Sol y Sombra

Para la música hay muchos gustos. A mi en concreto no me gustó demasiado.
No bebo alcohol, pero por lo que comentaron el resto de amigos, la copa a la que les invitaron parecía un producto de limpieza (olía parecido).

Entramos en el local por una coña que tenemos mi chica y yo, y es que ella una de las primeras veces que estaba de camarera en una bar (Para sacarse unas pelillas) le pidieron un «Sol y sombra». como ella era muy novata por aquel entonces, se puso a buscar una botella que se llamase sol y sombra como loca. Y tras mirarselas todas, se fue al cliente y le pidió disculpas por que no tenían sol y sombra. el hombre se echo a reír y le dijo que le llevara una botella de anís y otra de coñac, y delante de ella echo las dos cosas en un vaso y entre risas le dijo: «esto es un sol y Sombra»
Lo malo es que del local lo único bueno que podemos sacar es esa anécdota nuestra que poco tiene que ver con este sitio, según entramos salimos espantados por la música, pachangueo puro y duro y del chungo petaca.

El Sol y Sombra sólo tiene una virtud: es de los garitos que abre hasta más tarde de Huertas.
Por lo demás, poco: cobran entrada, las copas son terribles, la música peor, la clientela es una mezcla de guiris borrachas y macarrillas intentando ligárselas… en fin, que no, gracias, pero no.

Si le echáis in vistazo a la página web, da la sensación de que es un garito en el que se unen la tradición (peinetas, trajes de torero) con la decoración de vanguardia (espacio decorado con gusto, en plan lounge, con mesitas blancas, luces fucsias y cosas así), y que, aunque te guste o no, la fusión puede ser interesante.
Pero si vas a tomarte una copa, verás que es la clásica leonera de Huertas donde van los rednecks a desfasar; donde da la sensación que el alcohol te sienta peor que en otros lugares; donde ponen el pachangueo más insufrible.
Supongo que tienen su target group muy definido, en el que yo no entro. Que les vaya bien.