Polyester

Reconozcámoslo; El Poly es un garito con todas las letras. Es oscuro, es estrecho, los baños suelen dar asquete y, en verano, es agobiante de calor, pero también es un garito en el sentido más divertido y amable de la palabra. Es el sitio donde sabes que te lo vas a pasar bien sí o sí.: a lo mejor no va a ser la noche épica por lo modesto de su propuesta, pero sí que es una apuesta segura. Es un antro, pero no engaña!
Los dueños se esfuerzan mucho en innovar continuamente con las propuestas musicales del local, organizando fiestas y sesiones temáticas con mucha mucha frecuencia, que casi siempre salen muy bien. La pista de baile es muy pequeñita, pero nunca le falta gente bailando porque la música siempre está bien.
Los parroquianos de este bareto siempre están dispuestos a divertirse y a relacionarse con los desconocidos, lo que le convierte en un sitio muy apropiado para saludar a los conocidos y hacer otros nuevos. Además suelen preocuparse por renovar la estética del local (con las evidentes limitaciones que impone el espacio), ofreciendo sorpresas cada cierto tiempo en una columna central que tiene el local (recuerdo con mucho cariño la nevera que pintaron y los cuadros redondos que simulaban espejos).
Para finalizar, los camareros son encantadores y los precios del local son de lo mejorcito de todo Madrid, especialmente teniendo en cuenta que al día siguiente no quieres arrancarte la cabeza por haberte tomado dos copas.
Definitivamente, un local al que hay que ir de vez en cuando, sin abusar, eso sí.

Suelo venir a este bar cuando pinchan amigos porque es como una fiesta privada. Ponen la música que quieres, conoces a todo el mundo y te lo pasas divinamente. Además, no ponen garrafón y los camareros son muy simpáticos. El sonido es regular pero bueno, con 2 copas ya te suena a gloria.
Podríamos decir que es un lugar eminentemente gay pero es heterofriendly a tope.
Tiene un defectín: tiene mala iluminación y es oscurísimo.

Para ser sincero yo no soy muy sibarita con lo bares de copas, y a este voy básicamente por que mis amigos me llevan y cada vez que voy me lo paso genial. La verdad es que las sesiones de DJ’s que organizan están bastante bien, y por que no decirlo, los camareros me ponen bastante cachondo, pero bueno supongo que para algunas personas esta información sobra.
La verdad que lo único que criticaría del sitio y es el motivo de las tres estrellas que he puesto, es que cada vez que entras un olor a no se que te da un latigazo en la cara, pero bueno pasados 5 minutos, te acostumbras.
Informacion de interés: Tienen jagermeister

Un híbrido de Chueca y Malasaña en mistad de los dos barrios. Música pop y electrónica de calidad y divertida (aunque una acústica un poco regular), precios muy buenos y un ambiente estupendo. Una alternativa al Gris de Chueca más familiar y con alcohol de mejor calidad (o por lo menos esa sensación tengo yo!)

Para mi el Polyester es uno de esos sitios en los que te sientes como en casa, porque sabes que la música no te va a defraudar y que siempre vas a encontrar algún amigo o conocido por allí. Por desgracia y aunque pueda parecer lo contrario, esto no es muy frecuente en Madrid. Yo, que pasé mis años estudiantiles en Salamanca, estaba muy acostumbrado a este tipo de garitos y cuando llegué a Madrid realmente echaba de menos esa sensación, hasta que di con el Poly.
Hay que decir que los camareros son súper majetes y que la selección musical está muy cuidada siempre, ya que van haciendo sesiones dependiendo el día de la semana con generos como New Wave, Tecno Pop, Indie, Underground, 80’s… Por otro lado, su mayor limitación es el espacio del que disponen, que da para lo que da. Con una sala más grande y mejor equipación, tendría mis cinco estrellas sin reservas. Precios un poco por debajo de la media y abren hasta las 3.30 ó 4.

Ciertamente no es mi estilo de garito, quizá sea porque las veces que he ido la música no ha acabado de convencerme, porque estaba petado hasta la médula, porque el equipo de sonido no es lo mejor del mundo, la decoración es más bien escasa… aunque reconozco que me gusta esas «sorpresas» cambiantes de la columna que divide el Polyester en dos zonas (la última vez que fui un homenaje al Ecce Homo de Cecilia).
Lo que es indiscutible es que tienen una plantilla excelente, de camareros fantásticos y amigables, buen rolleros sinceramente y precios populares sin caer en el garrafonismo. Esto, señores y señoras, es un tanto muy positivo.

No podría decir con seguridad cuántas noches he pasado en el Polyester («el Poly», para los amigos) pero os aseguro que muchas, muchísimas, muchérrimas. Siempre lo he considerado un digno heredero de la modernidad bastante bien entendida, con un público muy interesante: con inquietudes musicales pero sin caer en el gafapastismo o en el escobismo (dícese de cuando una persona va tan estirada que parece que le han metido un… bueno, dejémoslo ahí).
Solo hay una cosa que me «apena» (es un decir) del Poly. Siempre he tenido la sensación de que a sus dueños /​organizadores se les quedaba pequeño. Siempre han tenido muchas más miras, y lo cierto es que desde siempre he tenido la sensación de que lo que necesitaban era un club más del tipo del Demodé, en el que verdaderamente dar rienda suelta a todas las ideas que tenían.
Porque además, el público respondía, mucho y muy bien. Pero al final, las limitaciones deslucían un poco todo ese trabajo que hacían a la hora de buscar gente que pinchase e hiciese fiestas acordes con la filosofía del local.
Eso sí, entrar es casi sinónimo de pasárselo bien, ver caras conocidas y sorprenderse con cada una de las intervenciones a «la columna», una columna negra que se encuentra en el centro del local y que, lejos de convertirse en un fastidio arquitectónico, es una nueva obra de arte cada vez que la ves.

Me gusta este local, no hay mejor manera de comenzar una reseña que con un ápice de sinceridad. Se encuentra en Tribunal, buena zona y de fácil acceso, además de bien comunicada con otros bares y pubs, zona de movida para salir, ideal para cambiar de aires varias veces en la misma noche.
Es un local pequeño, con una decoración cutrilla, pero que no resta importancia. La gracia del lugar esta en la gente que se reune en el, desde las diferentes partes de gente alternativa al punk, o casi.
Siempre hablando de un lugar con vanguardia y ambiente sex pistols. Ideal para llevar a gente de este tipo y que disfrute del lugar. Ideal complemento de palma 3, local de la zona.
Lo mejor: se sale de la norma
Lo peor: nada, para algo distinto que hay no vamos a cambiarlo.