Mercado de Moncloa

Hier findet sich Food-​Court Konzept. Das bedeutet es gibt verschiedene Stationen mit Sushi, Pizza, Tapas und einen Restaurantbereich. Leider ist das Ganze nicht Integriert. Ein Geschäftsessen in der Gruppe funktioniert überhaupt nicht, weil man an allen Stationen getrennt bestellen und Zahlen muss. Wenn dann noch jemand aus der Gruppe im Restaurant-​Bereich «richtiges Essen» will ist das Chaos komplett — man darf dahin nichts mitnehmen. Schwachsinns Konzept das versteht der Kunde nicht und da ein Großteil des Personals kein Englisch kann ist das noch schwerer. Das Lokal ist an ein großes Hotel angeschlossen — da sollte das Personal Englisch sprechen.
Wenn man das Essens-​Chaos gelöst hat ist das Essen selbst aber lecker.

Ahora están muy de moda estos mercados llenos de restaurantes y sitios para pedir y tomar en las zonas comunes.
Ventajas: puedes pedir lo que quieras sin importante lo que pidan los demás
Inconvenientes: Resulta frío e incomodo tener que estar trayendo tú la comida de un sitio a otro.
Probé el sushi y estaba bastante bueno la verdad y el vino.
Pero me pareció caro para el lugar.

Hace tiempo que pasamos por la puerta y como los mercados están de moda nos lo dejamos pendiente. Hoy hemos venido a probarlo y el sitio esta bien. Tiene su encanto y se ve muy de familias con hijos al menos hoy.
Pero tiene algunos problemas de base como que creo que falta personal en algunos corner ya que el tiempo de espera es elevado ya que cocina y atiende a la vez, por ejemplo en la parte de pizzas. Probando un rollito pizza y eso si esta muy bueno.
Y como plato principal nos decantamos por una especial de la hamburguesita de carne de buey que está realmente jugosa aunque pedimos al punto y la sacaron muy hecha.
Después el extractor de la cocina de las hamburguesas no esta bien y se notaba todo el humo en la parte de arriba del mercado donde estábamos. Deberían mirarlo.
Os invito a probarlo porque confío mejoraran esos detalles.

Ya había pasado unas cuentas veces por ahí pero no había entrado. Durante mucho tiempo viví por Argüelles y la verdad que hacía falta renovar un poco el barrio. Estéticamente intenta emular a los mercados de San Antón y San Miguel, pero no tiene el mismo rollo. Cuando entré estaba medio vacío y eso que eran las 8 de la tarde casi y echaban un partido de fútbol.
Nos costó 6 euros unas cañas, la verdad que a 1,80 euros y eran bastante generosas, y luego una minitortilla para compartir que no estaba mal pero no me decía mucho. Eso sí, hay una cosa que me gusta de los camareros, que se fijen en sus clientes y en lo que piden, en este caso fue un gran error de acierto. Si pido una tortilla de patata, la verdad que ponerme patatas fritas como acompañamiento de las cañas no es una buen opción.
Hay una isla central con un bar, luego el HSO con sus dulces, una zona de embutidos y abajo creo que vi una de pulpo y pescados y algo de estilo asiático. Pero no tiene mucha más variedad como puedes encontrar en los otros mercados. Ahhh y tampoco me gustó mucho la decoración, un poco sin coherencia.

Me parece un local atractivo y con oferta variada a nivel de gastronomía (tapas, pinchos, selección de ibéricos e incluso un menú del día a 10 €).
Si bien es cierto que hay cosas que pueden mejorar, el personal debe ser algo más rápido en detectar al cliente, aunque la idea es que el cliente se acerque hasta la barra y realice el pedido, pague y se lo lleve a la mesa.
De todos modos, y en mis últimas 4 visitas, algún que otro camarero se ha mostrado más ágil de piernas y ha estado más pendiente de las mesas. Otra apuesta del local es la música en directo durante ciertas noches de la semana que siempre ofrece algo más de ambiente.

Estuvimos en la terraza. Las vistas están muy bien pero creo que está poco aprovechado el espacio de los sofás, con demasiado espacio entre las mesas y muy alejados de los de enfrente, lo que obliga a hablar alto para que te oigan bien.
El servicio no acudió en ningún momento a atendernos y estuvimos sentados en la mejor mesa del local, en la esquina con las vistas de Moncloa y Princesa a los pies, por lo que estábamos más que visibles. ¿O esperan que por 10 € que cobran por una cerveza sea el cliente el que se recorra la terraza para pedirla y que te pongan un cuenco de patatas? Y menos habiendo tres camareros…

#juevesdereseña Recientemente ha abierto este gran espacio que, de ahí el nombre, pretende emular a los mercados de moda en Madrid, como San Miguel y San Antón. Está en los bajos de un edificio de apartamentos de Moncloa de toda la vida que se ha transformado en hotel, toda una revolución en este barrio de estudiantes. Yo lo descubrí hace poco y se ha convertido para mí en un lugar clave, pues me es de gran utilidad. Cuando voy a dar clase en Pozuelo a mediodía, vengo después aquí a comer, no creáis que es fácil encontrar sitios donde comer bien a media tarde. Y, aunque esto no sea ninguna maravilla, la verdad es que se puede comer bien a media tarde, como he comprobado ya un par de veces.
Es un lugar amplio en varios niveles, con mostradores y barras diferentes, que gestionan distintas empresas. Así, por ejemplo, la panadería-​pasteleríà la lleva el conocido Horno San Onofre. Hay también una barra de ibéricos y quesos, un mostrador de pescado y marisco… Yo las dos veces que he ido he hecho lo mismo: voy al mostrador de Sertina, donde hay platos preparados bastante variados, que te calientan en un momento (ya he probado arroz, ensalada de arenques, solomillos al roquefort y pollo con manzana, todo bastante bueno). Luego pido una cerveza en la barra vecina y me siento mirando a la calle para comer mientras veo pasar a la gente. También la gente que pasa me ve comer, así que me convierto en un perfecto reclamo, creo que voy a pedir que me paguen porque les hago bastante publicidad…

Decepcionante.
El nuevo Hotel Exe Moncloa lo anunciaba como otro espacio gastronómico en la línea del Mercado de San Miguel, pero no tiene nada que ver. Es un espacio con decoración «formica» en el que hay varias barras distribuidas por el local.
En la barra cuadrada central parece que no hay nada para comer, hasta que ves un expositor con una tortilla de patata cubierta con celofán y platos de embutido en la misma forma; da la sensación de comida fría que no es reciente y parece poco apetecible. Con el Rioja me pusieron de aperitivo patatas de bolsa.
A la derecha hay una barra pequeña en la que parece que sirven vino y pulgas de jamón. Otra barra es de una pastelería corriente que parece de barrio, incluso ví donuts de Panrico; hay algunas barras más en las que no se ve bien qué ofrecen; en una algo de sushi, en otra parece que más vino y abajo otra con un expositor donde hay algo de marisco y pulpo sobre hielo. En esta barra pedí un Albariño pero me dijeron que lo servían arriba ¿con la tortilla en lugar de con el marisco? Esta parte del local da al poco atractivo patio donde está el Chapandaz.
Donde había más gente era en el sitio donde venden platos preparados al estilo de El Corte Inglés o Mallorca.
De mercado no tiene nada pero es que de sitio de tapas ¡tampoco!