La Real

He comprado en esta semana pasada en esta floristería unas rosas maravillosas, blancas y otras rosa pálido con las que me he montado «mi ramo semanal».
Reconozco que no fui inicialmente a esta floristería, fui «a otra» en la que tengo costumbre de comprar cuando busco algo especial. La verdad es que lo que ví no me convenció y decidí buscar otra floristería por las inmediaciones. No tuve que buscar mucho porque de lejos ví la montaña verde que tienen en el interior y me dije … para adentro.
El señor muy agradable, me preparó las rosas y me puso algo «de verde» para ganar volumen. Como las rosas no eran individuales sino que eran de mediano tamaño y en rama enseguida el futuro ramo fue cogiendo forma.
Me gustó mucho como me trató, me gustaron mucho los precios, y me gustó mucho la calidad de la flor cortada, … las rosas aun aguantan!

Las floristerías son uno de mis comercios favoritos, todo sea dicho. Aunque también es de recibo comentar que tengo muy poca (por no decir ninguna) mano con flores y plantas: excepto las flores de pascua (que ya es raro) consigo que se me mueran todas en tiempo récord.
Eso sí, me encantaría que mi casa pareciera un vergel (que no es el caso, más bien parece un desierto, pelusas de esparto incluidas). Por eso, las veces que he tenido que comprar una planta, suelo ser la persona más pesada del mundo, rollo «¿y esto cómo se cuida?» «¿y dónde la tengo que poner?» «¿le tiene que dar la luz?» y así ad nauseam, para desgracia de la persona que me atiende.
En La Real, he de decir, que fueron ultrasimpáticos y me echaron una mano con todo. Tienen unos precios bastante ajustados (sobre todo teniendo en cuenta la zona en la que están) y puedes encontrar plantas bien bonitas por precios muy buenos, que te envuelven divinamente para regalo. Un diez, la verdad, que además el dependiente hizo algo que me encanta, pero que no hacen en muchos sitios: después de darle la tarjeta de crédito empezó a llamarme por mi nombre. Vale que nadie me llama nunca, jamás en la vida, Manuel (o muy poca gente, un círculo que se reduce simplemente a mi familia), pero me hizo una tonelada de ilusión.

Sobre una antigua chatarrería brotó hace catorce años esta floristería situada en una de las zonas más bonitas de Madrid. Y para no desentonar con el aspecto de antigua villa del barrio, de calles estrechas y fachadas de piedra, La Real se integra en el espacio como si fuesen los prados del entorno.
Su fachada colorida te obliga a decelerar el paso, pararte y contemplar. Te aconsejo que entres. En el interior han conservado algunos elementos del antiguo negocio, como el mostrador. En los estantes exponen maceteros originales que importan de una casa belga.
Tienen toda clase de plantas, no faltan ni las tropicales. Tulipanes todo el año. Realizan entregas a domicilio, con la particularidad de que si el lugar de destino se encuentra dentro del perímetro de la M-​30, no cobran gastos adicionales.
También decoran espacios para eventos, tanto exteriores como interiores, y como particularidad, alquilan plantas, por si quieres preparar alguna celebración especial.
Otro dato a destacar, es la venta de plantas liofilizadas, destinadas a lugares interiores. A estas plantas se les ha extraído la savia y en su lugar se ha inyectado glicerina. Con esto se consigue que la planta tarde en marchitarse.