Que no, hombre, no todo van a ser bares de diseño vanguardista y cartas elaboradas. También hay que seguir dejando hueco en nuestras calles a esos bares de toda la vida. Esos bares con camareros medio descamisados y camiseta interior blanca y de tirantes. Esos bares en los que sentarte a ver el fútbol y poder dar cuatro voces cuando no estás de acuerdo con la decisión del árbitro. Esos bares con nombres tan castizos como«El Manolo». Me reencontraba con un amigo al que hacía bastante tiempo que no veía y que es muy asiduo a este tipo de lugares, por lo que me trajo aquí y claro, la euforia de volver a vernos hizo que cayeran varias rondas de cerveza. Con cada ronda, un plato de comida. De batallón, sí, pero en grandes cantidades, que para eso estamos aún en edad de crecer(a lo ancho), que si alitas de pollo, que si salchichas con salsa, que si huevos rotos… Tanto hacía que no nos veíamos que nos calentamos y pedimos un entrecot para los dos que, la verdad, no estaba nada nada mal. Y al acabar… ¿que si una copa? ¡pues claro, hombre! Y de las de antes, de las de mitad y mitad. Salimos literalmente rodando y todo ello por 38 €, a menos de 20 € por cabeza, y con el buen trato y la camadería de los bares de siempre(sí, por si fuera poco, nos invitaron a chupito al acabar) Eso sí, el local es bastante pequeñito, por lo que tienes que estar dispuesto a convertirte en una sardina en lata mientras estés dentro.
Reyes A.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Paramos en este sitio porque una amiga de la panda había estado en alguna ocasión. Bar Manolo es un bar de barrio. Por dentro, pequeño y un sitio que si no lo conoces, es probable que no te pararas a tomar nada. Aunque verlo lleno como nos dicen que suele estar siempre, es una señal que por lo menos invita a probar. En verano ponen unas mesas en la terraza. Terraza al ladito de la carretera, pero terraza al fin y al cabo. Tuvimos que esperar porque estaban todas las mesas llenas. Éramos las siguientes y tuvimos suerte, porque no tardaron en dejarnos un sitio. Tras nosotras, se iba haciendo cola de gente esperando su oportunidad de «pillar» mesa. Un camarero más que eficiente manejando todas las mesas y todo lo que la gente iba pidiendo. Nuestro turno: Una doble con limón, un tinto de verano y un rioja. Que viene acompañado de un hermoso plato de Fideua, que estaba muy rica y los trozos de pollo con saborazo(parece que cuidan la materia prima…). Siguiente bebida, que vienen acompañadas de salmonetes rebozados y plato con tortilla de patata. Esta tortilla no es cualquier tortilla… ¡qué delicia! Buenísima. Aún así, fuimos atrevidas. Mucho. Y pedimos una ración. Unos huevos rotos con Jamón. A menos de 10 euros la ración. Y pedazo de ración. Y ¡¡qué buena! Más que generosa ración y llena de Jamón(que en muchos sitios suele escasear…) Y, las patatas, nada de congeladas… Patatas, patatas, ¡bien hechas! No pudimos acabar con todo… y si quieres te lo ponen para llevar. Nada caro como veis para los tamaños que manejan y sobre todo para la calidad que parece que es buena. Vamos, vuelvo seguro, aunque tenga que hacer cola para esperar mesa.
Juan D.
Rating des Ortes: 2 Madrid
Buscando un sitio para comer cercano al hospital al que acudimos regularmente esta temporada(porque siempre nos toca alguno), recalamos en este bar de toda la vida que tiene un menú del día bastante variado y a precio popular. Nada más entrar nos sentaron en una mesa de cuatro personas aunque solo éramos dos, lo que está muy bien si lo piensas, pero lo malo es que está prácticamente en mitad del tráfico entre cocina y baños y el resto del local, lo cual lo convierte en un lugar excesivamente transitado y bastante incómodo. Más incómodo si cabe lo hace el hecho de que el local esté abarrotado de gente a la hora de comer, los camareros no den más de sí y la patrona les esté chillando de mala manera públicamente diciéndoles que descansarán cuando ella les diga y no antes, y que si tienen hambre que se esperen a media tarde, que la vida es así. Yo ya sabía que la esclavitud asalariada respondía a su propia definición, pero semejante demostración me dejó ojiplático. En cuanto a la comida: la ensaladilla rusa tenía tanta sal que no había quien se la comiera; el revuelto de setas y ajetes, a pesar de ser un plato enorme, era bastante mediocre de sabor; la sepia a la plancha y el pollo estofado, por contra, más que aceptables, aunque el pollo tenía más hueso que chicha. De postre tomamos un yogur de una conocida marca comercial, así que nada reseñable. De precio y funcionamiento del servicio bastante bien, pero de calidad de la comida mediocre y el ambiente es bastante agobiante para mi gusto. Hoy exploraremos tierras más verdes.
Isaias E.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Un excelente bar de tapas cercano a Cuatro Caminos en el que ya he estado un par de veces y donde te ponen las cañas con buena presión y bien fresquitas. Cada bebida va acompañada de una buena tapa que aunque no sean tan abundantes como en otros sitios, están bien preparadas y sabrosas: D Los camareros son todos muy amables y atentos Si necesitas reservar puedes hacerlo y te guardan una buena mesa
Tamara F.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Me encanta este lugar. Sobre todo en verano cuando puedes tomarte una cerveza fresquita acompañada de sus abundantes tapas. La atención es espectacular. Repetiría sin dudarlo mil y una veces.
Paco P.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Es del mismo dueño que el Herjomar, con lo que todo lo que se diga del Herjomar se puede decir de este bar. Además mejora al Herjomar ya que es más grande(no mucho más pero si menos agobiante) y sobre todo porque en verano ponen terraza y se está realmente bien.