Kruger

Fuimos un grupo de amigos por la cena navideña, muy agradable el lugar. La comida correcta, no muy alemana a mi manera de ver, pero si bien presentada y con el servicio de camareros muy atentos.
El menú costaba 22 euros y consistía en varios platos para picar, incluido para vegetarianos que comieron hasta mas no poder. Plus cervezas, sangría y refrescos barra libre.
Es como una cabaña alemana típica, con ese olor característico de la región.
Recomendable para comida de picoteo entre amigos.

Alemán situado en el sótano de la Plaza de los Cubos, entre Plaza España y Ventura Rodríguez.
Es un local amplísimo, con decenas y decenas de mesas enormes cuya estética repleta de madera es una curiosa mezcla entre local sibarita y comedor social de medio pelo.
Tienen carta con precios normales, pero fuimos con una promoción de menú de grupo que incluía unos entrantes, un principal a elegir, postre y barra libre de cerveza y sangría.
Iremos por partes: En primer lugar, los entrantes eran escasos de cantidad y correctos de calidad, sin mayores aspiraciones. Un guacamole poco picante, unos patés correctos pero casi sin pan para untarlos, una tabla de quesos de buen tamaño y de ibéricos de escasísimo tamaño y unas «delicias de pollo marinado» que no eran más que pollo rebozado frito en la sartén.
Con el plato principal no mejora mucho la cosa. Lo primero, porque a la hora de hacer la reserva te obligan a decir qué vas a querer, si solomillo o merluza… pues a ver, si reservo con 4 días de antelación, no tengo ni puta idea de qué me va a apetecer en ese momento, es de cajón. Pedí el solomillo y la escasez volvió a ser la protagonista. Son cuatro trozos literales de carne de cerdo (a mí no me pareció solomillo) con una salsa rica y tres patatas cocidas acompañando, literalmente.
La barra libre de bebida es cierta, aunque los camareros están tan saturados que tardan bastante tiempo en traértela. La cerveza no se de qué marca es, porque es una alemana que desconozco, pero no estaba mal, tenía un puntito dulzón al final que dejaba buen sabor de boca. La sangría era agua pura y dura.
El postre es para compartir y consiste en dos profiteroles por persona pringados de sirope de chocolate y fresa y con un poco de nata de bote. No se puede elegir otro, así que yo, que odio los profiteroles y odio el sirope, me quedé sin postre.
Tuvieron el feo detalle de, cuando le pedimos un poco más de pan, traernos panecillos tostados. Hizo falta poner cara de chiste para que reconsideraran su inicial propuesta.
26 euros por persona.
Ni chupito, ni café, ni na.
Una experiencia bastante común, sin nada destacable más allá del buen sabor del queso y el paté que ponen y el hecho de ofrecer barra libre de cerveza.
La próxima vez lo miro con más tiempo y resrvamos en otro lugar, porque yo a este me temo q no voy a volver nunca.

What a beautifully hidden little gem. I’ve been to Munich, Germany and the food at this restaurant is near perfect Bavarian style cuisine. The beer was the best in all of Madrid, way better than the typical Spanish piss style beer (mahou). The service could use a little help, but as soon as you get their attention they are very helpful. One of the best meals I’ve had in Europe, not just Spain. It’s underground sort of, take the steps down by McDonalds and its the first restaurant on your left.

Aquí podeis cenar bien y beber mejor, ideal para todo buen cervecero. Buen ambiente. Recomendable también para el bolsillo.

Buena ta, cómodo, Me gustó

Ubicado en los bajos de la plaza de los Cubos, este es el típico sitio donde organizan la clásica reunión de alumnos del colegio u otra cena-​pereza. En un local enorme decorado al estilo germano, en Kruger se pueden probar todos los clásicos teutones, desde salchichas a codillo, pasando por ensaladas, sin que ninguno resalte demasiado. El precio no está mal, pero uno se queda con la sensación de haber comido más en un parque temático alemán (con la calidad culinaria que esto conlleva) que en un verdadero restaurante bávaro. A esto le podemos sumar un servicio nefasto, con camareros que te ignoran (literalmente, al entrar pregunté dos veces al mismo camarero sobre mi reserva, y este me miró ambas veces y se dio media vuelta sin decir nada), esperas interminables, pedidos que no llegan etc… No os perdéis nada.

Restaurante alemán en el que fui incapaz de pronunciar lo que quería pedir. Está bien, aunque no es de mis preferidos, pero la comida estaba rica y siempre viene bien probar cosas diferentes.
Yo pedí una especie de rollitos de carne con queso cuyo nombre era imposible, pero estaban ricos. El amigo con el que fui se pidó una hamburguesa alemana que lo dejó bastante ocupado haciendo la digestión durante todo el día.
Precios medios-​altos (parecido al Vips).

Lo mejor del Kruger es su ubicación. Está en el pasaje subterráneo de los cines de Plaza de España.
Sin grandes pretensiones, está genial para tomarse unas salchichas alemanas con chucrut, o alguna ensalada alemana acompañada de una cerveza alemana, a buen precio, mientras esperas para ir al cine o la salida de éste.
Para mí es un sitio de conveniencia. No me iría hasta allí sólo para cenar.
El servicio no es muy atento y si hay mucha gente es un lugar ruidoso.

Es agradable ir a un lugar donde te sientes bien, comes bien y te puedes tomar tranquilamente unas cervezas.
El lugar es amplio y acogedor. A mi el rollo de la madera me gusta mucho, como que le da calidez al ambiente.
Para los carnívoros hay una gran variedad de embutidos alemanes, ahumados, platos de comida típica alemana y también platos vegetarianos.
Yo fui con muchas ganas de comer strudel de manzana, pero la verdad es que le queda mucho más rico a mi madre. También tienen una gran variedad de cervezas.
La el precio se ajusta a la calidad de lo que comes y si piensas en la zona en la que está, pues bien.

En Ventura Rodriguez, para los despitados es una zona que se encuentra cercana a Plaza España, en esta plaza empieza Gran Via, arteria imprescindible de la capital madrileña, aunque Rodriguez cuente con una escena que no nos caiga del todo bien, siempre podemos mudarnos a otra zona en un pis pas que se dice. Además cerca se cuenta con locales de todo tipo, sin duda para llevar a los amigos más reticentes a cambiar de zona ya que encontraran algo de su gusto.
En Krüger como ya podeis adivinar por el nombre se trata de un restaurante de comida alemana, no es demasiado grande y tampoco demasiado bonito, pero el precio y la calidad de la comida compensan los defectos.
Recomiendo y por desgracia fue lo unico del local que pedi parte de las salchichas que ofertan, grandes y maravillosas ellas, pero realizadas con una carne algo superior a lo habitual en las que se pueden encontrar en España, sin duda de mayor calidad. Resalto que contaban con una buena cantidad de cervezas raras para acompañar.
Buen precio, zona y comida lo suficientemente atrayente para al menos probar una vez.