In-Gravity

Hace unas cuantas semanas estaba yo a la busca y captura de un par de patines. Había estado en la fiesta rolling que hacen en el Roller Dance & Burger. Allí me enamoré perdidamente del patinaje, y como mis padres no me enseñaron a patinar de pequeño, decidí que los 30 años es una buena edad para aprender.
Así que, lo primero, era conseguir unos patines y un traje de TEDAX para evitar que me rompa la crisma mientras trato de aprender, cosa que veo harto probable. Podría haber ido al Decathlon y comprarme unos patines de baratillo, pero decidí acercarme a un negocio especializado, porque oye, eran mis primeros patines, y necesitaba asesoramiento.
El asesoramiento, amigos, hay que pagarlo, y me alegro a la hora de deciros que aquí no lo vais a pagar caro. Tienen patines, literalmente, de todos los precios. Desde patines de fitness hasta patines de velocidad, pasando por los que se usan para trucos y piruetas más elaboradas. Yo solo quiero unos patines de fitness, pero tampoco quiero cualquier cosa: quiero algo que sea cómodo y que no me quiera arrancar los pies después de cada clase.
Me explicaron cómo ponerme los patines y quitármelos, me dieron mi talla justa (resulta que, en la roller disco, estuve usando patines de dos tallas más de lo necesario, y de ahí mis rozaduras), me midieron el pie para estar seguros y me fui cargado de protecciones y un casco. No me ha salido barato, pero si uso los patines todo lo que planeo usarlos (ya he empezado mis clases) creo que va a haber merecido la pena.
Diré que me llevé mis patines con recelo: uso un 44 de zapato, y tras medirme el pie me dijeron que mi número de patín, si estaba cómodo y tenía los dedos estirados, era el 42 (27 cm). Me los llevé un poco receloso, y después de usarlos tres veces, he de decir que acertaron: cuando he alquilado patines he usado mi número de zapatillas y al final siempre terminaba con rozaduras y ampollas. Por el momento no he tenido ni una.

Es la tienda donde me compre mi longboard y he ido un par de veces más para comprarme otras cosas. La he recomendado a mis colegas que también hacen long o skate y no he tenido queja alguna.
Además, siempre me han tratado genial y han sido muy amables conmigo explicándome cosas y ayudándome en lo que podían. Además, suele ser un trato cercano y eso, por lo menos yo, lo agradezco en estas cosas.

Cuando paseo por el Retiro, y veo a tanta gente patinando y dando clases pra aprender, la verdad es que me entra un poco de envidia y pienso, ¿donde se tendrá que apuntar una para que poder aprender?. Pues lo acabáis de encontrar.
En esta tienda se hacen quedadas para ir a aprender a patinar al retiro, o bien simplemente para poder patinar, ya que si no tienes el equipo no pasa nada, ya que ellos te lo alquilan para que tu puedas probar este deporte, y si te gusta, en la misma tienda puedes comprar todo lo necesario para hacerte con un buen equipo.
Encontrarás todo lo relacionado con el patinaje y skate.
Hay mucha variedad donde elegir y a buen precio.

In-​Gravity es una tienda impresionante para comprar patines, patinetes, skateboards, etc. También accesorios relacionados con este mundo del patinaje y el Skate.
La tienda es espectacular, por lo grande que es y lo bien colocado que esta todo. Además los artículos quedan muy bien expuestos y son muy atractivos y modernos.
La estética de la tienda esta muy cuidada. Una manera de ambientarla, es mediante televisiones que muestran a gente realizando este deporte o que sigue esta forma de vida.

Siempre quise ser skater; nunca lo intenté… Otra de tantas cosas que lamentar. Pero In-​Gravity hubiese sido el lugar ideal para comprarme una tabla, y es que esta tienda hará las delicias de skaters y rollers, sin duda alguna.
Con dos plantas muy diáfanas, In-​Gravity seguramente sea una de las mejores tiendas especializadas en tablas y patines de la ciudad. Los tienen de todo tipo, de muchas marcas y todo exquisitamente colocado y ordenado.
Comentar que además de tablas y patines, también tienen accesorios y repuestos, pero nada de ropa, sólo pura mecánica.