Cuantas noches tontas entre semana habré acabado aquí… Lo mejor del Moe no es ni su oscuridad que empuja a portarse mal, ni sus precios asequibles, ni su mesa de bilar. Lo mejor del Moe es que es un imán para todos los crápulas madrileños, y siempre que vengo un día raro(un lunes, o un martes a las tantas) me encuentro a algún amigo de esos que se que nunca duermen. Quizá es porque esas noches improvisadas siempre son divertidas, pero siempre que acabo en el Moe, me lo paso muy bien. Nunca he estado en uno de sus conciertos, pero es que me temo que yo voy a unas horas en las que ya no tocan ni las campanas de la iglesia…
Alfredo P.
Rating des Ortes: 4 Madrid
A lo mejor está un poco a desmano de las zonas de salir por la capital, pero Moe’s merece la pena solo por sus abundantes y prestigiosas actuaciones en directo. En un local piccolisimo, los grupos que pasan por allí suelen tocar blues y jazz, una selección muy interesante para tomarse unos copazos y jugar al billar con ambientazo. Por dentro os encantará su decoración, más próxima a un bar postapocalíptico salido del Double Dragon, con neones y rincones oscuros donde traficar con la merca… ojo, solo digo que se podría hacer, no que se haga(que no tiene ninguna pinta, por cierto). Los precios no están mal y abren entre semana hasta las 6, lo cual convierte a Moe es un caballo ganador para esos días que sales a «tomarte una caña» y terminas llamando al trabajo diciendo que te has levantado vomitando(una verdad a medias, porque sí has vomitado, pero aún no te has acostado).
Miguel Ángel M.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Siempre nos ha dado un poco rabia que este lugar no pillara más cerca del centro, pues es un sitio recurso de esos para cualquier día de la semana. Lo mejor de todo es que está abierto para tomarse un cacharrillo a horas de seres humanos decentes, las primeras de la noche, y también se presta para que llegues cuando te han echado del resto de sitios de la ciudad sin que rompieras nada. La programación de sus actuaciones y sus jam sessions de todo tipo, aunque funkeras y jazzísticas como punto de partida, redondean su amplia oferta guapamente.