Hipódromo de la Zarzuela

Pasar una tarde (o una mañana, según la época del año) de domingo en el hipódromo es muy divertido aunque no seas aficionado a la hípica, incluso si no tienes ni idea.
En primer lugar el sitio es chulísimo y el entorno muy agradable. El conjunto de graderío y cubiertas es una construcción preciosa, se trata de una estructura singular diseñada por Eduardo Torroja en los años 30 que ha sido rehabilitada en los últimos años. Además, desde las gradas hay una vista muy bonita de paisaje de monte bajo con la ciudad de Madrid al fondo.
Desde que llegas estás entretenido todo el rato, antes de cada carrera puedes ir al padock a ver los caballos que van a correr, después a las ventanillas de apuestas y luego, coger un sitio en las gradas o a pie de pista para ver la carrera. Recomiendo probar diferentes sitios para ir viendo las carreras, desde las gradas puedes ver todo el desarrollo de la carrera y disfrutar de las vistas, pero al pie de pista puedes oír el ruido de las pisadas de los caballos al galope y notar temblar el suelo a su paso.
Puedes apostar a partir de un euro, por lo que puedes darle emoción a todas las carreras sin dejarte dinero.
Te puedes tomar algo en las barras que hay repartidas por el recinto, las copas están bien puestas y tienen precios razonables. También hay un restaurante donde puedes comer si vas a mediodía, yo no lo he probado pero dicen que esta bien para ir con niños. Cuando las carreras son por la mañana, tienen puestos con barbacoas donde puedes comprar bocadillos hechos a la brasa.

Ideal para venir en verano y disfrutar en la mesas de la comida de los chiringuitos que hay alrededor para luego ir a ver las carreras. Es precioso este sitio.

Un clasico de madrid las apuestas en el hipodromo de la zarzuela