Il Cratere del Gusto

Italiano de italianos. Pasta fresca espectacular y pizzas de masa perfecta. Buena atención y precio ajustado. Gran descubrimiento

Paseando por el barrio a poco de su apertura y al ver que era un napolitano, cogí una pizza para llevar y darle una pequeña sorpresita a mi novio, ya que era su cumple y que mejor que soplar las velas con una pizza! xD
La encargué y cuando fui a por ella la tenían lista para llevar, no recuerdo bien el precio pero me acuerdo que no pasaba de los 10 € y era enorme. La pizza exquisita (no como las de Nápoles pero se acercaba).
Al gustarme tanto volví a repetir pero esta vez con mi hermana y mi padre y por un módico precio de 10.50 € podías elegir entre 3 primeros, 3 segundos y 3 postres. Los primeros eran pizza con friarelli y salchichas (muy típico napolitano y que aquí serían como los grelos), ensalada con burrata (pequeña pero sabrosa) y una pasta del día. No recuerdo los segundos, y de postres sólo recuerdo la panacotta con frutas del bosque.
Todo muy muy rico, y mi hermana que se pidió de carta unos saquitos de pasta rellenos de pera y miel, exquisitos junto con una pizza que jamás vi en ningún otro lugar, y esto es, tipo calzone pero entera la parte de arriba por fuera con pesto y por dentro mozzarella con jamon york (dicho así parece una pizza normal pero intentaré buscar la foto porque es la mejor muestra de lo raruna que era).
Añadir que el servicio fue muy atento todas las veces que fui.
Si estás por el barrio y quieres comer un menú diario asequible y sabroso, este es un posible y buen candidato.

Encontraréis un restaurante bastante pequeño, estando en su parte inferior el comedor. Cómodo para mesas de dos personas, incómodo para más de cuatro comensales.
La comida es de buena calidad, cocinan bien la pasta y las salsas están muy buenas. La carta es muy variada pero abarcable.
El único punto desfavorable fue el servicio, que aunque fue amable, se desorganizó con cuatro platos, pero pudo ser un mal día…

Más que recomendable. Desde que viví por la zona, ese local ha pasado por múltiples manos. Hace muy poco volví a visitar a un amigo y, sorpresa, había un italiano con comida para llevar. Perfecto, era justo lo que necesitaba. El establecimiento no ha cambiado mucho desde que lo conocí: pequeño, con sus mesitas redondas y sillas de madera.
Le comenté a mi amigo si le parecía bien que pilláramos allí la comida y se vino conmigo, por lo que se ve no se fía mucho de mi capacidad de decisión ni de mi gusto. El cogió uno de los 31 tipos de pizza diferentes que se ofrecen y yo, a pesar de que muchas me llamaban la atención, opté por una lasagna de carne. Un acierto por mi parte, estaba buenísima y la ración no era ni mucho menos escasa. 9 euritos que merecieron la pena.
Los chicos que nos atendieron, muy simpáticos, con su gorro de cocinero italiano y su bata blanca. A ver si tienen suerte y el local no vuelve a cambiar de negocio. Yo, cuando vuelva a ver a mi amigo, repetiré.

Este sitio acaba de abrir y me encanta. Me declaro fan.
Entré por casualidad ayer, pero ya conocía el sabor de sus pizzas porque mis compis Manu y Michele vinieron hace un par de días con una de ellas bajo el brazo.
El caso es que ayer volviendo del curro me dieron propaganda del sitio y como no tenía nada en casa para comer (últimamente muy común en mí porque mis padres no me traen tuppers y yo estoy a dos velas) decidí entrar. Por entrar con el flyer me dieron dos trozos de pizza riquísima y un refresco por cinco eurillos. Genial! El flyer también tenía dos euros de descuento para la pizza (alrededor de 7 euros la mediana, que es como una grande en cualquier sitio).
Los encargados me encantaron, eran tres italianinis que me transportaron a Florencia (Oooooh Florienciaaaaa… Mi ex me juró amor eterno ahí un mes antes de dejarme) y que se alegraron mucho de que entrase. Acaban de abrir, y se nota que tienen todas las energías puestas en que el negocio les salga bien. Habrá que ayudarles! Os lo recomiendo a tope!