Este antiguo comercio se encuentra a la entrada de la plaza Mayor. En la plaza de la Santa Cruz. Es un local de los que se nota que lleva toda una vida abierto. En él se venden básicamente repostería y legumbres. Pero no repostería industrial, sino repostería de la que hacían nuestras abuelas o se vendía en los hornos de los pueblos. Vamos, yo creo que venden los mismos dulces que hace 30 años. Rosquillas de anís, rosquillas fritas, rosquillas de aguardiente, rosquillas de santa clara, hojuelas, flores de azúcar y de miel, pestiños, mantecadas, mantecados de hojaldre, mantecados de Toledo y un largo etc. de dulces de diferentes regiones. En navidad el escaparate se llena de polvorones, alfajores Y roscos de vino. Por cierto, venden chatitas, que dicen que es el dulce de Madrid. Las legumbres como no podía ser de otra forma la tienen en sacas y la venden al peso. Tienen diferentes tipos de garbanzos, lentejas y alubias. Es una tienda muy curiosa, aunque no compres nada, ver los expositores merece la pena.