Este bar ha ido cambiando de dueños en varias ocasiones. Al principio estaba muy bien, con mucho ambiente, música y comida rica. Con el cambio de dueños ha ido yendo a menos, tampoco puedo hablar mal del local, ya que me tomé una caña con su aperitivo correspondiente, pero no me llegó a ofrecer nada especial para engancharme. El ambiente era desangelado, con poca luz, algo ténue. El trato fue bueno, pero en los alrededores hay bares mas acogedores. No está mal para tomar una caña, pero creo que no será de los fijos…