PaPizza

Pretty good pizza and not too expensive. They’re open late and on holidays, so it’s a good food option if you’re visiting the city!

Si tienes prisa y hambre este es tu parada. Las porciones no son muy grandes (y más cuando por 2 € hay otros sitios que te ofrecen más cantidad). Algunas pizzas, como la clásica, tienen más pan que producto, pero otras vienen muy cargaditas. Es cuestión de saber escoger ;)
Los puntos a favor los consigue con su rapidez y con las ofertas (4 trozos 7 €, 8 trozos 13 €), genial si vais un grupo.

Puede ayudarte en momentos críticos de la madrugada.
No vamos a valorar la calidad, ni siquiera que esté rica.
Suelen tener ofertas de 2×1 ya casi todas estas cadenas. Renovarse o morir.

Hola a todos,
Sólo les quería dejar constancia de la mala atención que recibí por parte de su personal (en particular de uno de los empleados) de este establecimiento.
Resumiendo, entramos, antes de pedir, les pregunté si podía pagar con tarjeta, a lo que me dijeron que sí, les hice el pedido, cuando me fueron a cobrar, me dicen, que no, que con tarjeta no, que no tienen papel a lo que les contesté que entonces, no les podía pagar, ya que no llevaba efectivo, y, de malos modos, me dijeron que entonces no me servían (cosa que comprendo), me marché, pero decidí volver a pedir una hoja de reclamación, por el tiempo que me hicieron perder, no cobrarme como me habían dicho que podían y el mal trato que me dieron, a lo cual, el mismo dependiente, se negó, diciendo que, como no había consumido, no tenía derecho a hoja de reclamación, ¡ah! y entonces, milagrosamente, apareció papel para la máquina de las tarjetas… qué curioso.
Francamente, me entraron ganas de llamar a la policía municipal para que aclararan a este empleado, que, aunque no se haya consumido ni comprado nada en un establecimiento, se puede pedir, pero no tenía más tiempo que perder con una persona así, que lo único que ha conseguido es que, por supuesto, no vuelva a poner el pie en uno de estos establecimientos y que trate de hacerlo saber para que la gente sepa a qué se enfrenta en este sitio.

PaPizza is a good place to satisfy late night and/​or drunk munchies. It is open until 8am and reopens in the afternoon.
Most pizza slices and arancini are 2EUR each. I liked the carbonara pizza best. Both the veal and spinach arancini were yummy too.
There is nowhere to sit here. Everyone eats pizza and arancini off thin slabs of cardboard while standing at the counters inside or outside at the sidewalk.

Definitivamente, error mío por dejarme llevar por el hambre nocturno y meterme aquí con la (sana) intención de ahorrarme un buen dolor de cabeza la mañana siguiente a base de grasaza e hidratos.
Como si de setas se tratase, las sucursales de PaPizza han ido creciendo a lo largo y ancho de todo el centro, ofreciendo a los viandantes un trozo de pizza al corte (al taglio) a todas horas: desde por la mañana hasta a horas insanas de la noche, esas en las que encontrar algo decente de comer en la capital es, prácticamente, un drama de dimensiones épicas.
Pues no, PaPizza no está ahí para solucionarlo. Bien es cierto que los encargados del local se afanan en ponerte la pizza rápido, e incluso de colarte algo más de camino (una porción más por un euro, por ejemplo). Pero el problema reside precisamente en el producto que venden: la pizza no está buena ni de lejos, la masa es gordísima, no sabe a nada y por debajo está como crujiente. Pero no crujiente como cabe esperar de una pizza, sino crujiente como un bollo.
Eso sí, la cola era gigante. Obviamente, si comparamos PaPizza con las demás opciones a esas horas en la Gran Vía (que se reducen a arroz o tallarines de los vendedores ambulantes), el lugar debería merecerse cinco estrellas. Pero si piensas realmente con la cabeza sobre la calidad del producto y su precio, oh cielos, entonces te darás cuenta de que no es para nada recomendable que te metas aquí. Antes pégate un mordisco en el brazo.

La evolución de los tallarines chinos de la madrileña Gran Via se llama Pa’Pizza… Y los pobres orientales tuvieron que llevarse sus carritos a otra parte ante el establecimiento de esta cadena en pleno corazón de la marcha de la capi.
Se acabaron los envases de albal para pasar al envase de cartón, y de la pasta china pasamos a la pizza europeita, o al calzone.
Todo está preparado para que llegues, pagues los 2,50 y te vayas para dejar sitio al siguiente… Una organización impecable que funciona 24h al día y que da de comer, desayunar y cenar a los que vamos de paso, con prisa y con hambre.
Vale que las porciones no estén a la altura de cualquier ristorante italiano, pero en comparación con lo que teníamos antes, y teniendo e cuenta la escasez de sitios abiertos 24h en la ciudad, Pa’pizza me parece todo un acierto.

Por favor, ¡que alguien baje la música! Seguramente se atendería mejor y el rato que tienes que esperar para llevarte la pizza no sería tan insoportable para el cliente. Aparte de los decibelios de sobra que las tres veces que he estado mis tímpanos sufrieron, las pizzas no están mal.
Iba a la academia de inglés después de trabajar. Tenía media hora para llegar de Gran Vía a Goya y había que comer algo, así que Pa Pizza me solucionaba la papeleta. Pizzas variadas, aunque yo destacaría sus calzone, por aquello de coger algo con más consistencia que una sola porción de pizza.
Suelen ser bastante rápidos en el servicio y abren gran parte de las horas del día, por lo que lo tengo apuntado para alguna noche de juerga en el centro. Aún así, que nadie se espere maravillas, recomendable para salir del paso y poquito más. Te podrás sentar a comer si estás entre los cuatro elegidos para los que aproximadamente hay sitio en su minibarra.

De cuántos apuros me ha sacado este sitio de vuelta a casa de fiesta. De camino a Cibeles para coger mi búho es raro el fin de semana que no hago una paradita para saciar el hambre de la madrugada.
Las porciones de pizza no es que sean la bomba pero para irte a la cama con el estómago lleno y evitar un poco la resaca del día siguiente… pues están bien.
Los chicos que atiendes suelen ser bastante majos.

No voy a negar que al principio mirase con malos ojos esta pizzería, por varios motivos como pensar que era una burda imitación a la española de la pizza al taglio italiana o como saber que si está abierta todo el día, es fácil acabar allí al final de una noche tonta e hincharme a pizza como si no hubiera mañana.
Pero todo se solucionó al entrar, por que sí, es una imitación de las típicas pizzerías italianas para llevar, pero es un imitación muy buena, no tan finitas ocmo las tradicionales, pero desde luego muy bien conseguidas.
Por otra parte también comprobé que es el sitio ideal donde acabar la noche engullendo cual cetáceo, pero que al día siguiente cuando la claridad del sol te permite cerciorarte de que no era un antro, sino un lugar riquísimo, te das cuenta de que lo mismo te pasas para merendar.

Adoro esta pizzería. A veces me bajo del metro en Gran Vía pensando en las porciones que me comeré cuando vuelva a casa de madrugada. No pretendo ser exagerado, a veces hay sitios que hacen cosas que nos encantan inexplicablemente. He oido a amigos decir que la comida es grasienta y que no les convence. Pues a mi me vuelve loco.
El local es muy pequeño, no tiene para sentarse. Es apenas un pasillito con el expositor en forma de L, con todas sus variedades bien expuestas y recién hechas, al menos de madrugada, que siempre tiene cola. Eso sí, atienden muy rápido.
Las veces que he ido, hacían precio especial pidiendo tres porciones, así que yo, que con una no me entero, siempre que voy acabo lleno.
Si vas recorriendo Gran Vía, está casi en su punto más alto, así que en cualquier caso, te lo comerás tranquilito cuesta abajo… siempre me sientan divinamente!

Venga a oir hablar de este sitio, sobre todo porque abre «casi» todo el día, y ya por fin ayer lo tuvimos que probar. Es verdad que no es la mejor pizza del mundo, pero a buen hambre… Y nosotros estábamos hambrientos, eso seguro. Nos pedimos dos porciones cada uno. Son de masa gorda. Una de carne y otra de bacon. A mí me gustaron mucho, pero repito, no como pizza, sino como comida de «aquí te pillo aquí te mato». Encima pagamos con un ticket restaurante.
El dependiente nos atendió fenomenal. Nos preparó los trozos en una caja, para llevar, nos dio los flyers, y una estupenda sonrisa.
Era por la tarde-​noche, pero si otro día salgo de marchuqui por aquí, fijo que cae otra.