Makkila

Makkila es un restaurante comodín al que ir cuando no sabes que plan vas a tener un viernes por la noche. Puedes ir a cenar (platos un poco pequeños pero originales y ricos) en un ambiente jóven y divertido. Hay música y si te animas puedes ir tomandote uno de los muchos cocktails que sirven y acabar saliendo por el centro.

Para mí 5 estrellas! Un sitio con un ambiente genial, muy bien decorado. Los camareros son súper amables. La primera vez que fui, debido a un error q cometieron, tardaron como 30 min en servirnos, y vinieron a disculparse y nos regalaron dos pinchos!!! Recomiendo mucho el pincho de chipiron relleno y la ensalada de pollo crujiente. Los postres sublimes!!! Y de precio normal, tampoco barato pero no es caro. Se ha convertido en uno de mis favoritos.

Buscando un lugar donde comer cerca de Alonso Martínez, acabamos en este local en el que conocíamos que los desayunos eran bien completos, ¿darán de comer? Pues va a ser que sí…
Lo primero que llama la atención es el local en sí: un ambiente agradable con detalles en decoración y distintas zonas marcadas por el propio mobiliario adaptado a cada situación: un banco corrido en la carpintería de la fachada o una pequeña barra extra donde ponerte a trabajar con el ordenador.
Con respecto al servicio, ninguna queja. Se aprecia muy buena organización entre los camareros y responsables, resultado del pinganillo que llevan todos ellos y que parece funcionar. Escuchamos una conversación con unos clientes sobre algún problema y no dudaron en solventarlo primero con disculpas y después con invitación a café y postre.
Hablando de la comida, la verdad es que estuvo bastante bueno lo que tomamos. Unas croquetas de roquefort y unos rollos de pato que nos gustaron mucho. De postre tomamos coulant de Ferrero y helado de vainilla, una gordez máxima deliciosa. Nos comentaron que de tarta del día puedes preguntar por la tarta de cerveza negra! Lo único es el precio; nosotras comimos estupendamente, pero si lo que quieres es ponerte morado no te lo recomiendo especialmente si no quieres dejarte mucho dinero.
En definitiva, un lugar para ir si toca comer y no estás hiperhambriento, y también para estar tranquilo entre horas.
¿Volveré? Esa tarta de cerveza me tiene intrigada…

Pesima comida y atencion al cliente. Se equicaron al tomar la comanda y trajeron platos que no habiamos reclamado. Además la penúltima tapa fue la ensalada lo que da a entender el orden de salida de las tapas… El café fue peor que me había tomado en mucho tiempo… Eso si sitio muy pijolis, se podría decir que lo único cuidado era la decoración…

Sitio que por poner de decoración lo que sobra de una mudanza y los platos descascarillados, te incrementa un 20% la factura. Los pinchos justitos, la hamburguesa exquisita y los postres sublimes. Los platos tienden a acabarse, así que ir pronto. El servicio fenomenal.

El otro día había quedado para tomar unos vinos con un amigo en Alonso Martínez. Y cuando casi me dirigía al Sexto, terminamos recalando en este lugar, que siempre lo veo desde fuera, con esos ventanales y lo veo hasta arriba. Es por eso que pensé «seguro que es barato y está bien».
Pues bien, entramos y estaba bastante hasta arriba. El lugar es modernito, con decoración así rollo maderitas y sillas y mesas cadaunadesupadreydesumadre, que imagino que os hacéis a la idea porque de un tiempo a esta parte no se abre otra cosa en Madrid.
Primera ronda: una cerveza y un vino blanco, del birra solo tienen Brabante y de vino me ponen uno estándar que estaba bastante rico. Nos traen un cuenco de patatas fritas tipo chip, alguna un poco rancia, y rollo miguitas. La verdad es que con lo mono que es el sitio, podrían esforzarse más.
Veo que en otras mesas están poniendo una tapa de arroz, así que pedimos otra ronda y nos ponen un arroz con cosas que tenía una pinta buenísima, pero que era la cosa más insípida que he comido en mucho tiempo. Impresionante. No sabía literalmente a nada. Vamos, de hecho se quedó la tapa entera… ¡Casi hubiera preferido patatas chip otra vez!
Precio total, 11 pavos. Un poco caro, a 2,75 € de media la consumición, y encima por una tapa no muy rica. El servicio, además, fue un poco seco, sobre todo el primer camarero que nos atendió (el que nos trajo la cuenta tenía un poco más de arte). No sé, no entiendo el éxito arrollador que tiene.

Sitio de tapas en la zona de Alonso Martinez. Moderno, donde dejarse ver y además buenas tapas