El nombre del sitio es toda una declaración de intenciones. Un garito muy pijo con varias peculiaridades. La primera, que abre hasta tardísimo y es refugio de muchos a los que ya han echado de otros sitios. La segunda, que es el coto de caza de multitud de divorciadas(o no) con pasta y con ganas de cenarse un yogurín. Esto último, que puede echar para atrás a muchos, es para mí el punto divertido del sitio. Que te entre una señora de buen ver y cierta edad, y te invite a copas tiene su gracia. Más gracia teniendo en cuenta que las copas valen un pico. Yo nunca he pasado de ahí, pero tengo un conocido que se acabó yendo con una y a la mañana siguiente ella le regaló la playstation de su hijo. Magistral. Los puertas pueden ser muy pesados y te miran de arriba a abajo. Tan pronto te cobran la entrada, como no. Pero en cualquier caso prepara la billetera, porque el sitio es caro.