Parque del Oeste

Amo amo amo el parque del Oeste. Voy a menudo a pasear con mis perritos y disfruto muchísimo: es un parque que cambia mucho en cada temporada y permite de disfrutar de largos paseos entre arboles muy altos. Hay mucha gente que hace picnics con sus amigos, que va por allí a correr, a dar un paseo romántico con su pareja o, como yo, lleva sus perros para que se lo pasen pipa. Si Manuela Carmena pasara por aquí en Unilocal le diría «Mas parques como esto y menos Corte Ingles»! ;-)

Me gusta mucho en esta época del año. Esta muy bonito, y abundan las flores. Es un parque muy interesante, en el que pasear se hace muy agradecido; en la parte mas norte puedes encontrar bunquers de la guerra. Y siguiendo los senderos, puedes cruzar el parque de punta a punta, disfrutando del entorno. Hay varias fuentes y un río artificial que cruza el parque.
Muchos sitios donde esconderse para buscar un poco de intimidad. Y muchos bancos para sentarse, aunque sinceramente, con tantas explanadas de hierba mas que usar los asientos, apetece tirarse y en plancha sobre el cesped!!!
Lo único malo de este parque está en lo poco seguro que puede llegar a ser si bajas la guardia. En una ocasión, y a plena luz del día, un chico, que disimulando muy bien se acercaba a una confiada lectora por su espalda que estaba leyendo un libro sentada entre unos árboles, para intentar robarle. A lo que mi amigo y yo reaccionamos, avisando a la chica.
Asíque es poco o nada aconsejable tumbarse y dormir la siesta, sin vigilancia :/

Un precioso parque en Madrid y que podria estar mejor si por las noches no hubiese tanta actividad de indole sexual.

Bonito parque en la zona de Moncloa. Aunque mi universidad fue la Complutense, reconozco que lo frecuenté poco (era estudiosa… :-P), pero es un bonito sitio que da un toque de verdor y naturaleza en esa zona tan urbana y llena de asfalto y coches.

Con unas dimensiones tan grandes es difícil no perderse, es bien sabido que por las noches no es un buen lugar para andar por el, pero por el día puede convertirse en una alternativa al retiro, o a esos lugares tan transitados, este parque no solo comunica diferentes zonas de Madrid sino que también conecta diferentes formas de vida, la de campo y la de ciudad =)

Los domingos por la mañana cierran un kilómetro para poder patinar, hacer longboard, skate, etc. Es genial ese parque pero si es cierto que hay que tener cierto cuidado por las noches. Han habido varios altercados y es famoso el tema de adultos ‘mirones’ por la noche por el tema de la cercanía de las residencias universitarias y porque es un parque donde se suele hacer botellón.

Though many big cities fall under the category of asphalt jungle, I can’t say that’s true for Madrid. The city is many wonderful things but it is also populous and fast and in turn it can sometimes be hard and dirty. Yes, we need the pulse, the action, the cement, the lights, and options and signs but we also need carbon dioxide and gentle, breezy, green and a chance to slow down, kick back and look up at the trees and sky. It is only natural for urbanites to suffer from city burnout. But, Madrileños and visitors are a lucky lot in that this is a people-​friendly city with a good number of zonas verdes (green areas, parks) in which respite can easily be found. I haven’t come close to visiting them all but I do have a favorite refuge thus far and it’s Parque de oeste. If you must get there quickly, go by metro and exit at the Moncloa station. If you can make the time, though, I highly recommend the scenic route. My favorite is passing through beautiful Plaza de España and heading up to the Templo de Debod and then onto and into the lush Parque de oeste. This park has all that you need to help you unwind and pass the hours reading, picnicking (you do see the occasional bottle of wine, but best be discreet– the times when it was strange not to have a bottle of something in one’s hand, at least after dark, are over), jogging, dog-​walking and training, tree gazing, napping, hanging out with friends. It’s a popular lover’s spot, too, which makes perfect sense because it is romantic here. There are many grassy green slopes beneath large beautiful trees and lots of them. There are walking trails, benches, a gorgeous rose garden, statues, sculptures, a stream with a little bridge, a picnic area with tables. There’s a children’s park nearby and the Paseo del Pintor Rosales where you will find a number of restaurant and café terraces where you can have a tasty beverage and people watch the evening away. Enjoy!!!

Este es mi comentario número 300 en Unilocal y quería dedicarlo a algún lugar especial… Descubrí que el Parque del Oeste tenía sólo dos comentarios y, lo que es peor, que no tenía ninguna foto, así que decidí poner fin a esta injusticia. Ayer pasé el día buscando entre mis fotos alguna de este parque y sólo encontré las de un día que nevó en Madrid y el parque amaneció cubierto de un manto blanco. Bueno, también encontré unas cuantas de rosas, de un reportaje que hice para mi blog en mi rincón favorito de este parque, como luego os contaré.
El Parque del Oeste es uno de los más importantes de Madrid y se creó para ajardinar el desnivel que quedó entre el barrio de Argüelles, concretamente el Paseo de Rosales, y la Estación de Príncipe Pío, que entonces se llamaba del Norte. Se hizo de estilo inglés, que era lo que se estilaba en la época, con grandes praderas de césped, ríos y lagos artificiales y grandel árboles, sobre todo coníferas. Lo atraviesa el Paseo de Camoens, del que guardo gratos recuerdos porque, en los ya lejanos años 80 se celebraban aquí los multitudinarios conciertos de las Fiestas de San Isidro. Aquí vi a Radio Futura, los Pistones y los Smiths, entre otros muchos grupos de aquella época dorada.
Al final del Paseo de Camoens, que hoy se cierra al tráfico los fines de semana, se puso la fuente que antes estaba en la glorieta de San Vicente, cuando el Ayuntamiento decidió reconstruir la Puerta de San Vicente que había desaparecido de la glorieta que lleva su nombre. Es una bella y elevada fuente, ideal para que la dibujen los estudiantes de dibujo (eso decía siempre mi padre). Pero los dos elementos más típicos de este parque son el Teleférico y la Rosaleda. El primero sale de lo alto del parque, junto al Paseo de Rosales, y sobrevuela el río Manzanares hasta la Casa de Campo, ofece unas maravillosas y únicas vistas de Madrid y es una atracción ideal para sorprender a tu pareja o distraer a los niños.
La Rosaleda es mi rincón favorito de este parque y uno de los lugares más bellos y desconocidos de Madrid, sobre todo durante los mese de calor. Porque desde el mes de mayo hasta septiembre se cubre de rosas de todos los colores y formas, algunas extrañísimas, pues aquí se celebra la exposición de rosas y se muestran ejemplares curiosos de todo el mundo. Me encanta recorrer la Rosaleda y pararme a observar y oler el perfume de cada rosa, sobre todo las premiadas, que suelen ofrecer los aromas más profundos y penetrantes. Si no conocéis esta joya madrileña, espero que aprovechéis este verano para descubrirla.

Este parque me trae recuerdos universitarios.
Para los que hemos estudiado en Ciudad Universitaria este parque era lugar habitual donde pasar el tiempo entre y durante las clases.
Es un parque bastante grande que llega hasta el Puente de los Franceses y últimamente está lleno de gente haciendo deporte. Dicen que es algo peligroso por las noches porque la vegetación hace que haya zonas muy oscuras.
Al lado de la salida del Parque de Moncloa hay unos árboles Gingo que son originarios de Japón que tienen las hojas en forma de punta de flecha y a mí me parece que es lo más singular que tiene este parque.

Dentro del cinturón verde de Madrid antes de que existiese Madrid Rio (que, por ahora, no es verde, aunque sí «original») está el parque universitario por Naturaleza.
Debajo de Moncloa, cuántos botellones no se han hecho. Con un laguito en el interior que se llena de bikinis y toallas en verano (y en primavera), da gusto recorrerlo hasta llegar al de la Bombilla.
Tan sólo una pega. Por la zona baja de Paseo de la Florida, y también por dentro, hay un tio guarro. Sí, sí, es siempre el mismo y se hace pajas a tu paso. Una amiga, una vez, le insultó, y se sintió muy mal. Me llamó, porque no entendía que una familia que estaba al lado, no dijera nada.
En fin. Yo he conocido a gente muy guay en este parque. He disfrutado un montón. Alguna noche, es cierto, me he pegado algún susto por la policía (botellón) y por los nazis (vuelta de la facultad). Pero no hay que demonizar.

Es un parque bastante grande y el más cercano a Ciudad Universitaria!
Por el día suele estar lleno de gente joven dando una vuelta y por las noches es lugar de quedadas! Es muy común pasar un fin de semana por la noche y ver el parque lleno de universitarios esperando a empezar una noche de fiesta.
Tiene un rio pequeño con un paseo al lado muy bonito sobre todo en primavera. También es típico encontrarse, los días de buen tiempo, a gente haciendo pic-​nic en el propio parque o simplemente tomando el sol.