Aunque el local se quede un poco pequeño como restaurante, sus especialidades ecuatorianas hacen que al menos una visita merezca la pena. El plato especial que ofrecen con orgullo los domingos es el caldo de manguera. Antes de que algún espabilado lo interprete, literalmente, como agua, explico brevemente que se trata de un guiso que lleva menudo de cerdo, arroz, col… y que según ellos se puede comer para desayunar un domingo. Bueno, desayunando a las 15:00 no tendría ningún problema, eso sí, para volver ipsofactamente al sofá y pegarme una buena siesta.