La Enotaberna

This place was once an old guest house for a church and is now a small hotel and restaurant.
Had the prix fixe dinner here, and it was absolutely fabulous. I generally don’t trust TripAdvisor reviews for restaurants since they all show about 4 stars on average, but this one looked good in person also.
Prix fixe:
30 Euros
— starter of cold gazpacho-​like soup with a cheese ice cream– ⁵⁄₅! Basically a melted caprese salad. Amazing.
— croquettes– ³⁄₅ better than others I have had so far, but still shiny from grease when served. Three different flavor a.
— fish dish with potato and a brûlée cheese of some sort– ⁴⁄₅ really good! Excellent preparation and perfectly cooked though it could use a little depth of flavor.
— pork with a mustard raisin sauce and caramelized onions– ²⁄₅ okay, I’m totally making the sauce type up, but that’s what it tastes like. This dish was too sweet overall and needed either acid or heat to cut the sweetness. Sauce was shoved off to the side though presentation was lovely.
— dessert of cake, white chocolate sauce, and lavender ice cream– ⁵⁄₅ my buddy loved every bite of this unique dish. I don’t do white chocolate, so I ordered a «chocolate fondant» instead.
— molten chocolate fondant cake with pistachio ice cream– ⁴⁄₅ not as outrageously chocolatey as the U.S., which is good if you enjoy chocolate but don’t want to drown in it the way I do :)
— glass of wine and water come with prix fixe
No subbing desserts or getting a nicer one to pay the difference. So I just got the chocolate cake with pistachio ice cream instead :)
Since I’m not a huge drinker, the wonderful server offered to bring me a Coke instead. We left her a stateside-​sized tip since she is so awesome.
A fantastic meal here. Take your time and read cool Buzzfeeds on the free wi-​fi as time permits, though courses are paced nicely!

This is a cool place. It’s in the lobby of a tiny hotel, very well maintained and super clean. We stopped in for tapas and the service and food were excellent. Reasonable prices too. We had the pork sirloin on toast with a sauce and balsamic drizzle… wow! Will definitely come back.

Buscamos este local por recomendación de un amigo. Y guiados además por la ruta del cocido, allá que nos dirigimos con la intención de deleitarnos con este plato!
Nada más entrar, el local ya invita al goce de los sentidos… Me pareció un lugar encantador. El suelo de parte del restaurante es de cristal (da una sensación extrañamente agradable) y se puede ver una especie de bodega bajo los pies de las mesas.
Como no, nos decantamos por el menú de cocido, que por 16,50 €, ofrecía el cocido propiamente dicho y una botella de vino. La comida estaba buena, aunque creo que las raciones eran un pelín escasas. A su favor decir que pedimos que trajeran un poco más y no pusieron ningún inconveniente. Los camareros tuvieron un trato agradable, aunque es cierto que en muchas ocasiones parecía que había que hacer señales de humo para que vieran que querías algo, pero fue correcto.
No pudimos probar mucho más, y nos queda pendiente probar la carta, así que habrá que volver
Positivo: el local es precioso, sólo por eso ya vale la pena ir a comer o cenar. Aunque cuando entras parece que vayan a darte un sablazo, no es así, el precio es bastante asequible y por lo que vimos, incluso la carta lo parece, así que esa no es excusa. El hecho que pidiéramos un poco más de cantidad y no pusieran ninguna pega, dice mucho a su favor.
A mejorar: la atención de los camareros, que aunque el local es pequeño, a veces cuesta encontrarles. No ha sido el mejor cocido que he probado, aunque he de reconocer que estaba bueno y que no me importaría volver a comer cocido de nuevo

Fuimos recomendados por unos amigos. Estuvimos comiendo menú de cocido un Lunes a mediodía. A 16,50 € menú cocido con botella de vino tinto, todo lo demás a parte. El local está muy bien y fantásticamente decorado. La atención del personal también muy bien. El cocido estaba bueno, aunque tengo que decir que los he probado mejores en Madrid a un precio bastante parecido.
Sólo tienen cocido de Lunes a Viernes, en fin de semana no se sirve cocido. No hemos podido probar nada más ya que nuestra intención era la de ir a comer cocido. Seguramente volveremos otra vez a probar ya que vimos en carta bastantes platos que nos llamaron la atención y los precios eran bastante correctos. Por lo visto es un lugar con solera en la zona de la latina, así que repetiremos pero probaremos suerte con otros platos.

We were just strolling down cava baja looking for a specific restaurant but it was closed. We were asked to come inside to eat at this restaurant by the greeter who was telling us the special of the day. She was very friendly and asked if we spoken English.
We ordered sangria and the croquettes sample plate. The croquettes were very good. We were still hungry so we ended up ordering a plate of the iberica ham which was so delicious.

Great spot to grab some tapas and a cerveza. The tortilla was really good here.

I came here today, looking for the restaurant across the way but I decided to visit here because it wasnt open.
I enquired if they did Gluten Free and all on the menu was really meat, I was dissapointed as not a big meat eater so just decided to have a Apple Juice. I was told it was fresh but it wasnt, it tasted horrible, out of a carton and they put ice in without asking.
The person who I spoke to did help me try and find another place, constantly reminding me about the good meat she cooked at her restaurant.
The 2 members of staff I spoke to constantly tried to tempt me to find somewhere when other places failed in good english but I understand they were trying to get buisness as I was the only one their at the time.
The staff were helpful but the drink I had and the menu I could of had wasnt great, also lying about the juice being fresh means I cant give more than 2 stars.

Comida en LA POSADA DEL LEÓN DE ORO, situada en la Cava Baja, una de las zonas más castizas y turísticas de Madrid. Ubicada en un edificio de más de cien años que ha sido completamente reformado y alberga también un hotel boutique de cuatro estrellas. El restaurante ocupa la planta baja y lo que era el antiguo patio de vecinos de la finca. A la entrada una barra y zona de tapeo con mesas altas, y al fondo el restaurante, bastante amplio (unas 20 mesas). La rehabilitación está hecha con mucho gusto, han logrado crear un ambiente moderno pero conservando el espíritu original de la casa. El suelo del comedor está acristalado y se pueden ver los cimientos de la antigua construcción, espacio que han aprovechado para albergar una bodega. La carta es corta, con elaboraciones sencillas de tipo mediterráneo, unas diez propuestas entre ensaladas, carnes y pescados, y unas diez raciones.
Dos personas, pedimos todo a compartir:
— Carpaccio de foie (13,50 €). Que consistió en el foie cortado en finas láminas, con un fino chorrito de aceite por encima, unas rodajas de pan tostado y se acabó. Estaba bueno, pero servido con poca gracia, así te lo puedes hacer tú mismo en tu casa. Se hubiera agradecido algo de acompañamiento, no sé, una confitura de frutos rojos, una reducción de oporto, unos frutos secos… que se note que estás comiendo en un restaurante vaya.
— Steak tartar (19,90 €). Aunque no lo dan a probar, tienen el detalle de preguntar por el punto de picante deseado. Muy sabroso pero, como en el caso anterior, la carne vino muy solitaria, también se echa en falta algo de guarnición.
— Chipirones a la Plancha (14,90 €). Cinco chipironcitos pequeños, pero frescos y tiernos, con un cordoncito de aceite emulsionado con perejil por encima.
Y para terminar, un fondant de chocolate también a compartir (6,90 €), postre que lleva unos 20 minutos de preparación pues viene calentado en el horno y acompañado de una bolita de helado de pistacho. Muy rico, y es que estos postres de chocolate que mezclan diferentes texturas y temperaturas son una apuesta segura.
Muy buena carta de vinos, con muchas referencias de casi todas las denominaciones de origen, aunque un poco subidita de precio. Nosotros elegimos un Mencía joven del Bierzo, Castro de Valtuille (17,10 €), servido a buena temperatura y en copas adecuadas.
Servicio muy atento y servicial, pero también es cierto que era un viernes a mediodía, y sólo había dos mesas ocupadas en todo el comedor (una pena porque reitero que el local es una preciosidad). Con un café, y gracias al «efecto kviar» pagamos 54,53 € que consideramos un precio adecuado. Sin descuento la cosa se hubiera ido a casi 80 €, y nos hubiera resultado demasiado caro teniendo en cuenta la cantidad y la calidad de lo consumido. Pues nada, ya lo conocemos, aunque nos encantó el local la comida nos dejó un poco indiferentes. Creo que tardaremos en volver.

Excellent wine list. They have a large selection by the glass and list the wines on a chalkboard with the grapes contained in each bottle. The staff is knowledgable and speaks English too.

The Conchinillo Asado paired with an excellent red, Honoro Vera, was everything I needed for tonight. Muy satisfecho!

We wandered into Posada del León de Oro in this area full of restaurants according to our Spanish guidebook. The décor and atmosphere is really neat with lots of wine bottles everywhere and a see-​through floor with even more wine bottles underground. The tables are all on top of this glass so you can see and eat on top of all these bottles on the rocks. Very artsy. From time to time, you might also see one of the waiters lift up one of the glass panels and go under to get a bottle.
I think the food is really hit or miss here on the menu and certainly a little pricy. The croquettes were good but a bit expensive. The fresh farm eggs were not so special and just came on the fries with a bit of ham. The hamburger ordered by my friends was a bit strange and only came with half the bun… so no bun on top. The meat was good but nothing so special.
I was very happy with my duck dish; the meat was so soft and parred well with the orange jam and prunes. I also really like duck. I think I was lucky though with my ordering. It could have come with some vegetables though to really tie the dish together.
So… be careful with ordering or if you really like wine, this could be a good place.

The food that I had here was utterly unremarkable.
* Croqueta sampler — 8EUR
6 croquetas, 2 each of the 3 flavors on the menu – pine nuts, spinach, raisins; cheese; and jamon + leek.
* 2 fried eggs with Manchego ratatouille, served on a bed of fries — 9.9EUR
They had some meat and fish dishes in the 15EUR range, but we didn’t order those.
The gin + tonic (10EUR) I had was roughly ¹⁄₅ gin and ⁴⁄₅ tonic, with way too much ice. The server made a huge show of pouring and stirring it at the table, so we could actually see how little gin was in the drink.
Service was good. The décor was cool, with a giant wall of wine bottles as well as a transparent floor in the main dining area that allowed us to look down into a space with scattered wine cases and bottles.

#juevesdereseña El pasado jueves estuvimos dando un paseo por la Latina y nos decantamos por probar este lugar. Nos llamó la atención su espacio sobre todo. Una gran corrala donde disfrutar de una rica comida.
Puedes escoger entre tres zonas para tomarte tu cervecita/​copa vino/​sangría y tu tapa. Una zona cercana a la barra muy sencilla con taburetes, otra zona donde tienes unas mesitas de madera y taburetes que se encuentra encima de lo que serían unas cuevas muy antiguas y, por último, unas mesitas de madera cercanas a al zona del restaurante.
Nosotros pedimos unas cañas y una sangría que ponía que era impresionante! La verdad que era un vaso grande y hermoso, pero las he probado mejores la verdad, esta estaba buena pero es que llevaba demasiado azúcar, vamos que me hizo despertar de lo lindo! Acompañando la cosa una tapita de aceitunas, con lo que siempre digo que una tapa no es una aceituna, es más bien un acompañamiento. Además nos pedimos una tosta de sardinas con pimientos que a mis acompañantes les encantó.
Eso sí, no probamos nada de carta pero nos quedamos con las ganas porque tenía una pinta… pero ojo, tiende a ser caro!
Pero me gusta porque últimamente por la Latina hay muchos bares morralla y este es un pelín diferente y especial

Es un hotel-​restaurante y es absolutamente precioso. Lo primero, destacar que cuenta con WiFi, y para mí con eso me tienen ganado. Pero además, si quieres comer en un sitio con solera y bastante sorprendente, no tienes más que acercarte por aquí, porque tampoco es excesivamente caro.
Yo me hice con una hamburguesa, que se come bien, está deliciosa y te quedas fenomenal, y la verdad es que acabé muy contento. Mi acompañante prefirió guardar la línea, pero hay que decir que nos sorprendió ver cómo traían el consomé de bien preparado (con un huevo de codorniz y dos bombas de lo que supongo era Jerez en un plato enorme, y el caldo ardiendo por otro lado, en un arranque de originalidad; y la parrillada de verduras tenía muy buena pinta.
Solo le encuentro un inconveniente: yo odio que me atosiguen mientras como, pero si hay algo que me gusta casi menos que eso es sentirme desatendido. Supongo que es muy difícil encontrar el balance pero, ¡oh, cielos, qué difícil fue encontrar /​llamar la atención de un camarero!
Dejando eso a un lado, totalmente recomendable y de precio medio (mucho menos caro de lo que te imaginas cuando entras, eso sí…)

Uno de los grandes aciertos que han tenido los encargados de la reforma de esta posada centenaria son las enormes puertas de cristal en su entrada porque si no fuera por ellas nunca me habría decido a entrar a curiosear su interior y, una vez dentro, ya curioseando, decidirme a probar esas croquetillas de queso azul, jamón y boletus con un mencía berciano. Aproveché esa ocasión para visitar alguna de las habitaciones de la posada organizadas en torno a una corrala cuyo patio sirve de comedor.
En posteriores visitas he disfrutado tanto d¡Enhorabuena por esa insignia Élite 2013! más vinitos acompañados de su respectiva tapa (la de gracia es empanada de carne bien rica) como det alguna cena con resultado satisfactorio: la hamburguesa del León de Oro es una delicatessen excelente con un buen puñado de carne picada, la tosta de ibérico con salmorejo crujiente y en su punto, impresionante el consomé al jerez con sus tres semi-​esferas de aroma (ver la foto llamado «caldo»).
La atención, siendo my amable y cercana sí que podía mejorar el tema de la atención pues cada vez que he ido y aún habiendo poca gente, he tenido que ser yo quien en varias ocasiones tras largas esperas haya ido a buscar a los camareros para pedir nuevas consumiciones.
Curioso detalle el de la tarima flotante de cristal que permite ver las bodegas y las antiguas escaleras que daban acceso a zonas no tan nobles de la edificación. Que sí, que esto no es nuevo, pero siempre yo siempre agradezco que se dejen ver esas entrañas de la historia y que las paredes lúgubres por fin puedan respirar luz y ver qué hay por ahí afuera. En definitiva, es un pequeño tesoro arquitectónico escondido en La Latina, en su calle más representativa: la Cava Baja, y un espacio por el que han desfilado y dormido desde espadachines hasta saltimbanquis pasando por gente de mala vida, como quien escribe esta reseña.

Great selection of wines and good tapas, but slightly higher than others in that area of Madrid. The small amount that we sampled was good but we were there mainly for the wine.

A little pricey for most tapas bars but the quality FAR exceeds its competition… Just look at the pics. Food was WAY-​good