Fundación ICO

Uno de los museos más desconocidos de Madrid, pero con exposiciones temporales muy interesantes sobre arquitectura y arte español contemporáneo.
No es un museo demasiado amplio, pero debido a ser poco conocido y estar en una ubicación que aunque céntrica, le hace pasar muy desapercibido, se puede disfrutar sin agobios.
Consta de tres plantas. Una baja, con una sala muy amplia y diáfana. Otra, entre planta, la más grande y donde suelen desarrollar la mayoría de las exposiciones más amplias. Y una última, más pequeña que las otras dos y con la peculiaridad de que el suelo es de madera y que cruje con cada paso, por lo que esta suele ser la menos se disfruta de las tres.
Lo bueno de ser salas diáfanas, es que en cada exposición se modifica bastante el itinerario y su disposición, pudiendo sacarse mucho más rendimiento al área de exposición.
La entrada es gratuita y en su página web podrás estar al tanto de conferencias, talleres y visitas guiadas.

Juan Navarro Baldeweg es un arquitecto que admiro mucho y, cuando me enteré de que había una exposición dedicada a su obra, me faltó tiempo para ir corriendo a verla.
Me gustó mucho que fuera en la Fundación ICO, porque ya había estado en muestras anteriores y lo recordaba como un buen espacio. Aunque hacía tiempo que no pasaba por aquí, pude comprobar que siguen igual: una entrada austera con algunos catálogos a la venta y un espacio en dos alturas donde destaca la amplia sala principal con una isla central de diseño curioso. Mientras mirábamos, una chica sonriente se acercó para decirnos que podía explicarnos cualquier obra que quisiéramos, lo cual me pareció un detallazo.
Estoy muy de acuerdo con el criterio de la Fundación a la hora de escoger su temática, ahora mismo recuerdo una de Isamu Noguchi que me encantó y otra de Sol Lewitt, por citar a artistas que me han interesado académica o personalmente.
Una pequeña pega que le pongo a la exposición es que supongo que será más aprovechada por aquellos iniciados en el mundo de los planos y maquetas arquitectónicos, sensibles al trazado de espacios y a la creación de los mismos. Aunque había alguna pieza artística (pequeños objetos, el aro dorado y sus pinturas orientales), me hubiese gustado ver un poco más de sus dibujos e instalaciones, en lugar de fotos de sus obras. De cualquier modo, parecía realizada de forma modesta pero bien dispuesta. Un merecido homenaje a un gran arquitecto.
Es curioso que en esta ocasión le haya dedicado un párrafo a la exposición temporal del museo, pero creo que ese es otro de sus méritos; el dejar de ser protagonista para mostrar a distintos artistas con un trabajo tan correcto que no le encuentro ninguna pega.