Vaya descubrimiento!!! Y esta vez no me olvidé de hacer fotos!!! El local tiene dos zonas: Bar y Restaurante. El bar es muy agradable para tomar algo, unas raciones, unas copas… Tiene una decoración muy acogedora a pesar de ser de estilo industrial. En la entrada hay una barra y además unas mesas altas con taburetes altos de piel muy bonitas y cómodas. No es muy grande la zona, pero se está bien. En la zona de restaurante, ya no tiene este look industrial, es más sobria y clásica, es una sala mediana, lo que ayuda a que sea más agradable. Importante: las mesas son anchas, yuhuuuuuuu!!! qué alegría me da cuando tienes espacio para comer sin hacer malabares y sin compartir conversación con los vecinos :). Esto no sólo te ocurre en el vips, pasa en restaurantes estupendos a la par que carísimos que llegas y venga, de charleta con el de al lado y a hacer equilibrismo con los entrantes a compartir para que quepan en la mesa! Toda la gente que nos atendió, que fue mucha(entrada, acompañarnos a la mesa, recomendaciones fuera de carta, etc) fue encantadora y para mi gusto, nos aconsejaron muy bien tanto en los platos como en el vino(que no tienen una carta enorme sino la justa para tener de todo sin volverte loca). Tienen una carta normal: Varios entrantes y después unas cinco opciones de pescado y cinco de carne y unas 6 en postre(hablo de memoria) además de los especiales fuera de carta. Estaba todo exquisito!!! las alcachofas fritas me encantaron, y el Rape(del que no soy muy fan pero a partir de ahora si :) la selección de panes, el aperitivo de crema de salmón… todo. Estaba todo tan cuidado, desde el trato hasta el plato, que ha sido todo un placer este descubrimiento! Precio: pues con esta descripción ya habréis intuido que es alto. Pero esta vez si lo merece. Vestimenta: Arréglate que esto de llevar los vaqueros viejos y la primera camiseta que pillas, aquí no se lleva.