MasvitalZenter

Nadie espera encontrar un spa tan acogedor en pleno centro de Madrid, casi resulta chocante su situación! Un remanso de calma a 5 minutos de la misma Puerta del Sol!
No recuerdo a través de que portal reservamos, el caso es que tuvimos ciertos problemas porque no encontraban nuestra reserva, por lo que esperamos pacientemente unos 10 minutitos.
Una vez resulto, te acompañan a cambiarte los zapatos y a ponerte el bañador en los vestuarios de la planta inferior. Supongo que el precio incluye los 5 minutos extra que te hacen esperar abajo hasta que te meten en la sauna.
Tras un buen ratito dentro, te llevan de nuevo a la planta superior, atravesando la entrada, con otros clientes esperando para ser atendidos… UN BIOMBO AHI POR FAVOR!
Una vez alli hay una ruta de baño turco, jacuzzi, piscina fria, y otra bañera. Todo excelente.
En nuestro caso habia un problema con la temperatura dle jacuzzi y no pudimos pasar por él (nos dieron una visita gratis por las molestias).
En todo momento evitan que coincidas con otras personas en el mismo punto del circuito, lo que se agradece si prefieres intimidad.
Generalmente, acabé satisfecho, excepto por dos cosas:
1. No se cual es la finalidad de que te den unas alpargatas, si luego te paseas sin ellas por todo el baño… No es que sea incomodo, pero los papilomas y hongos no son agradables de quitar…
2. Como detalle, que ya he leido en otras reseñas; prometen pastas que luego no hay.

Hay ocasiones en las que uno debe dedicarse a sí mismo, y este día que fui a este establecimiento fue uno de ellos ya que era mi cumpleaños.
Había reservado unos días antes por teléfono sin problemas. El que reservara por la mañana de un día entre diario quizás tuvo la culpa de que no coincidiera en el spa con nadie, lo cual, estuvo genial.
Cuando llegué, no tuve que esperar ni un minuto a que llegara una persona para acompañarme a una sala donde tienes que dejar el calzado y ponerte unas pantuflas. No entendí muy bien esto, ya que al bajar, tras cinco minutos de espera a que viniera de nuevo la persona a mostrarme el vestuario, encontré calzado de calle.
Me cambié en el vestuario que está situado en la plata baja, poniéndome el bañador y un albornoz y seguidamente ya pasé, por instrucciones de la persona del centro, a la sauna finlandesa, donde estuve unos 15 minutos. He de decir que el albornoz, aunque limpio y en una bolsa de plástico, estaba ya más que usado, ya que el cinturón estaba bastante pasado. De hecho, temí que en cualquier momento se rompiera y se abriera. Una vez en la sauna, tuve que salir a rellenar el cazo de agua ya que la humedad era muy baja. Allí sudé bastante e incluso noté como la tensión bajaba más de la cuenta.
Una vez me avisó la persona de que ya llevaba suficiente tiempo, me acompañó a la planta de la calle para llevarme al resto de las instalaciones del spa. No me gustó demasiado tener que pasar por la recepción en albornoz.
El resto de las instalaciones constan de una sauna turca, un jacuzzi, una piscina de agua fría, una bañera japonesa y una sala de descanso.
La sauna turca me decepcionó un poco. Estaba bastante fría y con algunos desperfectos y humedades en las paredes. Desde luego creo que el local necesita un buen repaso. De aquí, tras unos 10 minutos, pasé al Jacuzzi, donde estuve cerca de media hora. Creo que se olvidaron de mí, pero me hubiera quedado allí un buen rato más. Esta vez vino a indicarme que me metiera en la piscina fríà la recepcionista que fue la que me estuvo guiando hasta que terminé el ciclo, pasando antes por la bañera japonesa, donde estuve unos 15 minutos y luego a la sala de descanso, donde me tomé un té verde y comí unas pastas.
Tras esto, la primera persona, me indicó que la acompañara a la primera planta y pasara a otro vestuario, donde debería dejar el bañador y ponerme un calzoncillo de papel para pasar al masaje. No tardé ni un minuto, pero tuve que esperar otros tantos a que viniera a por mí.
De allí, pasé a una habitación con dos camillas, donde me dieron a elegir entre un masaje relajante o uno descontracturante. Elegí el segundo, pero creo que fue más de lo primero que de lo segundo, o, al menos, esperaba uno más tipo fisioterapeuta. Pero, me encantó de igual manera. Ha sido la primera vez que me daban un masaje en pies y manos.
Tras los 50 minutos, me dejó en la camilla descansando. Tras esto, volví sobre mis pasos, para, ponerme el bañador, y de ahí, volver al sótano a ducharme y a vestirme.
Por el precio, no está mal, pero esperaba un poquito más de atención.

Gran experiencia, circuito de spa mas masaje. Por poner algo negativo, que el smartbox decía que te daban pastas junto con el té y se las debieron de comer todas antes… por lo demás todo bien.

Sé que dan clases de pilates, que tienen sauna y tal… pero yo sólo he ido a darme masajes.
El local es muy bonito! sorprende algo así encerrado entre la calle Cruz y Carretas… es como un pequeño oasis!
Masajes fantásticos, y a precios estupendos. La verdad es que lo considero un valor seguro. Siempre he salido encantada y lo he recomendado muchas veces.

Es un centro específico de masajes que viene a ser una extensión de los archiconocidos baños árabes de Medina Mayrit (de hecho el dueño es el mismo)
Es un espacio pensado por y para los masajes, de todo tipo: orientales, tailandeses, específicos por zonas… Realizados por osteópatas y fisioterapeutas titulados, profesionales y en general muy simpáticos, de gran nivel, que te harán masajes bien sean personalizados en una sola zona (por unos 30 €) hasta masajes completos de cuerpo (60) que te dejarán casi flotando de placer.
Todo un complemento al hammam!