Jandro

Este sitio es estupendo para empezar la noche y tomarse los primeros gintónics y chupitos de tequila. Un reciclado de bar de viejos muy interesante. Y la concentración de gente guapa por metro cuadrado rompe todas las estadísticas que conozco.
Eso sí, sospecho que en verano debe de ser insportable estar dentro, porque en todo el local hay un pequeño split que tengo mis serias dudas de que sea suficiente para evacuar el calor tórrido que debe de hacer ahí dentro.

Me gusta venir al Jandro a tomarme las 1ª copas (así en plural), está bastante bien de precio y para alguien que bebe como bebo yo y con los tiempos que corren, pues estas cosas hay que tenerlas en cuenta. Lo que no sé si el alcohol es de buena calidad, pero mira, en peores garitas hemos hecho guardia todos.
El ambiente esta bastante bien, gente moderna, modernas de mentira, modernas de pueblo, marica moderna y maricas de pueblo, vamos un buffet libre de personajes y personajas para entretenerte.
En veranito puedes disfrutar de su terraza situada como calle abajo, que si vienes desde la plaza de los cines luna, te preguntas y esta terraza de donde sale, pero bueno, los camareros se hacen el vaivén del bar a la mesa y viceversa.

a pesar de los tres eurillos que te cuesta la cerveza en la terraza, da gusto poder sentarse en esta esquinita con la calle ballesta a disfrutar de los estertores del verano en madrid.
atendida la terracita siempre por alejandro, nos liamos de palique hasta las tantas, ya que cierra a las 2:30 de la mañana, todos los días menos los domingos, que el Señor los hizo para descansar… ;)
eso sí: ni se os ocurra sentaros fuera del abrazo de las sombrillas instaladas. las palomas apuntan y aciertan que da gusto!!! XDDDD

Conocí este sitio un día que me llevó un amigo, que lo llamó «la última sensación hipster». Y yo, que no soy muy amigo del fenómeno, me temía lo peor en términos de servicio, trato y –sobre todo– precio. Por suerte, estaba equivocado, y ha pasado a convertirse en uno de mis bares habituales.
El Jandro tiene una decoración agradable. Tirando a retrofuturista-​setentera (por aquello de que procede de un bar de viejos de toda la vida) y poco a poco ha ido encontrando a su público en el complejo barrio de Malasaña (que es un barrio bien difícil). Las claves de su éxito son, por encima de todo, sus camareros, que siguen siendo tan simpáticos como al comienzo, incluso a pesar del éxito y de lo muchísimo que se llena el bar algunas noches. Lo segundo, sus precios, bastante populares para lo que acostumbra la zona. Y lo tercero, que el ambiente no tiene nada que envidiar al de ningún bar de Madrid: ya sea en la terraza ahora en verano o dentro en invierno, es un lugar para dejarse ver, para hablar con los habituales (y no tan habituales) y para que surjan conversaciones entre grupos de desconocidos de lo más apetitosas (algo bastante propio de la noche madrileña).
Un sitio para no perderse. Atención a las gominolas que ponen con las copas: como te descuides, tus compañeros de fiesta se las habrán comido todas.

Tengo simpatía al Jandro por razones extras. Durante muchos años ese bar era un bar de viejos, como los de toda la vida… pero llevado por chinos. Y además de bar daban comida, y lo mejor es que su especialidad que anunciaban en la puerta con un gran cartel era Pollo al Estilo Chino.
Pues bien, yo no como carne pero un par de amigos que viven en el en la propia corredera me dijeron que compraron alguna vez ese famoso pollo al estilo chino… y sabía a un pollo asado de toda la vida.
Hace no demasiado el bar de los chinos cerró y con mínimos cambios (unas luces, unos fluorescentes, detalles apenas…) se transformó en un bar cool de Triball. Ver para creer.
La verdad es que su aspecto entre añejo e industrial (dominan los grises) le dan un aspecto más que atractivo. luego, en realidad, no deja de sr un bar más, con cervezas y copas y público malasañero típico. Eso sí, ponen una pequeña terraza y el que conozca la calle y las cuestas que se gasta la misma puede imaginar que es una experiencia curiosa, como poco.

Este moderno bar de reciente apertura y con nombre un tanto irónico reune en Tribunal las condiciones perfectas para convertirse en referencia: con una decoración elegante y distinguida hace pensar en el típico bar de copas sibarita y selecto. Sin embargo el cálido ambiente y la posibilidad de poder pedir vino o caña crean un combinado perfecto para empezar la noche madrileña.
Si tienes la suerte de encontrar una mesa libre (O simplemente yendo pronto la encuentras fijo) podrás disfrutar con tu consumición de toda la gente que entra y sale sin parar, que ríe, que bebe, que baila, que charla…
Mitad pub, mitad bar, camareros simpáticos, ambientes mixtos… Nada te faltará en este singular bar.

ultimamente cada vez que voy a tomar una caña por malasaña y aledaños termino en este bar, y es que es muy barato, 1,20 la caña y ademas tiene buena música ambiente, electrónica muy tranqui, suele haber poca gente por lo que esta tranquilo, pero lo mejor es un sofá que hay a la entrada en el que se esta la mar de bien.
ahora han puesto terracita, habra q probar!

Si me paro a pensarlo, tengo más argumentos para ir a Jandro que a otros locales de la zona. Primero: tienen espacio para sentarse y no es muy difícil pillar mesa, sobre todo a primera hora. Segundo y fundamental: el precio de las copas. Hasta cuatro euros de diferencia con garitos que no quedan ni a cincuenta metros. El único problema que tengo es que el local me parece un poco frío, y eso que los camareros son bastante simpáticos.
Si vais, tened cuidado y no os paséis de largo. Tiene un luminoso, pero donde debería poner JANDRO BAR no pone absolutamente nada (lo pone en uno de los laterales, en cristal tintado). Mira, bien pensado, quizá por eso lo reconozcáis.
Mola, y punto.