Sotoverde

Un sitio extraño. Una terraza y un interior donde lo mismo te puedes encontrar a tu abuela que a tu amigo del barrio. Un ambiente inglés chamberilero y unos camareros profesionales a más no poder. Pídeles cualquier cóctel que seguro que te lo hacen. Allí he probado los dry martinis más buenos y perfectos de Madrid. Bajo petición.

De ambiente algo rancio por lo encorsetado del uniforme de quien allí trabaja, que no por su total simpatía y cordialidad, conocía este bar por culpa de un amigo que aquí nos convocaba de Pascuas a Ramos por estar el local muy cerca de su casa, por ser más pintoresco que otros de alrededor y por su afición a los cócteles.
El otro día, pasábamos por allí y decidimos hacer un homenaje al amigo ausente y tomarnos algo, porque no se está mal dentro. Me gustan sus mesas bajas y el desfile de tapas que te van sirviendo en bandejas mientras ingieres tu bebida, que tiene un precio más elevado que el habitual pero que te compensan con los mencionados aperitivos. El sitio está especializado en cócteles y, aunque no esté en la carta, te pueden preparar uno a tu medida. Yo vivo horas bajas y sólo bebo vino y cerveza, con lo que poco puedo decir, pero parecían correctos y la variedad, según el menú, era extensa.
Mi amiga se quejó de la media de edad del local, ya que el cliente más jóven tendría unos 57 años, pero también estábamos nosotras y «nunca se sabe», le dije tratando de aplacar sus ganas de socializar. El caso es que eso no suele importarme y descuido estos detalles pero, a pesar de todo, estuvimos cómodas y pasamos un buen rato.

De los mejores Mojitos que he probado en Madrid… Una cocktelería clásica de Chamberí

Muy buen sitio para tomar una cañita. Con la cañita te traen tapas muy buenas. Lo único que la edad media de la clientela ronda los 65 años pero un sitio muy bueno para disfrutar de una caña con tapas.

El Sotoverde es uno de los sitios que más frecuento a lo largo del año. Tiene terraza (genial para los fumadores) y dentro se puede estar muy cómodo en los sillones o charlando en la barra. Los cócteles son espectaculares. Es verdad que no es un sitio barato, pero entre cerveza y cerveza te ponen tapitas constantemente y el trato es muy familiar y agradable. Sin duda, recomendable.

Cuando en la escuela de hostelería te dan un lugar de referencia donde ir a ver como preparan cócteles, poniendo especial atención en los pequeños detalles que hacen que un cóctel se convierta no solo en un buen cóctel, sino en una verdadera obra de arte digna de un museo (Y no estoy bromeando, una vez hicieron una exposición con sus cócteles)
con un ambiente que me encanta, que me recuerda a películas de Woody Allen, donde solo te entran ganas de pedir un buen cosmopolitan.
Tiene terraza, aunque nunca la he pisado (excepto para entrar en el bar por supuesto jeje) pues quiere el destino o la ley de murphy que siempre que voy llueva chuzos de punta. por lo que al final el ambiente se complementa con el repiqueteo de la lluvia que se mezcla con blues y jazz de fondo.

Pues un día me llamó Carrie Bradshaw que estaba en la ciudad promocionando su último libro. Ella tenía ganas de fiesta pero le apetecía tomarse un buen Cosmopolitan por lo que le sugerí vernos en Sotoverde.
Quedó encantada con el lugar, el servicio está compuesto completamente por barmans que hacen de estas copas auténticas obras de arte. Esa música de fondo, esa terraza… nada dejado a la improvisación. Un local con estilo americano al más puro estilo «manhataniano». Se sintió como en casa.
Bueno, ahora fuera coñas, esta es una manera divertida de recomendaros esta coctelería, una de las mejores de nuestra ciudad.