Pues lo único que vale la pena de este sitio son las vistas, tanto de Madrid como de la parte alta del Palacio de Correos. Tuvimos que pagar la consumación antes de entrar(6 € por una cerveza Heineken) y tampoco tienes asegurado que te vayas a poder a sentar en alguna de las mesas que tienen vistas. Los baños están una plana más abajo(hay que salir de la terraza). Nos atendieron bien, eso sí, y al menos pusieron unas patatas para acompañar las cervezas. Uno de esos sitios donde con ir una vez ya vale.
K O.
Rating des Ortes: 1 Oldsmar, FL
Terribly slow service — we waited for over an hour for a cold cheese plate. In the meantime we finished our drinks and were in the midst of disgusting cigarette smoke all around us. There is relaxing pace and there is slow, this was painfully slow service.
Ningxi X.
Rating des Ortes: 4 New York, NY
The view is what you come here for. The prices are definitely on the high end for Madrid, but if you’re ready to dole out € 50+ for a bottle of wine to impress a date, you should go for it. There’s a cover of € 6 per person but you get a voucher with which you can use against the check at the end, so basically it only acts as a guarantee of € 6 minimum expense per person. Even the mocktails are about € 10, and the snack plates cost as much as main dishes do at most places in the city. You can sit at a high table by the edge directly overlooking the plaza, but those seem to be promptly occupied. The couches in the middle are comfy too, but you may have to sit next to strangers. The service is alright, not the level you’d expect at a high-end bar. The place is on top of the old post office, and is among the highest points in the city. I wouldn’t frequent here if I lived in the city, but it’s a nice place to go once in a while.
Pablo H.
Rating des Ortes: 1 Madrid
Teníamos amigos de visita y decidimos cambiar la terraza del Círculo de Bellas Artes por la Terraza de Cibeles que ninguno conocía. Estábamos esperando a una amiga que estaba en el cine de verano del Ayuntamiento y mientras intentamos enterarnos de los precios. Fue misión imposible porque cada persona nos decía uno diferente: desde la entrada gratuita a los 4 €, los 4,50 € o los 6 €. Fuera no aparecía ninguna información al respecto y muchos turistas se acercaban a preguntar y no había nadie que les supiera responder. Una de los guardias de seguridad nos dijo finalmente que costaba 4,50 € que te descontaban de la consumisión. Al parecer había tanta cola porque el sitio estaba lleno y conforme salían nos dejaban entrar. Cuando, después de esperar una hora y media(cerraba a las 2:30 y entramos a la una y pico), ya somos los siguientes en entrar(éramos 7) baja la relaciones públicas/chica de la taquilla de arriba y cuela a tres chicas mexicanas(la RRPP también lo era) con una pinta de niñas de papá increíbles que poco antes habían intentado colarse por la cara y los de seguridad le habían mandado de vuelta a la cola. Uno de los guardias de seguridad se encara con la RRPP diciendo que no pueden subir porque no había sitio y la seguridad bla, bla, bla… Ella dice«no hay sitio pero para ellas si hay sitio» y las cuela ante la cara de gilipollas de la cola inmensa de gente que llevaba una hora esperando. A la mierda la normativa de aforo. Tras un rato logramos subir y nos encontramos con la RRPP/taquillera que nos cuenta que la entrada son 6 €. Nos fijamos y nos quedamos anonadados al ver que tiene apuntada una chuleta con la tabla del 6 para no liarse con los precios. 6×2=12, 6×3=18, 6×4=24 y así. No nos lo podemos creer. Nos dice que no hay mesa pero que podemos ponernos en la barra. Entramos y miramos los precios. 6 € la cerveza y el refresco, 8 € el tinto de verano y la sangría, 12 € las copas. En la mayor parte del local no hay ningún tipo de vista, solo hay cuatro mesitas pequeñas para parejas con vistas a la Cibeles. Nos colocamos en una que vemos sola por la mitad de la azotea entre el tragaluz y alguna pared. Es un sitio pequeño pero cuenta con mucho personal. Como si no lo tuviera. Pedimos en la barra y tardan siglos en servirnos(de los siete solo una persona pidió un cóctel). Pedimos un cenicero y nos dicen que nos aguantemos que las personas encargadas de los ceniceros no están. Son bastante desagradables y el cenicero nunca llega. Me parece increíble para un sitio que va tan de jet set. La música es chill out electrónica de esta que tanto gusta al pijerío que parece que van a venir los extraterrestres a abducirte o Satán a poseerte. Apuramos hasta que cerraron y pudimos asomarnos al menos y ver las vistas, después de esperar casi dos horas para entrar y gastarnos lo que nos gastamos, qué menos. Desde luego no merece la pena por el trato, el precio, la música y el ambiente.
Fon M.
Rating des Ortes: 1 Madrid
«¿Una terraza en el sexto piso de un edificio público? ¡Vamos allá! ¡Seguro que nos encanta!» Cuánta ingenuidad es capaz de albergar un grupo de amigos en la noche madrileña. Empezamos por el acceso: ¿Cuánto cuesta? Como no está por escrito en ninguna parte tendremos que averiguarlo preguntando a la gente de seguridad que trabaja en la puerta. Unos te dicen 4 €, otros 4.5, otros 6… Bueno, pues haremos una media, que sean 5. Tras media hora haciendo cola con la Cibeles a nuestras espaldas y viendo cómo colaban a algunas chicas VIP amigas de la Relaciones Públicas(y con públicas no me refiero a servidora de los ciudadanos, que el edificio es de todos pero en el bar entra quien se le antoje a ella) conseguimos llegar a la sexta planta, donde nos esperaba la recepcionista(o hostess, que esta gente es muy angloparlante) para cobrarnos finalmente 6 € que se descontarían de la consumición que tomásemos después. Un detalle a tener en cuenta para contextualizar dónde nos encontrábamos: la recepcionista(hostess) tenía anotada en un papel la tabla del 6 de multiplicar. 6×1= 6; 6×2=12; 6×3=18… Llegará lejos. Accedemos a la terraza. Nos recibe una música programada(los djs están todos en la costa) rollo chill out cochinero de ese que ni es música orgánica ni electrónica ni nada en general pero que gusta mucho en ambientes neoliberales. El volumen, bien alto aunque nadie es capaz de bailar semejante experimento sonoro y la distribución de mesas y sofás tampoco invita a ello, nos obligaba a comunicarnos a gritos, siendo eso muy poco chic, pero supongo que la high class madrileña también tiene derecho a desahogarse y hablar como hacemos los perroflautas en el mercado de abastos. Localizamos una mesa pequeña y nos apilamos como podemos. 6×4= 24; 6×5=25… Vamos a la barra a pedir. Tardan en atendernos unos 10 minutos a pesar de que sólo teníamos a un pequeño grupo de amigos delante(3 camareros en una barra entre normal y pequeña). Miramos la carta de precios: Una Heineken de barril, 6 €. Un mojito: 12 €. Vamos bien. Que yo entiendo que tengo un especial afán en que todo se nacionalice pero ¿no podría municipalizarse el bar de la terraza de MI Ayuntamiento? ¿No podría haber precios más populares en la terraza de NUESTRO Ayuntamiento? ¿No es un poco excesivo cobrar 6 € por una cerveza que en cualquier bar te cuesta la mitad? ¿Por qué tiene que estafarme una empresa privada en un edificio público? 6×6=36; 6×7=42… Antes de llevarnos nuestras bebidas a la mesa retiramos las de los clientes que nos precedieron, porque debe ser que ahora lo cool es que tú seas tu propio camarero(your own waiter, para ellos). Una de mis amigas se enciende un cigarro pero no tenemos cenicero. Voy a la barra a pedir uno y me contesta la camarera que no sabe dónde puede haber alguno disponible y que me vaya a preguntarle a otro compañero por ahí. «Tíralo al suelo», le dije a mi amiga, «que si no tienen interés en atendernos ya lo tendrán en barrer». Imagino que no fuimos los primeros en tener ese problema porque había mas colillas a nuestros pies. The floor is the new ashtray, que dirían ellos. 6×8=48; 6×9=54… ¿Las vistas? Oh sí, las vistas son lo mejor del sitio… si tienes la suerte de coger una de las tres mesas que miran a Banco de España. Sino, verás el Palacio de Cibeles desde otra perspectiva. 6×10=60. Para resumir. Me gasté 6 € por una Heineken en la terraza del Ayuntamiento rodeado del club de fans de Begoña Villacís bajo el atronador sonido de una música a medio camino entre lo ibicenco y lo fúnebre, con un servicio peor que el de Casa Pepe(el de Despeñaperros) y unas ganas tremendas de mandarle un e-mail a Manuela Carmena para que acabe urgentemente con este despropósito en la que debería ser la casa de todos. Hasta las narices de que, bajo el paraguas de lo cool, me ofrezcan un mal servicio a un precio desorbitado. Les pongo un 0.
Irene S.
Rating des Ortes: 5 Madrid, Spanien
suuuper Dachterrasse mit Cocktailbar, umwerfende Aussicht! Es gibt daneben auch ein Restaurant. Beim Eingang unten muss man durch einen Sicherheitscheck, für die Bar gibt es € 4,50 Mindestkonsumation und die Cocktail– und Weinpreise sind auch recht ordentlich(Mojito € 12, Wein € 6), das ist es aber allemal wer. Hat uns super gefallen!