Mercado de San Ildefonso

I absolutely love this place. It has a great industrial urban atmosphere with a variety of tapas and drinks + there are outdoor areas with bars and heaters (I’m visiting in December). Mercado San Miguel is great too, but if you’re looking for something a bit less touristy, this is the place to go.

Sinceramente, de mis mercados favoritos en Madrid. He estado en otros y creó que no tiene nada que ver. Por ‘desgracia’ cada vez es más famoso, y suele estar a tope. Así que mejor ir entre semana.
Tiene varias plantas con terrazas. Y todo lleno de pequeños locales que ofrecen un sin fin de variedades gastronómicas. Pescados, tortillas, sushi… Y también tus barras para pedir bebida.
Como ocurre en estos sitios, no son los más baratos del mundo. Pero al menos la comida es de calidad y el ambiente está muy chulo. Aparte merece la pena verlo, porque es realmente bonito.
Mi consejo es no ir en fin de semana, porque puede estar agobiante, y saber que no es barato. El resto disfrutar de uno de los mercados más bonitos de la capital.

El mercado de San Ildefonso es de lo más hipster que he visto hasta el momento de este tipo de mercados. Ubicado en plena Fuencarral, cuenta con tres niveles de los cuales disfrutar.
En planta baja y primer piso puedes encontrar puestos de comida, que te permiten degustar algo de lo que tienen para ver si te tientas con algo. También hay barras para pedirte algo que beber y también mesas y barras para sentarte. Cuenta con unas terrazas para comer parado y luego continuar con tu día. En el tercer nivel solo hay una barra y plazas para sentarte.
La oferta gastronómica es bastante variada pero en su mayoría gira en torno a la típica cocina española. Hay variedad de tapas, hamburguesas, tacos, crepes, arroces, brochettes, tortillas, sushi y así un poco más pero tampoco tanto. De todas formas hay más opciones que lo que se encuentra uno en San Antón por ejemplo.
El ambiente es bastante hipster, pegado a Malasañà la verdad que es de esperarse, y los precios pueden ser un poco elevados. Aunque una caña doble a 3 € y un Spritz a 5 € tampoco me pareció tan excesivo.
A veces uno no encuentra sitio aunque lo busque por todos lados pero durante el mediodía es más fácil. Es cuestión de evitar lo que yo llamo «El horario español» (patente pendiente) que es cuando los españoles cenan o almuerzan y ahí si que se llena todo local que valga la pena.

Bueno, después de leer la opinión de muchos me decido a probar y comer un domingo en este establecimiento multi-​variado .
La experiencia fue bastante decepcionante y creo que los sitios de este tipo, mercado de San Antón (Augusto Figuroa), Platea (Colón) a los que he ido ha sido el peor .
Para los niños pedí una ración de paella para cada uno (9 €, ración) más menos lo que cuesta en todos los sitios, preparado en una paellera eléctrica pero muy rica y bastante sabrosa, para nosotros, 2 adultos, pedimos en el mismo sitio unas migas y una ración de pollo con salsa de miel y mostaza que lo sirvieron todo en el mismo plato, rico de sabor pero creo que cada cosa tendría que ir en un plato, eso no me gusto, aparte en otro sitio pedimos unas brochetas de carne, las chicas muy amables y buena atención pero no puedo opinar lo mismo de las brochetas, la carne un poco dura y bastante caro para lo que nos dieron .
En fin salimos con casi 70 € menos y con hambre.

Reseña publicada originalmente en 11 870 en junio de 2014
Bueeeno
Otro de esos «mercados gourmet» que ni es un mercado, ni es gourmet. Bastante cantidad de puestos repartidos a lo largo (alto) de tres plantas de un edificio algo estrecho. Con todo, la distribución es buena y se le ha sacado mucho partido al espacio, me saco el sombrero.
No es feo, ni bonito. Da la impresión de nuevo, porque lo es, de moderno pero sin llamar la atención. Como la ropa de Zara.
Los puestos tienen una calidad media y ninguno ofrece nada de especial. Por supuesto nada es malo pero tampoco nada hay especialmente bueno.
Se puede picar y uno se queda satisfecho pero luego no entran ganas de volver a probar nada en concreto que haya quedado en el recuerdo.
Hay puestos de hamburguesas gourmet (¡BASTA!), de jamón de Arturo Sánchez (cucuruchos, tablas y bocadillos de jamón), ostras, sopas frías (gazpachos, salmorejos, etc), uno de tostas veganas que tienen buena pinta, otro de croquetas, otro de tortillas de patata…
De precio está bien, no es buena RCP pero tampoco es Platea, que resulta tan caro. La organización también peor que Platea, aquí no hay avisadores como en Platea (gran idea), y has de quedarte en los alrededores del puestos mientras te preparan lo que has pedido obstaculizando el paso de un montón de gente que te mirará mal y quedándosete un MAGNÍFICO HUMOR.
El público es joven, veintitantos y treinta y pocos y, por tanto, algo agresivo y territorial en cuanto a «este taburete es mío, babosa comemierda». Tolerable.
Fui a probarlo por la novedad pero no sé si volveré en alguna otra ocasión. La zona está llena de alternativas mejores.

Este sitio es fantastico! Me encantar venir una y otra vez con amigos! El espacio es muy industrial /​moderno muy bonito y para comer tiene de todo! Hamburguesas… carne a la parilla… Tortillas de todo! Pescado frito y por supuesto un maravilloso gin para acompañar! Vuelvo veces sin cuenta y cada dia me gusta más ;)

Cool food market, nice selection of wines, Spanish tapas, cheese, olives etc. A bit too crowded for my taste and barely any seating, so expect to eat and drink standing up. Make sure u go at the right time when the food is still fresh, otherwise u will get microwave hot food.

I actually fell in love with this mercado, I don’t know. I like the 2^nd floor where people sit together. This mercado is very small, but they have coffee!
The first floor has beers, sandwiches, and patatas bravas.
The second floor has fries, seafood, coffee, and jambon.
The third floor is a bar.
I felt more comfortable eating here by myself (yes by myself) than other mercados in Madrid. I feel like a tourist in other mercados. In this one, I felt I can be in my own world (yes please leave me alone) and nobody would bother me, and I wouldn’t stand out. I don’t want to stand out! Also:
— the staff takes your garbage away
— yes, you can actually make friends with people around you
— and yes, you don’t have to.
— there are a lot seating, not just the 2^nd floor
Oh and sangria. There’s sangria somewhere. Technically there’s sangria everywhere in Madrid.

Debe ser el street market más chulo en el que he estado hasta ahora. El concepto que se está poniendo tan de moda, tipo loft del centro-​toque industrial-​patio abierto-​terrazas y balcones conectados-​puestitos de mercado-​bar de tapas todo en uno, la verdad que lo hace muy acogedor e invita a dejarse los euros con una sonrisa, porque por supuesto no es barato (al menos para mí, todo en ésta vida es relativo), pero la calidad y variedad que te ofrece lo vale y mucho. Me parece un lugar ideal para ir en grupo, porque hay múltiples opciones de comida y bebida, y cada quien puede degustar lo que más le apetezca. Encuentras puestos de ibéricos y delicatessen espectaculares, comida mexicana, chiringuito de patatas fritas, hamburguesas gourmet, carnes y pinchos, mariscos, tostas de todo tipo, especialidades preparadas con quesos, tapas típicas españolas, incluso crepes y chocolates para los de diente dulce, y todo ello con elaboración y presentación muy moderna y cuidada. Se convertirá en parada obligatoria en mis futuras visitas a Madrid segurísimo!!!

Cool atmosphere and lots of different food options at decent prices. A nice hangout for a Friday or Saturday night. Pretty busy on the weekends though, so getting a seat could be a challenge.

Amazing options in this very hip market. There are three floors of vendors from tacos, burgers, tapas, wine and so much more. You will find several seating areas on each level including some lovely outdoor seating. I advise staking a claim to some seats then finding your food and drink. We had lunch here twice and weren’t disappointed. Seats turn over very quickly, so don’t be discouraged if all the seats are taken. I advise the burger and taco stands, as they are a top notch departure from the tapas you have likely been indulging in all week!

He sido bastante asidua desde que lo abrieron y a pesar de que creo que el tema mercados se nos está yendo de las manos, la verdad es que es de los que más me gustan. Primero porque los precios los veo más comedidos que en otros mercados de Madrid, la deco industrial me chifla y la oferta gastronómica me gusta bastante.
Además aunque a pesar de no vivir por la zona, es uno de mis barrios favoritos así que no es raro que pare por allí a tomar una caña, picar o lo que surja.
Entre semana organizan diferentes evento como catas que están genial y dinamizan mucho la actividad del mercado.
Así que minipunto y punto para el Mercado de San Ildefonso :)

Stumbled into this market by accident while shopping on Fuencarral, and couldn’t be happier. This three story market has a great atmosphere, good eats, and friendly staff. The second floor is by far the most popular: an open seating area surrounded by different food vendors. If the first come first served seating is not available, they ask have a super cute in-​door terrace off to the side which is more quiet. If you go, try the skewers vendor which was probably my favorite.

Mercado gastronómico bastante interesante. Dispone de tres plantas en la que degustar de distintos puestos con distintos productos. La relación calidad/​precio es aceptable. Puedes degustar desde unos callos a un buen plato de jamón, tortilla, tostas, quesos, etc,… Recomendable. El
Único pero es que falta espacio.

El sitio es bastante bonico y tal, pero leches… ¿3 € por una cerveza y que no te pongan ni una tapa de olivillas?
Por ir a matar la curiosidad está bien, pero me parece un precio desorbitado.
Que sí que es verdad que en los bares de copas te cobran lo mismo por un tercio, pero se supone que éste es un espacio gastronómico y como tal, deberían tener unos precios algo más asequibles. Por ejemplo, nosotros teníamos pensado picar algo, pero viendo los precios decidimos huir a algún sitio menos caro.

Otro mercado modernuqui con decoración chachi (se vuelve a decir chachi ya o no ha llegado el revival todavía) y precios por las nubes. N’ostamal pero ya cansa esta moda, ¿no?
Pd: la fritura muy rica pero al doble de precio que en un chiringuito del Puerto donde las coquinas van de la lonja a tu plato casi en directo. Y mira, no

Ambientazo en el mercado!

I’d been looking forward to visiting this spot for a while having heard that it was a great space in itself as well as serving good food. From street-​side the entrance is quite unassuming, and when you first go in it looks like little more than a small bar with ice-​cream and burger stands. But as you head up the stairs at the back the space really opens out. The second and third floors are much larger, with several separate little food stands, each specializing in something different. I spotted variously spots for cheeses, coffee, salads, jamon (of course!), seafood, sushi, and all your Spanish classic like tortillas and croquetas. Up the top the bar has a good selection of the top end gins that are so fashionable in Madrid right now, with the barman tailoring the garnish to the specific mark. There are also a couple of well-​designed, shady outdoor spaces to sit and enjoy your selections. It’s a bit on the pricey end (think Mercado San Miguel-​ish), but if you just want to pick at a few things and relax, it’s a good choice.

Pues siento ser la nota discordante… ¿El mercado es bonito? Sí, pero… ¿La decoración industrial mola? Sí, pero…
Creo que como he leído en otra reseña, se nos va de las manos el tema de estos mercados en Madrid y, al final, cambiando un poco la decoración y los negocios que participan, me parecen un poco todos lo mismo. Es como algunas terrazas que se han puesto ahora tan de moda, para mí son fotocopias unas de otras y mucho postureo, no sé, quizá sea yo que prefiero otro tipo de lugares «menos molones» pero con más «sustancia», como por ejemplo el mercado de San Fernando.
Por supuesto admito que para los negocios es una muy buena oportunidad de tener una localización más y pude volver a probar las hamburguesas y los perritos (madrecita qué ricos) de Gancho y directo que reseñaré aparte.
En nuestro caso tuvimos suerte porque llegamos temprano, y es lo que os aconsejo si queréis tener sitio y no agobiaros con la cantidad de gente que acude.

Pues por fin pude acercarme al mercado, y tuve (tuvimos) la suerte de llegar en un día y hora de poca afluencia, así que me di un cómodo garbeo para ver las plantas, cogimos una mesa estupenda al lado de una ventanita con una brisa deliciosa, y disfrutamos de las hamburguesas de gancho y directo, yo una gancho y mi acompañante una directo.
EL lugar me ha encantado, y dado que Fuencarral es una de mis calles favoritas, sospecho que pronto seré un asiduo. La entrada casi pasa desapercibida, pero con el boca a boca no dudo que en cuanto acabe el verano estará de bote en bote. Me pareció un sitio cómodo, agradable (esos techos altos te hacen respirar muy a gusto) y decorado sin estridencias.
La atención, excelente, tanto en gancho como en la barra para las copas. No probamos los helados porque habñiamos quedado después en Mistura pero la próxima vez pienso darles un tiento, porque tenían una pinta bárbara.
Resumiendo, un sitio que tiene todas las papeletas para ganarse una quinta estrella en próximas visitas

Primero fue el Mercado de San Miguel, luego el Mercado de San Antón, pasé por el Mercado de Chamartín (aunque el concepto es distinto) y el último mercado que he pisado ha sido el de San Ildefonso. Sí, cada vez tenemos más mercados gourmet en Madrid, la competencia es dura y eso se nota en la calidad de los nuevos.
El Mercado de San Ildefonso tiene 3 plantas: una primera que da a Fuencarral y que es la más tranquila al tener menos puestos y menos mesas; la segunda se encuentra abarrotada de puestos, mesas y gente; y la tercera tiene un ambiente más de pub, pero también encontrarás mesas a las que llevarte lo que compres en los puestos.
Mientras subes, te encontrarás con una terraza con mesas altas y pequeños árboles que las atraviesan (cómo se ha puesto de moda lo de meter arbolitos en los locales). ¡Mola bastante! La decoración, en general, me hizo sentir muy cómoda.
En cuanto al tipo de comida, encontrarás hamburguesas, comida vegetariana, preparados caseros, crepes, vinos… ¡Para todos los gustos! Yo probé la crêpe italiana, la de nutella y unas tostas. Todo muy bueno, aunque reconozco que al pasear por los puestos me dio la impresión de haber poca variedad, quizás porque los comercios son pequeños o porque nada de lo que ofrecían me entraba por los ojos. Aún así, me gustó. ¿El precio? Más barato que el de otros mercados, aunque con otro ‘pero’: un tinto de verano (y no muy bien preparado) por 3 euros me parece un robo.
En resumen, un buen lugar al que llevar a los amigos que no son de Madrid, al que ir a picar algo, al que acercarse cuando a uno le entra hambre más temprano de lo habitual, para los fans de los mercados, para los que no se ponen de acuerdo con el tipo de restaurante al que quieren ir…

Tenía ya ganas yo de acercarme al Mercado de San Ildefonso, del que tantísimo había oído hablar, y del que casi he seguido su construcción al minuto, ya que me queda cerquísima de casa. Eso sí, he de decir que desde el principio tenía mis reparos al respecto, porque me parece que el concepto «mercado gastronómico» empieza a estar levemente sobreexplotado en Madrid.
Pero viendo este en directo, la verdad es que se te olvidan tus peros. Aunque la entrada, a mi juicio, les ha quedado un poco deslucida (parece la cafetería del SuperDry), y la primera planta invita poco, la segunda planta y las terrazas hacen del espacio un lugar inigualable. Me gustó mucho, se está agustímismo y el sitio –a pesar de seguir los estrictos (y ya trillados) cánones de la hostelería madrileña de hoy en día, esto es diseño industrial y vintage– está bastante bien planteado.
Los puestos, de momento solo he tenido la oportunidad de probar Gancho y Directo, pero seguro que volveré pronto a probar otros, porque vi varios que prometían bastante.

Puede que al venir de fuera sea normal que este tipo de lugares me enamoren. No estoy tan acostumbrada como la gente de Madrid a estos sitios que parece que triunfan últimamente entre las tendencias de la hostelería madrileña.
Llegamos aquí un grupo de amigos por recomendación de uno de nosotros que ya había estado.
La primera planta parece una trampa para ratones, entendido en el sentido positivo, porque tiene un par de puestos que atraerían a cualquiera, sobre todo el de las hamburguesacas. Cuando conseguimos subir vimos que la primera planta estaba repleta de gente y las mesas eran difíciles de ocupar. En esta planta estaba todo lo interesante, es decir, puestos y puestos de comida.
En busca de un rincón algo más tranquilo subimos a la segunda planta, donde estaba la barra más estilo pub, con cervezas, copas y poco más. Allí sí que había más sitios libres y encima teníamos vistas a la primera planta, a la que estaba deseando bajar para ver qué íbamos a cenar aquella noche.
Cuál fue mi sorpresa, tras dar la primera vuelta, que sólo un par de sitios llamaron mi atención para pararme a comprar. Estos fueron la crepería y el puestecito de vinos… Me enamoré de ellos y ya no quise ver nada más en toda la noche. Las crepes estaba ricas, tanto las saladas como las dulces. Muy sencillas, eso sí. Y los vinos… Probé un par de ellos, uno de Madrid y uno del Bierzo y… Por mí me hubiera quedado allí el resto de la noche, pero allí en el puesto.
A la planta baja no me atreví a bajar, porque era hora de cenar y no quería arriesgarme con la hamburguesa.
La verdad es que tanto la estética como la variedad son un punto a su favor. Los precios eran bastante diferentes entre unos locales y otros. Además, me llamó la atención que una caña costase casi lo mismo que un vino.
Por último también había bastante ruido, pero no te dejes asustar al ver todas las mesas ocupadas, ya que es más sencillo de lo que parece ocupar una, sólo hay que esperar un poco.

Nuevo mercado que se abre en Madrid, y a pesar de que podrían caer en lo fácil copiando a otros, en mi opinión este tiene un toque diferente.
Con más espacios entre mesas, que se sitúan en la parte central de la zona de los puestos de comida.
La terraza exterior, en varias plantas, ofrece un espacio al aire libre, aislado del ruido interior y con variedad de mesas cubiertas.
Los puestos de la segunda planta son variados, marisco, ibéricos, pinchos, crepés y los básicos de tostas, croquetas, tortillas.
Buena selección de vinos en mi opinión, y en el puesto de crepés un café excelente.
Tengo pendiente probar las hamburguesas de la primera planta… pero tal y como vi que las preparaban, todo lo que auguran es bueno!
En la tercera planta un bar para hacer la digestión, tranquila y relajadamente.
Precios medios, unos 7 € por ración.

El Ayuntamiento de Madrid empezó transformando mercados municipales como el de San Miguel y el de San Antón en espacios «Gourmet». La iniciativa tuvo tanto éxito que ahora están surgiendo como setas espacios parecidos pero promovidos por particulares. Si en Colón acaba de abrir uno destinado al público más rancio y adinerado, este de la calle Fuencarral está más orientado a un público más joven y alternativo que frecuenta este barrio de Malasaña. El nombre despista porque no está en la plaza del mismo nombre. La entrada también despista porque no se ve, se ve mucho más el cartel de la vecina tienda de ropa…
El caso es que hoy pasaba por delante y al mirar al interior de lo que me había parecido un restaurante he visto una cara conocida y me he parado en seco. Era mi amigo Juan de Gancho y Directo, que ha abierto sucursal en este mercado ocupando uno de los puestos de la planta baja. Mi amigo me ha mostrado su puesto y todos los demás, me ha acompañado a la planta superior y me ha presentado a cada uno de sus compañeros de espacio. Todos ofrecen los productos más selectos y deliciosos, pero no he podido probar casi nada porque acababa de comer…
Ya estoy deseando volver para disfrutar de comidas y bebidas exquisitas en alguno de los diferentes espacios, todos modernos y atractivos, algunos cubiertos y otros al aire libre. También quiero subir a tomar una copa en la barra que corona este mercado, desde su atalaya de la tercera planta. Me han dicho que los fines de semana esto se pone imposible, pero creo que es un buen plan para cualquier día como hoy o mañana…

Para disfrutar más aún de este mercado, puedes comer en unos de los patios sin agobios y con un ambiente fresco a estas primeras horas de la tarde de este principio de verano.

Un sitio nuevo que se ha ganado una gran puntuación. Llevan poco tiempo abiertos en el momento de nuestra visita, pero han cumplido con nota.
Tienes más de 10 estilos de comida diferentes donde acudir a comprar tus pinchos o incluso tus hamburguesas. Nos deja locos la chica de los percebes que sabes muy bien vender su producto y está pendiente de todo el que pasa cerca de su espacio.
Como llevan poco tiempo abiertos pues aun les faltan cosas como que en algunos de los restaurantes no se puede pagar con tarjeta, pero cosa de pocos días.
Todo el mundo es muy amable y da gusto venir a un espacio así a pasar un buen rato. Es realmente grande, y quizás lo más coñazo es subir y bajar para buscar lo que quieres. Nosotros estuvimos en la parte de arriba. Falta probar su terraza exterior que tiene un pinta excelente, pero llovía y no pudimos disfrutar de ella.
Seguro que será uno de los sitios de moda este verano.