puerta de toledo translates into«the gate of toledo.» centuries ago, it used to lead travelers to the historical city of toledo, a city 70 km southwest of madrid. completed in 1827, it is one of the many monumental gates in the city of madrid, and also the one that was most recently built. imagine how old some of the other gates in madrid are if this one is 188 years old! this gate features three arches and looks magnificent at nighttime as you can see the lights shining on either side of this light-coloured, granite structure. i passed by this structure many times during my stay in madrid since i stayed in the la latina district, just a few minutes away on foot. whether by day or by night, this tall gate helped me determine where i was and how to continue on my journey while touring madrid.
Roberto B.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Otro de mis rincones favoritos de Madrid, por lo evocador del lugar. El monumento actual se construyó entre los años 1817 y 1827, a modo de arco triunfal en honor de Fernando VII. Fue, por lo tanto, la última puerta monumental erigida en el antiguo recinto de Madrid. Pero ya en la primitiva cerca de la ciudad, construida en el siglo XV, existió una puerta llamada«de Toledo», de donde partía el camino que iba a esta ciudad. Lo que me interesa de este lugar ocurría el dos de mayo de 1808(sí, el famoso«Dos de mayo»). Cuando comienza el motín del pueblo madrileño contra el ejército francés, el mariscal Murat decide que las tropas acantonadas en las afueras(en el Retiro, en los carabancheles…) entren en la ciudad para converger en su centro y sofocar la rebelión. Éste sitio está justo en la ruta de entrada que van a utilizar los coraceros franceses(la caballería pesada) que vienen de Carabanchel, y justo aquí se sitúan los madrileños(«la gente más dura de Madrid», según el periodista y escritor Arturo Pérez-Reverte. Artesanos del Rastro, vecinos de Lavapiés y La Paloma, etc.) para intentar detenerles. Los coraceros, tropas veteranas de las distintas campañas de Napoleón, llegan por la cuesta que sube hasta lo que hoy es la glorieta de la Puerta de Toledo, y «son recibidos con barricadas por mujeres, hombres y niños que luchan con tijeras, palos, navajas, cuchillos y todo lo que han ido cogiendo por ahí. Valía cualquier cosa. La lucha es a muerte, claro. Les salen al paso. Mujeres, pescaderas, putas, rufianes, mendigos, algunos con trabucos, otros con macetas, y paran la primera oleada por el factor sorpresa. La segunda, ya no». La resistencia se rompe y los madrileños se retiran cuesta arriba, perseguidos por la caballería, lo que constituye uno de los peores escenarios posibles, que termina en carnicería. Pérez-Reverte describe este encuentro(y, en general, todo el Dos de Mayo) como una auténtica«intifada»: palos y piedras contra el ejército mejor armado de la época. No se me ocurre descripción mejor.