GolfCanal

Green Canal comprende un conjunto de instalaciones deportivas situadas dentro del parque Santander construido en unas propiedades del Canal de Isabel II, en concreto sobre el tercer depósito.
El parque ha sido ampliado y renovado en 2007, por lo que las instalaciones son muy nuevas y parte de la vegetación es bastante joven. Además disponen de una gran fuente donde la gente se congrega para tomar el sol, y las plantas del parque están identificadas con carteles para hacer las delicias de los amantes de la jardinería.
Las instalaciones deportivas son una pista de atletismo con un suelo blando muy cómodo, que siempre suele estar bastante llena, una zona para calentamientos y estiramientos, pistas de pádel, campos de fútbol, canchas de prácticas de golf y un pitch and putt.
Las pistas de pádel están bastante solicitadas, sobre todo a última hora de la tarde, porque la gente las suele reservar para ir tras la dura jornada laboral, por lo que recomiendo reservarlas con una semana de antelación si tenéis pensado ir en estas horas punta. Las pistas están muy bien equipadas y muy nuevas. Además los vestuarios, que se comparten con los campos de fútbol están muy limpios y son grandes.
En cuanto al campo de golf, es un pequeño pitch and putt de 9 hoyos de hierba artificial (al igual que los campos de fútbol), de uso exclusivo para los alumnos de la escuela.
Las dos canchas de prácticas están muy bien, la sur es automática, con tees regulables en altura, y la norte es normal, pero las alfombrillas están mucho más nuevas. Entre semana no hay problema para coger un puesto, pero los fines de semana antes de comer y sobre todo si hace buen tiempo se llenan bastante, incluso a veces hay que esperar para coger uno libre.

Viví durante muchos años en la calle Boix y Morer, junto a la avenida de Filipinas, frente al inmenso depósito del Canal que entonces estaba cubierto por una verde explanada de césped. Sólo la usaba de vez en cuando el Rey para aterrizar con su helicóptero, en el helipuerto que había justo en el centro. Hace unos años dijeron que gracias a un nuevo sistema constructivo se iba a reforzar la cubierta del depósito de agua para habilitar sobre él un parque público. Los vecinos, que sólo disponíamos de un alargado y estrecho jardín junto a la calle de Santander, estábamos muy contentos con la noticia. Lo comentábamos cuando salíamos a correr alrededor de la gran manzana ocupada por el depósito, una costumbre muy extendida en el barrio. Pero entonces llegó Esperanza Aguirre arrasando, como siempre, y decidió cambiar el parque público por un campo de golf, para que ella y sus amigos pudieran lanzar unas bolas en pleno centro de Madrid. Los vecinos quedamos horrorizados y nos manifestamos contra ese atropello, que ha sido denunciado, pero ya da igual, porque el daño está hecho ya y el campo de golf con sus horribles torres y redes está funcionando. Los pijos están encantados y han hecho suyo de inmediato esta zona verde que nunca fue un parque público para el disfrute de los vecinos.

Estooo… Buscaba yo lo que eran las antiguas pistas de atletismo de Vallehermoso, y la piscina pública de Vallehermoso, que hacía como dos años que no iba pero me apetecía, y topé con esto…
No iba vestida para la ocasión así que sólo hice foto y decidí «investigar» por Internese. Sí señor. Está bien, para jugar a ese gran deporte de competición y equipo que es el golf. O para hacer una pachanga de fútbol. O para pagar por disfrutar de la calle.
Mi pregunta es: ¿dónde están las piscinas públicas de Vallehermoso? Y: ¿son el pádel y el golf más importantes que un polideportivo de una vez donde estaba el Mercado de la Cebada?

Tuviste un día de mil demonios. Durante el braining storm no paraste de decir chorradas, ni una sola de tus ocurrencias había por donde cogerla. En el lunch la tartaleta de centollo con almendra picada no te pasaba por la garganta, se te hizo un nudo tan estrecho que el cava semiseco de San Pere de Riutdebitlles tardó unos segundos en deshacerlo.
A media tarde lo que te apetecía era coger el 4×4 y hacerte unos hoyos en algún campo de golf de Andalucía. Pero estás en Madrid, y lo que te pilla más cerca son los pitch and putt del Canal.
Para mí, que no me gusta el golf, me parece la mejor opción. Una hora, 60 bolas, y por 10 euros te desestresas golpeando una y otra vez con el putt hasta dejar el campo de golf moteado de puntitos blancos. El inmenso tea es de hierba sintética, vas en metro y reduces tu impacto sobre el planeta.
¡A mucha gente nos gusta el golf y no somos pijos! Ya lo sé, vosotros sois público ganado, tengo que predicar entre las ovejas negras.
Yo tampoco soy pijo y voy al recinto donde está el campo de golf. Tienen una pista para correr de material poroso. Tengo las articulaciones muy delicadas