The Table by Begoña Rodrigo PUNTUACIÓN: 4++, no llega a 5 por algún pero que otro. Esta primera visita al proyecto del restaurante The table by del Hotel Urso estando invitado el restaurante La salita de Begoña Rodrigo vino motivada porque ya había probado la casa madre el pasado diciembre en Valencia y había salido muy contento con la experiencia. Constante sensación de déjà vu esta vez en Madrid. El local del Urso es amplio, cómodo y cálido pero con las plumas de bronce y láminas de biología colgando de las paredes así como la elección de colores pastel rosados y verdosos para las mismas se ha buscado recrear la decoración del restaurante original. Lo anterior, sumado a la presencia de miembros del personal original del establecimiento — el jefe de sala, barman y anfitrión o un camarero muy joven que recordaba por un servicio impecable en Valencia — y el inteligente uso que allí se hace de la vajilla te transporta en todo momento a la auténtica vivencia que busca crear«la Rodrigo» en su casa. También la forma de los menús ha sido copiada de la de Valencia excepto por algún pequeño detalle(o fallo) que más adelante comentaremos; un menú corto de 45EUR«La salita» y uno largo de 60EUR«La Rodrigo». Una pequeña digresión: me gusta mucho esto de «la Rodrigo» que suena a diva de ópera como«la Callas», reina de las ondas«la Campos» o estrella de la copla«la Jurado». Me gusta que Begoña Rodrigo sea ambiciosa y tenga claro que para ser«la mah grande» es indispensable pretenderlo y me gusta la declaración de intenciones que es elegir ese nombre para el menú largo. Basta de falsas modestias y orgullos de clase al inicio que tras anuncios de furgonetas y falsos documentales revelan una egomanía rampante. Olé ahí. Continuamos con la reseña. Al sentarnos pedimos unos cócteles. Hay unos cuantos creados por La salita para la ocasión y otros tantos propios de The table. Servidor pide un Bloody Sherry Marinade, una especie de bloody mary de jerez muy fresco y picante pero, cuidado que aquí viene, tiene el primer PERO de la noche, el precio. 10EUR un cóctel. 10 leles. Yo creo que pasado de precio. Elección de cuatro menús cortos«La salita»(45EUR) y 2 arroces fuera de carta(19EUR cada uno). Mucho producto valenciano, desde los cacahuetes de collaret hasta el garrafó.También mucho producto fetiche de Begoña Rodrigo como la anguila o los encurtidos. Cada plato del menú es sobresaliente, mención especial a la BARRACADELOSAPERITIVOS, la TIARADEENCURTIDOS Y SALAZONES, las ALCACHOFAS, GAMBAS Y JUGODEANISADOS, el CORZOLACADOCONREGALIZ, TALLARINESDEBOLETUS Y CELERYCONCARBONARADEMOSCATEL. Todo lo anterior estaba buenísimo, rico, un placer en cada bocado, ojos muy abierto, sonrisas de satisfacción y chasquidos de lengua. La BRANDADADEBACALAOCONGUISANTESFRESCOSACIDULADOS Y ANGUILAAHUMADA pese a estar bueno pecaba de salado(o quizás era a propósito por el bacalao, pero el caso es que no convención) y el VITELLOTONATODEPASTRAMICONENCURTIDOS estaba bueno pero tampoco convenció como no me convenció el pasado diciembre en mi primera visita a La salita. En cuanto a los arroces, un ARROZDEPLANCTON y un ARROZDESETAS Y FOIE, ambos perfectos y con muchísimo sabor pero, aquí llega el segundo PERO de la reseña, de punto muy bien, de precio, pasadísimos. Unas raciones escasas para 19EUR. De los postres la ZANAHORIA, LIMA, YOGUR, JENGIBRE Y COCO es el postre fresco y no llama en absoluto la atención mientras que algo que llamaron CROQUETADECHOCOLATE es perfecto desde cualquier punto de vista si eres un adicto al chocolate. Cada plato venía con su propia vajilla, por cierto muy bonita. El uso que se hace en La salita de la vajilla, donde se la considera un ingrediente más del plato, es el epítome de cómo es la cocina de «la Rodrigo»: muy femenina, un poco barroca y coral en cuanto a la utilización de los ingredientes en cada plato, preocupada hasta el extremo del detalle, espectacular, y, sobre todo, concienzuda y perfeccionista, muy probablemente como es Begoña Rodrigo a la hora de trabajar. Pedimos la carta para ver si acompañamos de un vino dulce de garnacha de Albacete que probé en la Salita original pero no lo habían traído, sólo un Málaga. Pasamos. Pedimos café y aquí llega el tercero PERO de la noche: no hay petit fours cuando el famoso CARRODELASCHUCHES/ÁRBOL DELASCHUCHES es uno de los lugares comunes del restaurante valenciano y siempre viene incluido en el menú. Que ocurra esto es lo que en Valencia se llama«un despago»(decepción). Con cócteles, dos botellas de vino de La Malkerida un Utiel-Requena de Bobal aceptable, los menús cortos, los arroces fuera de carta y los cafés se nos queda en 70EUR el ticket, ya se ha explicado antes que alguna cosa estaba pasada de precio, sin embargo, creo que merece la pena venir. Una experiencia recomendabilísima, daos prisa, madrileños, para disfrutar de una cocina que quiere ser de «la mah grandeh».
Jose R.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Vale que una crítica de un restaurante en el que cada vez cambia el equipo, la decoración y la carta es muy difícil. Por eso valoro dos cosas: 1. Idea del sitio: que cada mes puedas disfrutar de un restaurante una estrella Michelín de otra ciudad es GENIAL, además la ubicación es perfecta, el servicio de reservas rápida y eficaz, y el servicio de sala –aún cambiando con cada equipo– es francamente bueno. 2. Valoración de Canela en Rama: éramos 4 y nos pedimos el menú corto, que aunque corto se nos hizo intenso. carrillera, morcilla, cochinillo, salmorejo, torrijas… ¿En serio nadie ha pensado que para cenar resulta pesado?, a pesar de que no me gusta ni el cochinillo, ni la morcilla, ni las carrilleras lo probé todo. El salmorejo estaba muy bueno, la espuma de aceite de oliva divertida, y la torrija sosa al lado de lo bueno que era el helado de turrón. Lo siento Jaén, aún si hubiese disfrutado de la comida me seguiría pareciendo pesada y poco apropiada para cenas. :(
Luis R.
Rating des Ortes: 4 Madrid
El concepto de The Table By es interesante, porque cada mes acoge a un gran restaurante español de fuera de Madrid y ofrece dos menús degustación(más platos fuera de carta). Estuve cuando el restaurante del mes era Etxanobe, el restaurante de 1 estrella Michelín de Fernando Canales en Bilbao y la verdad es que la experiencia me gustó mucho. Lo bueno que tiene es que al ser un restaurante efímero o pop-up, no hacen los menús que el restaurante«madre» tiene en esos momentos, sino que preparan alguno de los platos más destacados de la trayectoria del restaurante, ideal para hacerse una idea de cómo es su cocina. Además, la decoración cambia con cada restaurante que hay, y parte del servicio de sala y hasta el jefe de cocina viene del restaurante que hay en cada momento(luego, hay algunos empleados en sala que sí son parte de The Table by y esos están presentes durante toda la duración del proyecto). El principal problema es que un mes es poco tiempo para que un restaurante así se dé a conocer y cuando podría ir adquiriendo más notoriedad, ya llega el momento de cerrar y pasar al siguiente. Inicialmente, el proyecto es de 6 meses, y estamos en el 4º. Pregunté qué pasaría después de que llegara el sexto restaurante y me contaron que no estaba muy claro todavía.
Monty L.
Rating des Ortes: 4 Madrid
The Table by, el innovador restaurante pop up diseñado por Better y ubicado en el Hotel URSO, acoge desde el 4 de febrero hasta el 1 de marzo la propuesta del restaurante alicantino L’escaleta –galardonado con una estrella Michelin– y sus ya míticos arroces. Además, durante este mes, The Table by cuenta también con G.H.Mumm como colaborador, que ofrecerá una copa a la entrada. Las reservas están ya abiertas a través de la web y del teléfono 615367917 En The Table By todo cambia cada mes acogiendo distintos restaurantes que trasladan su saber hacer a este rincón de Madrid y nos ofrecen en dos menús distintos, uno corto y otro largo, los platos más emblemáticos de sus chefs.