Manolo

Los manolitos (cruasanes pequeños) son una delicia, obligatorio probarlos!
Y ahora que estamos en Navidad también hay que decir que tanto su roscón con nata como el de sin relleno están muy ricos y esponjosos.

Soy muy fan de los cruasancitos de Manolo (aka «manolitos»). Los descubrí gracias a Cris D., aunque solo de oídas, porque no los probé hasta que abrieron este establecimiento en el verano de 2014. ¿Y por qué? Porque son originarios de Colmenar/​Tres Cantos, lugares que me pillan un poco a desmano.
¿Y qué decir de los manolitos? Realmente, como comenta Amparo L., deben de tener droga, porque son muy (muy) adictivos. No me he puesto a prueba, pero yo creo que me podría comer diez del tirón (o más). Son unos pequeños cruasanes como melosos que pueden estar cubiertos de nada, de chocolate negro, de chocolate blanco o de tres chocolates. Pero da igual cuáles te lleves, porque están todos muy tremendos. Los venden al peso, por lo que incluso puedes llevarte solo un par. Pero, si quieres más, tienen cajas de cuatro tamaños. Yo, cuando he querido llevarlos a casa de alguien, siempre he comprado la pequeña, donde caben unos 8 – 10 y que sale por cerca de los 5 €. Triunfarás seguro.
Además de los «lolitos», también tienen pastas, bombones, pasteles, tartas, pan, etc., todo con una pinta que te entran ganas de esconderte en el baño, salir a las tres de la mañana y arrasar con todo (muerte por azúcar). Y enfrente de la pastelería, barra y mesas para desayunar, comer o merendar.
Si no se lleva las cinco estrellas es porque no puedo basar mi opinión exclusivamente en un producto, ya que la oferta es muy amplia. Pero una cosa es segura: TIENES QUE PROBARLOS.

Creo sinceramente que los manolitos llevan droga dura, porque cualquiera que los prueba se vuelve adicto. Son cruasanes pequeñitos almibarados, además de los normales hacen también de chocolate y de varios chocolates. Además en la cafetería puedes tomar algo, también salado.
Pero vamos, al lío, que vayáis a por manolitos y os hagáis de esta secta, me lo agradeceréis xD

A veces soy más de pueblo que las amapolas y no me entero de las cosas importantes de la vida, como comer Manolitos. El otro día pasamos por la puerta de la pastelería y al decir que no los había probado nunca una amiga (que ha escrito una reseña más abajo) me arrastró hacia dentro, yo los miraba y pensaba «pues parecen cruasanes y ya», pues no, no sé qué llevan, no sé si es el almíbar, el chocolate o qué pero están buenísimos y nada más probar el primero devoré los dos siguientes con ansia. Agradecida y emocionada de que me obligasen a probarlos

Íbamos a por helado a un local cercano que ha desaparecido, y como habíamos visto que aquí había, entramos a probar. Es una panadería-​pastelería-​heladería muy mona; para ser exactos, es tan mona como varias decenas de locales similares que he visto ya en Madrid y a los que empieza a llegar la decadencia, así que espero que sepan combatir bien con el producto, aunque les predigo ardua lucha al estar en una zona difícil para lo que ofrecen.
Sea como sea, el local es muy agradable pero el hilo musical de temazos latinos del momento deberían apagarlo y después arrancar el botón porque no le pega nada con lo pitiminí del papel de las paredes. En cuanto al helado, aunque me lo comí todo no me gustó mucho, no es el mejor de la ciudad ni por asomo. Y a las personas que atienden las veo bastante poco experimentadas, y de hecho tardaron unos cuantos minutos en atendernos a pesar de ser los únicos clientes en ese momento porque tenían problemas con las cajas.
Para un café ocasional en una zona que no cuenta con sitios de este tipo (había un Starbucks en la esquina y lo cerraron), bien; para todo lo demás, creo que aún les queda recorrido.