Slow, Lento, and ¿how do you say it in Italian? The kids’ dishes came out slowly, but in an acceptable time. They enjoyed the pasta and pizza. We thought maybe that their service was designed to bring the kids’ and later ours. Soon, we knew that’s not the case. When our dishes finally arrived, the kids were completely finished and very ready to leave. We asked for ours to go(a relatively new concept in Spain) Our server, who was also the hostess and cashier for the whole place, felt embarrassed it seemed but agreed and brought our bill and food. My recommendation: don’t go if you want to leave in less than 2 hours.
Maria R.
Rating des Ortes: 1 Pinto, Madrid
Todos conocemos Gino’s(o hemos oído hablar de la cadena). Un sitio en el que comer comida italiana(o algo parecido a) que suele estar rica, y además a un precio muy razonable. El sábado apostamos por acudir a uno de sus restaurantes, puesto que estábamos de «día en familia» con un peque de 5 añitos que le gusta la pizza y la pasta. ¿Qué podía fallar? Pues en este Gino’s fallaron bastantes cosas. Llegamos sobre las tres de la tarde y pudimos sentarnos al minuto a pesar de que éramos ocho personas y no habíamos hecho reserva. Hasta aquí la magia. Ahora, la parte que nos sacó a todos de nuestras casillas: Tardaron como unos 10 minutos en traernos la carta. Cuando ya habíamos elegido los platos(eran como unos 5, porque como yo recordaba de otras ocasiones en otros Gino’s que los platos tenían gran cantidad, preferimos empezar pidiendo poca cosa y luego, si nos quedábamos con hambre, pedir algo más). Pedimos sobre las 3:15, después de hacer aspavientos para que alguien viniera a atendernos. Insisto, eran pocos platos, una pizza, dos platos de pasta, una lasaña y unas verduras. Bueno, pues no vimos NADA hasta las 3:55 de la tarde. Además, nadie nos hacía ni puñetero caso, y cuando pedíamos explicaciones nos decían que«teníamos que entenderlo, que hay que hacer la comida». En ese momento, nos teníamos que haber levantado y marcharnos, pero dónde íbamos a meternos ocho personas a comer a esa hora de la tarde. Pues aguantamos. Los platos empezaron a llegar a cuentagotas. Y las cantidades, bastante pequeñas en comparación a lo que recordábamos de otros restaurantes de la cadena. De la calidad, poco que decir, era lo que se podía esperar, aunque hubo un plato de verduras con provolone que era un tomate cortado en rodajas con queso fundido por encima, y la lasaña tenía una capa de carne prensada que a mi abuela le produjo tal desconfianza que pasó de seguir comiendo. Como seguíamos con hambre, nos pedimos otra pizza. Pues otro cuarto de hora. Aquello era impresionante, porque no es que el restaurante estuviera precisamente a rebosar. El colmo de los colmos llegó sobre las 5 y poco de la tarde(os recuerdo, ocho personas que no pudimos empezar a comer algo, que no todo, hasta las 4 de la tarde). Estábamos tomando los postres cuando nos damos cuenta de que uno de los camareros se pone a barrer a nuestro lado! Y nos miraban con mala cara! Nos estaban echando descaradamente! Puede parecer algo mínimo pero, dedicándote a la restauración, tienes que saber atender al cliente. Y si lo has hecho mal, al menos no te quejes de que vas a salir tarde porque no llevábamos ni una hora y cuarto comiendo! Después de pagar, salimos todos de allí bufando, muy asqueados con el trato. La verdad es que puede parecer exagerado, pero el trato fue terrible. Y en un restaurante una de las reglas de oro es no tardar en servir al cliente, o al menos no sin motivos! Quiero creer que lo que nos pasó en este local no pasa en otros locales de Gino’s, pero ya dejo bien claro que nosotros a este en concreto no volvemos. Y me duele horrores hacer una crítica tan mala, pero estoy hasta las narices del mal trato que algunos dispensan a sus clientes que, por si no recuerdan, pagan por ello.