Gaudium

Comida mucho más que correcta en un ambiente tranquilo, con música de ambiente agradable. Muy buen trato, y precios ajustados. Una buena recomendación para la zona de Olavide, en Chamberí.

Gaudium es un restaurante elegante, moderno y de atmósfera tranquila. El local, decorado de manera minimalista en colores pardos, es bastante escueto, alrededor de una decena de metros cuadrados cubierta por un reducido número de mesas. El servicio es muy, pero que muy correcto y atento, velando en todo momento por el bienestar del comensal. Un detalle que me gustó particularmente fue que al terminar de comer el chef se interesara por la comida de cada mesa y la impresión de los comensales sobre sus platos. Debido a las pocas mesas existentes el ambiente es bastante sosegado, discreto y hasta íntimo.
La carta de Gaudium es bastante reducida, tal y como se puede apreciar en las fotos. En ella encontramos pocas categorías: entrantes, carnes, pescados y postres. En rasgos generales, tanto el sabor como la calidad y presentación de todos los platos es realmente buena, siendo atentamente mimados en cocina. Igual los platos no son muy cuantiosos, pero el gran sabor lo compensa. De entre todas las recetas de la carta que he probado, recomiendo el lomo de buey con queso Idizábal, la terrina de pollo, y la tarta de maíz con natillas, impresionantes los tres platos, cargados de sabor al máximo. El precio medio del plato es bastante elevado (bastante acorde a la calidad excepto en los entrantes, a mi parecer), rondando los 17 €.
Debido al alto precio de algunos platos dejo a Gaudium en las 4 estrellas. Pero eso no quita que en ambiente, servicio, localización, y sobre todo en calidad y sabor en sus platos sea un restaurante de 5 estrellas. Si va a Gaudium, prepárese para disfrutar, y también para pagar.

Un local con una decoración muy moderna y agradable. Las mesas amplias para poder poner los platos sin agobios.
Me recomendaron este sitio unos compañeros de trabajo por el rabo de toro que hacían, así que un día unos decidimos ir allí.
Empezamos probando las croquetas con jamón que no fueron nada del otro mundo pero tanto el rabo de todo como las alcachofas a la plancha estaban muy buenas. El resto pidió pargo a la plancha y me comentaron que les había gustado mucho.
En cuanto al precio pues puede salirte por unos 40 – 50 € aproximadamente, dependiendo de los platos.
Volveremos.
En cuanto a los horarios los lunes, martes, miércoles noche y domingos sólo está abierto previa reserva para grupos.

Buena calidad a precio razonable. Insuperables croquetas y entrecot de buey. Trato agradable y lugar de ambiente excusivo aunque acogedor