Sanpol

Pese a haber vivido cerca durante un año, hasta que mis sobrinos no han tenido edad de enterarse de una obra de teatro, no lo he podido catar. Y es este finde cuando he tenido la ocasión de visitar el teatro Sanpol con los niños, para ver Cuento de Navidad, de Dickens, adaptado para ellos, evidentemente.
Las instalaciones están fenomenal, con un escenario y una platea que no por estar preparado para niños desmerece lo más mínimo. En la entrada, además, tienen un tinglado montado para que los niños dibujen y hagan papiroflexia con personal de animación, que les hace mucho más llevadera la espera del comienzo de la función.
Cuentan con unos artilugios que ayudan a los más pequeños a elevarse en el asiento y que los niños más mayores no les tapen la visión, lo que me parece un acierto estupendo también.
Finalmente, a la salida obsequian a los niños con una chocolatina, lo que no solo les hace ilusión sino que además les sirve de merienda, acorde con la hora de salida.
Todo esto en cuanto al teatro en sí. La obra en concreto que vimos, me parece una adaptación fenomenal de la obra de Dickens, y los niños salieron encantados de la función.
Sin duda repetiré y le pongo 5 estrellas. No obstante, quería apuntar que, mientras el precio de las entradas es adecuado (12,5 euros por niño y 16 por adulto para una función con 8 actores más técnicos), me parece que el de los artículos de la tiendecita de chucherías que alberga el teatro es un poco tomadura de pelo. 1,50 euros por la botella pequeña de agua no lo veo muy claro, pero en fin, tampoco me sorprende.

Curiosa la historia de esta mítica sala madrileña situada junto al río Manzanares, en la plaza de San Pol de Mar. Cuando yo era adolescente esto era un cine bastante alternativo, donde se proyectaban maratones de películas de terror o de ciencia-​ficción que duraban todo el fin de semana. Lo más friki de aquellos lejanos años se concentraba aquí, aunque yo me quedé con las ganas, era demasiado pequeño y me enteraba por referencias de otros. El público de esta sala ha cambiado bastante, pues ahora es un teatro especializado en obras infantiles, prácticamente el único de Madrid que ofrece una programación estable de teatro para niños. Si tenéis hijos, sobrinos o nietos y no sabéis qué hacer con ellos o adónde llevarles, aquí tenéis un plan que nunca falla. Consultad la programación en la prensa o en la web, siempre hay algo y los precios son populares, además hay ofertas…

La casa encendida y el teatro de Santol de Mar se reparten las visitas con mis sobrinas para ver obras de teatro infantil.
Para mí es más cómodo ir a la Casa Encendida, pero el Sanpol de Mar tiene mucha más solera y tradición en obras para niños. Desde 1984 toda su programación está destinada al público infantil y juvenil (y adulto, muchos padres y abuelos que acuden con sus pequeños monstruos se lo pasan mejor que ellos).
Si acudes un domingo por primera vez, pensarás que el flautista de Hamelin ha llegado a la ciudad. La hilera de niños supera incluso a la de adultos en el INEM.
Las obras son muy variadas. Han representado versiones de cuentos tradicionales, como Pinocho, versiones de obras clásicas españolas, las aventuras de Don Quijote, y obras originales de autores contemporáneos, el abuelo se ha vuelto loco.
Es una experiencia que los más pequeños no deben perderse. Haz un esfuerzo. Yo lo he hecho varias veces. Es duro llevar a tus sobris al teatro por la mañana cuando te acostaste la noche anterior a las cinco.
Dicen que la sonrisa de un niño todo lo llena. Pero 200 niños riéndose dentro de la cabeza puede ser una pesadilla antes de navidad.
* Consulta los horarios en su web