Este restaurante es muy chiquitito y muy acogedor. Es como si estuvieras en el salón de tu casa y te tratan como en ella. Para empezar puedes tomar la ensalada Pasamar, que lleva lechuga, tomate, aguacate, cebolla, salsa rosa… está muy rica y de segundo me encanta el solomillo que te lo hacen acompañado de diferentes salsas, tienen una de setas que está buenísima. En cuanto a los postres, son todos caseros, es una comida muy tradicional.