had the quiche, others had sandwiches. Great place to go for any meal or just to get coffee and hang out. Will definitely come here again the next time we’re in Madrid.

Andaba yo el otro día paseando hambriento por el barrio de Salamanca a la hora de comer y me metí dentro del Fonty, sin ni siquiera percatarme de que se trataba de una pastelería y no de un restaurante. Aún así, tienen dos tipos de menú del día, uno por 12,50 € y otro por 15 €, por lo que también se puede comer.
La decoración es la típica que ya se ha apoderado de la práctica totalidad de los negocios de hostelería de Madrid, saliendo de Malasaña y llegando ya a barrios como el de Salamanca o Moncloa: sillas cada una de su padre y su madre, lámparas que cuelgan del techo con las cuerdas entrelazándose, mesas altas de madera… Todo muy vintage. Oye, que a mí me encanta este tipo de decoración, pero me parece muy curioso la forma en la que ha proliferado.
El menú del día consta de un primero, un segundo, bebida y postre o café. Todo ello por 12,50 € o 15 €, como dije. Un precio que, estando en el barrio en el que se encuentra, me parece de lo más contenido. Yo me pedí un salmorejo de primero y un solomillo con pappardelle y parmesano de segundo. Ambos platos estaban riquísimos y apetecibles, el problema fue que, quizás por el voraz hambre que llevaba, me pareció que la cantidad era más bien tirando a escasa. Y al llegar al postre, estando en una cafetería-​pastelería como estábamos, uno se frota las manos, pero la verdad es que eran únicamente dos opciones y ninguna me llegaba a entusiasmar del todo: una «banana cake» que en realidad era un pastelito con ¿sabor a plátano? que te cabía de un mordisco en la boca y cuyo precio en solitario no creo que superase los 50cent, o una crema de café, también servida en una tarrina raquítica. Pocas opciones para los que, como a mí, no nos gusta ni el café ni el plátano, servidas en cantidades escasas además.
Quizás el problema fue que entré al sitio pensando en que era un restaurante en vez de una cafetería, lo que probablemente sea la razón de las cantidades tan pequeñas, o quizás es que iba con demasiada hambre. Eso sí, la decoración del sitio es genial y el trato fue más que correcto.

Domingo de Marathon nos fuimos de Brunch a Fonty! Habíamos reservados porque era recomendado en la pagina web… Consultamos esa misma página para elegir el mejor Brunch de Madrid y Fonty estaba muy bien clasificado entre los demás. Cuando llegamos vimos que la carta q habia no coincidia con el menu de la web y les decimos… Parece ser que la web no deberia estar acesible Aún que lo esté y el menu nos está actualizado… Bueno no pasa nada seguimos pediendo y el servicio muy rápido y los camareros amables! La comida estaba rica desde los salados a los dulces pero me parece caro para lo que es… 2 personas pagamos 43 € y comímos bien pero sin más… Volvere a hacer Brunch Pero no se si volvere a este sítio… No estuvo mal pero no me encanto…

Bueno, bueno, bueno, por fin cato este sitio taaaan instagrameado y blogueado.
Aviso a navegantes: solo tomé un café (¡qué tristón!), pero esta primera toma de contacto me ha dado pie a querer volver para probar alguna cosilla.
El café muy bueno, me encantó que no te cobren un suplemento por la leche de soja (señores de Starbucks y otros establecimientos afines: ¡¡dejen de ROBAR al cliente cobrándole –hasta– 0,50 € por un chorro de otras bebidas [soja, leche sin lactosa, desnatada…] en el café!!)
Mi compi se pidió una Coca-​Cola, y ¡sorpresa! era de las grandes, en su botellita de cristal y todo. Un puntito más que además va que ni pintado con el local, que es muy, muy instagrameable la verdad :)
Tienen un mostrador que muchos dulces de estilo francés y bocadillines, focaccias, e incluso hogazas de pan para comprar. Todo se ve muy artesano y con pintaza, si te gusta ese tipo de bollería y pastelería, claro.
El brunch es sin duda su estrella, estuve echándole un vistazo a la carta y en mi caso tendría bastantes problemas de compatibilidad alimenticia, pero me quedé con las ganas de saber si pueden hacer variaciones.
El servicio es muy majo así que no descarto llamar para preguntar esto y si cantamos victoria, de paso reservar porque he oído que se pone hasta la bandera los findes, aunque ayer mi amiga y yo estábamos solas en el local…

Seguramente no sea justo escribir esta reseñà basándome sólo en la experiencia de ayer, pero ahí va.
Llegué al local sobre las 17.30, estaba lleno al 40% diría. Una chica muy amable me ofreció dónde podíamos sentarnos (íbamos a ser 3) y me dejó la carta.
Pedí algo para beber mientras esperaba al resto.
Llegó después una amiga y otra chica al rato (largo) vino a preguntar qué quería sin traer la carta. Le pedimos la carta y después de mucho rato nos levantamos a pedir lo que quería mi amiga.
Llegó después el tercero del grupo y mientras la primera chica que me había atendido limpiaba la máquina del zumo de naranja la otra la miraba y no atendíà la sala.
No hubo ni carta, ni acercamiento a la mesa ni nada en más de 15 minutos.
Me levanté a pagar lo que habíamos consumido y nos fuimos sin probar nada.
A mi una experiencia así me quita las ganas de volver y no puedo recomendarlo. Una pena.

Me lo aconsejaron hace ya tiempo y por unas cosas y otras no habia ido. Ya por fin fui y me a encantado el sitio fui con unos amigos y cada uno pidio un dulce diferente para probar mas variedad no sabria deciros cual estaba mas rico, estaban los 3 muy ricos. El sitio esta muy original, con las paredes de ladrillo antiguo. Eso si depende a que hora quieras ir no esta siempre abierto cierran a las 8.

Para aquellos que de vez en cuando, como yo, tenemos que salir a currar con la oficina a cuestas este sitio me parece perfecto.
Por un lado tienes WiFi y va bien, no como en otros sitios que te tiras de lo pelos porque eso no tira. Te dan tu papelito con la contraseña etc. y tienes 1 hora. Yo necesité 2 horas así que después de mi café con croissant me pedí un zumito de naranja natural :) Por cierto, todo estaba delicioso.
Por otro lado el local es muy acogedor y tranquilo, con espacio entre las mesas y con mucha luz.
Estoy de acuerdo con Sergio C en que quizá te atienden a una velocidad diría que hasta inusual porque es cierto que ni te has sentado y ya te están tomando nota. Según en qué momento me parece hasta bien y oye, si no te has decidido pues con pedir que te den unos minutos, listo ;)
También tienen dos menús del día (podéis verlo en mis fotis) algo que no sabía. Uno de 12 € y otro de 15 € que tienen muy buena pinta, así que habrá que probar un día.
Metido en mi lista de «Café, WiFi y amor» :)

Pastelería– cafetería de 10 sin ninguna duda.
He venido reiteradas veces a por la tartaleta de mousse de limón que es excepcional, pero esta última vez no había así que decidí llevarme uno de Capuccino está vez.
¡Ahora tengo un gran dilema para la próxima vez porque a cada cual estaba más bueno!

Muy buena pastelería y con precios algo elevados, pero normal siendo el barrio de Salamanca. Tienen mucha variedad pero rara es la vez que tienes de todo en el aparador, por lo que muchas veces vas con una idea y acabas con otra muy diferente. Creo que deberían vigilar más este punto porque si en tu carta de pasteles hay un montón, pero luego vas y te encuentras con poco más de media docena, te sientes chafado aunque dé un poco igual que siempre el que escojas sabes que estará más que rico. De todos modos, un sitio muy tranquilo, ambiente acogedor y cómodo, con una rica carta de tés y el servicio es simpático aunque yo lo preferiría un poco menos rápido a la hora de tomar nota, casi no te dejan sentarte. Es una cafetería para ir sin prisa y nadie allí debería tenerla.

PERFECT! There is nothing else to be added to perfection

Buen café, buenos postres, mala comida, atención al público muy mala.

Vine con mi chica aquí porque ella había leído cosas muy buenas del sitio, así que me convenció para que viniéramos.
Aprovechando que es mi cumpleaños y que hoy es el día de visitas a sitios Unilocaleros (por las buenas recomendaciones), nos acercamos a Fonty.
La verdad es que la decoración es muy buena con unas lámparas y mobiliario que invitan a quedarse. La pega es el ruido, que la gente que estaba al lado chillaban en vez de hablar y eso no mola mucho, aunque no es culpa del sitio.
Paso a la comida, aún estoy deleitándome con el pan de chocolate, una napolitana mucho más rica y sabrosa que las de los demás sitios con un sabor intenso. Pedimos además un macaron de chocolate y maracuyá y una tartaleta de plátano y chocolate negro, soberbios ambos. Mientras disfrutábamos de esos manjares, por la puerta del obrador salían más dulces, todo recién hecho. Otro punto a su favor es la amabilidad del camarero, sin agobiar y atento a las preguntas. Sin duda es un sitio perfecto si quieres transportarte a un mundo de sabores dulces fuera de lo típico. Repetiremos.

Lo mejor, el ambiente. 5 estrellas porque por la zona del retiro hay poquísimos sitios con tanto encanto. Muy ricas las Mousses (3,5 €) y el té (2 €).

Fonty es un agradable local al lado del retiro… una acogedora cafetería mezcla entre los cafés de la costa este EEUU, y esos maravillosos cafés parisinos en los que la gente lee el periódico.
Con una cuidada decoración, el ambiente que se genera, los amplios ventanales a la calle y el local diáfano con techos altos, te encuentras tan a gusto como en casa.
En cuanto a la comida, aunque tienen varios platos y ensaladas, sólo he probado las tartitas y semifríos, y he de decir que están buenísimos, te quedas con ganas de probarlos todos. De hecho, no hay más que mirar el mostrador para empezar a babear como un niño, todos los pastelitos colocados en fila y brillantes pidiéndote que los comas…
Esperó volver pronto y probar más… mmmmmmmmmm
En resumen, el lugar ideal para tomar un café o merendar una tarde manteniendo una agradable conversación.

Mañometro: «Matame camión»
Qué delicia !! Qué maravilla !! Qué perdición !!
Es sin duda, la mejor de las pastelerías «premium» que he probado, y es que no peca de los errores de sus hermanas, el local es grande, nuevo, limpio y de colores claros, invita a quedarse un rato a charlar, relajarte y disfrutar de su materia prima, de otro planeta.
Pan au chocolat: Quizás lo mas flojete, que ojo, riquísimo, pero las comparaciones son odiosas con el resto de productos que iremos desgrando, napolitana sin mas.
Curasan: Riquísimo, tanto la versión con Jamón Serrano y queso que pidió Merche M, como la versión clásica que me zurré yo, crujientes, dorados y calentitos … maravillosos.
Tartitas: S-​U-​B-​L-​I-​M-​E-​S, rondando los 3,5 — 4 euros, eso sí, los mejor invertidos de tu vida si como yo adoras la perfección repostera, y es que, sinceramente, desde ciertas «bakeris» que probé en Tokyo nada había despertado mis sentidos de esta forma. En nuestro caso probamos la de merengue y cítrico, chocolate negro y plátano y pistacho con frambuesa.
Mención aparte la atención, de 5 estrellas, educados hasta el extremo y midiendo a la perfección el tipo de cliente que tienen delante (algo muy difícil en la hostelería, no todo el mundo quiere que seas cercano, no todo el mundo quiere que seas distante)
Los sábados tienen milhojas con crema, si me buscáis allí estaré.

A primera vista esta preciosa cafetería tiene un aire francés, recordando el pasado de la propietaria checa que estuvo viviendo y trabajando en Francia. Unos azulejos azules y unas mesas de madera con un mobiliario a juego le da un toque perfecto al lugar.
Aunque en esta ocasión no tuve la oportunidad de probar los pasteles que ofrecían me acerqué a las vitrinas para ver de que disponían, pero sería cosa de que era ya tarde y nos les quedaban demasiados. Eso sí los semifríos que había en la vitrina tenían una pinta buenísima. Espero tener la ocasión de volver y probarlos.

Animada por la excelente recomendación de la Unilocaler Olaya O., hoy me he decidido a visitar este nuevo local de pastelería francesa, y puedo decir que ha cumplido mis expectativas con muy buena nota.
He pedido un té negro (2 €) y un pan de chocolate (2 €). El pan de chocolate, traducción del famoso «pain au chocolait», en realidad no es pan, sino un hojaldre relleno de chocolate negro. Reconozco que soy muy quisquillosa, tanto para los hojaldres como para los chocolates, pero en este caso no puedo poner ninguna pega. El hojaldre tiene un equilibrio perfecto entre harina y mantequilla, y el chocolate combina una textura fundente con un sabor intenso a cacao. Resumiendo, una obra maestra.
Además he tenido la suerte de tomarme el pan de chocolate recién salido del horno, ya que hacen dos hornadas diarias de bollería: una a las 9 de la mañana y otra a las 4 de la tarde.
El local dispone de mesas amplias y cómodas, y con tu consumición te dan una hora gratis de WiFi, así que me ha parecido un buen sitio para echar un rato de trabajo. Al menos los días de diario, en los que parece que el local es bastante tranquilo.
Me ha gustado el detalle de que se vea el obrador donde los pasteleros trabajan a través de un cristal. Me da confianza que no tengan nada que esconder.
Y si quieres pasarte por Fonty con tu mascota, adelante. Eres bienvenido con tu perro.
No le pongo 5 estrellas porque sólo he probado un producto delante carta y no sé qué tal está el resto, pero a simple vista todo tenía una pinta exquisita. También tienen algunas piezas de pan francés. Sin duda volveré a pasarme por Fonty.

Fonty es un local agradable, bonito, y como aquí estamos para hablar de lo que estamos, es un sitio único a la hora de encontrar dulces franceses de verdad.
La cocina está cuidada al detalle, tanto el sabor y la calidad de los ingredientes como el aspecto, da pena meterle la cuchara o el cuchillo a sus productos y la relación calidad precio a mí me parece estupenda.
A tener en cuenta: los milhojas, los canelés y los croissants VUELAN, no está de más reservar el número de ellos que se va a querer degustar. La tartaleta de limón impresionante.
Cuando te sientas te dan un papelito con la clave del wifi válida para una hora.
Y el punto negativo viene porque el local se llena (no sé si a diario también, yo fui un domingo por la tarde) de carritos de bebes y bebes con sus lloros, sus gritos, sus tropiezos y sus respectivos padres ignorándolos.

Great place to have a coffee or a quiche. Everything is good here. I like the decoration, and service. Nice to have this so close to home.

Welcoming friendly staff that can even explain the intricate details of their delicate delicious desserts.
I tried the lemon tart. Luscious with amazing creamy meringue. They have a lovely selection of teas also.
Great value for the price. Will. Be. Back.