La Otra Casa

Un ambiente agradable que respalda lo mejor: una carta breve, muy cuidada, que adaptan constantemente al mercado; para ir y repetir.
Carta variada de vinos, también por copas, y en buenas condiciones de conservación.

Buen ambiente, buena comida, con encanto

Restaurante cuqui ambientado en plan casa de abuela. Al margen de eso, la carta esta muy bien, pero aunque la comida está buena es quizás algo escasa.
No te puedes ir sin probar la papa rellena de morcilla. Ñam!!!

De ente la cantidad de restaurantes que hay en Lavapiés y que participan en cada edición de Tapapiés «La otra casa» destaca por su buen hacer en la cocina.
Comida de buenísima calidad en un ambiente cuidado y acogedor.
Para una comida de fin de semana recomiendo la lasaña de rabo de toro, una ración que sacia de placer.
Sin lugar a dudas, uno de los indispensables de Lavapiés.

Encontré este sitio hace un año en la feria de la tapa de Lavapies, Tapapíes, y fue todo un descubrimiento. Me ganó una tapa de patata rellena de morcilla con un toque de salmorejo que estaba espectacular.
Por otro lado el local es muy bonito, así que nos decidimos a ir un día a probar el menú de 3 platos por 15 euros. Si tuviera que resaltar algo lo tengo clarísimo: lasaña de rabo de toro. Espectacular. Aunque las albóndigas rellenas de foei tampoco se quedan cortas.
Para mí el sitio es genial, la pena es que está algo escondido.

Gracias a sitios como éste, descubrimos una nueva cara gastronómica de Lavapiés, más allá de las tabernas hippilongas y los restaurantes hindús. Cocina de calidad, en pequeños platillos con los que configurar un menú a medida y un local agradable donde no hay una voz más alta que la otra. Nos gusta repetir con frecuencia para descubrir los platillos que, cada temporada, Luis Bondía incorpora a la carta. Y el domingo, un cocido impresionante. Cada vez estoy más convencido que los mejores cocidos de Madrid son los que no salen en los rankings oficiales todos los años

Un sitio absolutamente recomendable para comer de menú, un menú muy especial y con bastantes opciones para elegir.
Mi selección fue muy acertada, pero igualmente lo fue la de mis acompañantes, porque a todos nos encantó. Yo tomé ceviche de entrante, con un punto de aliño exquisito, sopa de cocido de primero y lasaña de cola de toro de segundo. También metí el tenedor en los platos de los demás y probé unas croquetas de diez, un pulpo con aliño de rúcula y albóndigas con foie.
Si te apetece comer de menú de lujo, esta es tu opción.

Sitio muy chic, muy caro, comida de diseño poco abundante, esta bien para degustar combinación de sabores. La chica francesa que nos atendió un poco seca y no nos entendía muy bien. Para una vez está bien.

Siempre me ha gustado mucho el local que hay en el número 6 de la calle del Olivar. No me preguntéis el motivo, pero siempre me ha atraído muchísimo y me ha parecido uno de los locales más desaprovechados de Lavapiés. Es decentemente grande, las cristaleras llaman la atención y está colocado en el punto justo de la cuesta para que .si llegas desde el centro– no te dé pereza subirla de vuelta. Los que llegamos desde más abajo, desde Embajadores o Lavapiés, ya estamos acostumbrados a subir cuestas, y en el fondo cuando vamos hasta allí lo hacemos con bastante premura, porque sabemos la recompensa que nos espera al final del camino. Y a la vuelta la cuesta es de bajada, cosa que se agradece mucho.
Así que me alegré mucho cuando vi que un nuevo equipo se había hecho cargo de este local, y que habían abierto un restaurante, al que precede su fama: ganadores el año pasado del concurso popular de tapas «Tapapiés», no nos podíamos perder su propuesta esta vez: la papa rellena con morcilla de la que todo el mundo hablaba.
Así que allí nos plantamos, y me alegré mucho de que el sitio estaba de bote en bote, pero sin agobios: gente en la barra, disfrutando de la tapa, pero también gente diseminada por las mesas, y gente comiendo en el saloncito de abajo. Me alegra que el local haya encontrado su público, y que les vaya bien –o al menos, eso es lo que parece-​.
La tapa, que es lo que nosotros fuimos a probar, exquisita. Este año yo no les concedería el premio máximo (probé una simplemente espectacular, la reseña está en camino) pero sí les dejaría en un honroso segundo o tercer puesto. Tengo que volver sin dilación a comer o cenar de menú, que recuerdo que fui al poco de que cambiasen el equipo, y creo que por cuestiones que ya hoy parecen subsanadas, no salí del todo satisfecho. Pero sin duda, ahora me apetece mucho repetir. Así que a esta reseña le sucederá una actualización en breve.

Fuimos a la hora del menú.La verdad que fue una muy buena experiencia.
como aperitivo ordenamos unos platos de atun como tipo ceviche y otro que la verdad no recuerdo pero lo que si recuerdo es que el sabor era exquisito.
Luego vino la paella, con gambas, y otros mariscos… exquisita!
la verdad que todo estaba fresco, con mucho sabor y bueno que mas puedo decir, el chef es peruano y cocina muy bien! no puede ser de otra manera
Vayan! lo recomiendo!