Salamandra Boulder

Llevo escalando en Salamandra Boulder desde octubre y sólo puedo decir cosas buenas sobre este rocódromo indoor ubicado en pleno barrio de Chamberí.
A pesar de contar con un espacio bastante limitado, éste está muy bien aprovechado, incluyendo una zona de escalada con desplomes y cueva; un gimnasio con todo lo necesario para trabajar el físico de cara a la escalada y un pequeño bar en la planta superior.
El ambiente es familiar y siempre encuentras a alguien dispuesto a echarte una mano o a recomendarte zonas de escalada exterior para el fin de semana.
Salamandra Boulder cuenta con varias tarifas, abono mensual, abono mensual con clases, pases de día… Los monitores, Javi y Jose, son muy buenos en lo suyo y tienen mucha paciencia cuando se te atasca algún bloque :)
Si estás pensando en iniciarte en el mundo de la escalada, te recomiendo que elijas la opción de abono mensual con clases (60 euros al mes si pagas trimestralmente). Es la mejor forma de avanzar aprendiendo la técnica como es debido.
Además de las actividades propias del rocódromo, Salamandra Boulder organiza de vez en cuando salidas, cursos de iniciación a la escalada en roca.,
Por ponerle un pero, creo que los vestuarios son demasiado pequeños y, a partir de las 19 horas, bastante incómodos.
¡Nos vemos en la roca! :)

Y mi comentario 200 va… para…Salamandra BC!!!
Sí señores, hace 10 años que empecé a escalar y lo hice gracias al Salamandra. La verdad es que hacía ⁸⁄₉ años que no volvía y está igual, ah, lo siguen llevando Lucas, Michel y Varis. Como en la mayoría de rocos, organizan salidas dirigidas y así es como yo empecé en este mundillo, luego ya me apunté a clases dirigidas. Pero el finde pasado tocó volver con motivo de una competición de escalada en la que participo.
El local no es que sea enorme, pero el espacio que tiene está bien aprovechado. Además de la zona de escalada tienes en una esquina un gimnasio bien apañado. Los plafones se asemejan a roca natural y tienen adherencia suficientes como para no necesitar presas para los pies. Como decía antes, no es enorme, pero tienes zonas sin desnivel y hasta una cueva para hacer el aberrao.
¿Un pero? los vestuarios, que son pequeños si se juntan 4 o 5 personas.
¿Un plus? las colchos del suelo están nuevas y ancladas al suelo, no se mueven.
Como suele ser habitual en todos los rocos, botellín de cerveza 1 euro.
Larga vida al Salamandra.

Me gusta éste boulder porque aunque es pequeño, es acogedor y más que suficiente para petarte los antebrazos.
El ambiente es muy bueno y hay zonas para todos los niveles, aunque a veces hay que controlar un poco el tráfico entre paneles. Yo huiría
de las horas punta en la tarde, especialmente martes y jueves porque está a reventar y pasas más tiempo esperando que entrenando. Al mediodía es perfecto.
Los chicos son muy buena gente y tienen programas interesantes para hacer salidas guiadas. Además, siempre puedes charlar con ellos mientras te tomas una cerveza al terminar. Verás que dan cursos y programan otro tipo de actividades en la zona de bar, como proyecciones.
Como forma de pago ventajosas tienes bonos de 10 sesiones y cuotas mensuales.

La disposición, variedad y calidad de piezas, así como la textura de la resina y sus formas facilitan el entrenamiento para principiantes y machacas. Si vas a entrenar por libre, en un momento dado, le puedes preguntar a cualquiera de los monitores que ande por ahí por algún bloque o travesía, según técnica: «ponme uno de pies», «uno dinámico»… pero, además, dan clases y organizan salidas, pero se puede ir por libre. En general a cualquiera que le preguntes te puede poner algún bloque e, incluso, puedes acabar entrenando con él porque el ambiente es muy abierto y la gente muy amable.
Si tu intención es entrenar tranquilamente y con constancia, lo mejor es ir antes de las 19:00 pues no hay mucha gente y puedes llegar a tener a tu disposición todo el espacio. Pero si prefieres entrenar con jaleo y un ambiente animado, mejor hazlo a partir de esa hora.
De precios, vaya, como cualquier roco en la ciudad, pero lo bueno es que tiene varias opciones de pase y según las características de cada uno pues interesa uno u otro, como el bono de socio mensual de dos días a la semana frente al de acceso libre, con una considerable diferencia en el precio.
Después de entrenar, te puedes tomar una cañita en la cafeta, Alhambra, que tienen en la planta de arriba. Los jueves se peta de post-​entrenados y se crea un ambiente un poco más festivo, pero siempre mirando al finde y las posibilidades de salir por el campito o por la ciudad, ¡el clima manda!