Uno de esos bares escondidos y que no llaman excesivamente desde fuera, por lo que tiene que llevarte alguien que sabe lo que hace. El espacio en la barra no es excesivo, especialmente cuando juegan el Madrid y el Atleti, pero conseguimos hacernos con el barril que está nada más entrar y estuvimos bastante cómodos. De beber tienen Alhambra(botella) o Estrella de Levante(barril) si eres cervecero, o cualquier otra cosa si no lo eres. De comer tienen, principalmente, tostas; nosotros compartimos una de solomillo con tomate, queso de tetilla y queso brie que estaba muy buena, y una de canónigos, lacón y mayonesa que era estándar pero se agradeció igualmente, especialmente porque a esas horas la cocina ya estaba cerrada pero nos las hicieron igualmente. Lo que no nos gustó mucho fue el aperitivo, una especie de nuggets de pollo resecos más parecidos a comida de astronautas que a otra cosa, pero como es la tapa gratuita que viene con las consumiciones me estoy quejando de vicio. Me gustó mucho y volveré si estoy por la zona, aunque tengo entendido que los domingos se pone impracticable con el Rastro.
Mnpa P.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Una visita obligada en un domingo canalla. Aquí he encontrado el maridage perfecto: rebujito para acompañar el mollete de salmón con mayonesa de wasabi… Si estas en la latina no puedes dejar de ir.
Empar O.
Rating des Ortes: 4 Valencia
La Flamenca nos consoló a mí y mi compañera de piso un día de esos que estábamos bajas de moral, ay los amores… Nos sentamos en una de esas mesas pequeñitas de la entrada y como hacía bueno estaban todas las puertas abiertas, era como estar dentro y fuera todo a la vez. Y venga la caña, venga la caña… ahora el pinchito, ahora te hago una foto, ahora que nos la haga el chico de la barra, ahora le pregunto que si es de Madrid y ahora estamos todos juntos sentados compartiendo birras. Al final se nos pasó el malhumor.
Ana L.
Rating des Ortes: 4 Madrid
La Flamenca es el tipo de bar que no se libra de mi visita cuando voy a la Latina. Con la cerveza te ponen un pincho siempre, hay buena música, ambiente agradable y tienes una zona para estar sentada y abajo una zona más canalla, para estar de pie bailoteando. En verano, abren las dos puertas y, si pillas la mesa baja que está al lado, es como si estuvieras en una terracita. Es un sitio todoterreno al que puedes ir por la tarde de tranquis o de noche a tomar copas. También tienen tostas, por lo que puedes ir perfectamente de tapeo. El personal es muy agradable y atento, aunque los domingos se complica la historia, porque hay mucha gente que viene del rastro y se pone hasta arriba, con lo que es difícil entablar cualquier conversación, pero es lo habitual en este tipo de bares. Se puede hablar con los dueños para organizar fiestas y te hacen precios especiales por el barril de cerveza y comidita, que la verdad está bien buena.