The Toast

Última parada (hasta la fecha) en nuestra peregrinación por los sitios de Brunch madrileños que tenía preseleccionada en base a las recomendaciones de Unilocal y que supuso el broche de oro a la misma.
Cuentan con el menú «clásico» de plato dulce — salado — café/​té — zumo/​batido; a elegir entre 4 cada plato. Probamos el pancake de manzana (paradigma de la tortura que supone un plato exquisito pero que te llena mucho y quieres acabarlo entero), el burrito vegetal (excelentes las salsas que lo acompañan) y los huevos benedictinos con salmón (una apuesta segura).
El precio nos sorprendió porque, sin ser bajo, no ha sido de los más caros que hemos visto (unos 15 € por cabeza creo recordar) para lo bien que está.
El sitio tiene un gran encanto en la decoración vintage que han elegido (uno de los rincones es una mesa redonda rodeada de cristaleras, que parece un rincón VIP sin serlo), te inspira muy buen rollo, y los camareros son muy agradables y solícitos.
Las únicas pegas que le saco son:
— La mesa estaba algo pegajosa (la cual es una sensación con la que no puedo: P)
— Aunque cuando llegamos había bastantes mesas libres, pinta de ser un sitio donde si no reservas puedes correr el riesgo de quedarte con las ganas.

The Toast has a nice interior with a slightly hipster vibe in a not so popular area of town. However dont let the location put you off; the service was excellent and there was a steady stream of people waiting to get a table. We ordered the American Breakfast and the French toast. The American Breakfast was a lot of food and it was decent, but if I could re-​do my order I would get the French toast. It was amazing! Thick, luscious pieces of toast covered in syrup for only 5 euros… deal of the menu if you ask me. We we go back, I’m getting the French Toast.

Muy agradable y acogedor, con tres espacios donde a veces hacen conciertos, presentaciones de libros, etc.
Tienen carta de cervezas.

There a few places in Madrid where you can get a nice brunch in a small, friendly and reasonably priced tab. We have had brunch there twice and tasted the salad with pink vinegar, the salmon toast, eggs Benedict and Huevos Rancheros. All of them ver good to very good and close to the American tradition (not that big)!
We aware! It is a popular place! It is a must to reserve in advance.

Went here on a Monday afternoon, and it was delicious. I ordered the hummus starter which could have used more vegetables/​pita for the amount of hummus provided, but regardless, tasted great. We also tried the greek salad and the grilled chicken croissant sandwich and loved both. Although I did not try them, the fresh juices and extensive mojito selection also caught my eye.
The restaurant was casual with a café vibe and would also be a great place to come for coffee with a book. My only complaint would be that the restaurant didn’t seem to have air conditioning and the door was open so the front room we sat in had a lot of flies in it. However, there is a back room that would have probably been more comfortable.

Came here for brunch this morning after seeing that they had a breakfast burrito on the menu, and while it was quite a journey to get there, it was well worth it. I arrived right as it opened because I was afraid of brunch crowds, so I was the first costomer. I was immediately handed a menu and asked about what drink I wanted. I’d checked out the menu online so I ordered food, the fruit salad and breakfast (meat) burrito, as well as a mimosa. In addition to the food coffee and fresh squeezed OJ is included in the cost, so you’re getting a really great, large portion of food and drink without ordering anything extra. The waitess took my order and was at my table with my coffee, juice and mimosa within five minutes. About ten minutes later my fruit salad came out, which was light, fresh and extremely tasty! Then fifteen minutes later I got my burrito! While it was smaller than I had expected, it was well made and the ingrediates came together well. There’s was corn, beans, meat, cheese, salsa, guac, sour cream and potatoes, and it was so amazing I devoured it in minutes! I then walked up to the bar, paid my tab and went home very very full. I’ll be back again soon with my fellow exchange students from America for such a delicious taste of home. While I didn’t get the toast, the people next to me talked about how great it was. Next time I’ll try the eggs Benedict and toast!

Después de meses pasando por delante de este sitio tan bonito, hoy me he animado a entrar a cenar con una amiga.
Estábamos prácticamente solas, razón por la cual imagino que no tenían el aire acondicionado encendido, así que hemos pasado un poquito de calor (de ahí las 4 estrellas, y no 5). Salvando esto, nos hemos quedado encantadas del trato, la comida (rica, muy asequible y buenas cantidades) y la decoración…
¡Volveré, sin duda!

Mi dentista está en Moncloa así que aprovechando una cita a las 13:00 me acerqué por The Toast para probarlo por fin. La decoración del sitio es bonita, con plantas y flores por fuera, y muebles de estilo vintage-​reciclado, bastante acogedor y agradable.
Tenían un menú del día a menos de 11 €, pero no nos apetecían mucho las opciones así que optamos por pedir de la carta: una hamburguesa BBQ (con bacon, cebolla caramelizada, queso brie y salsa barbacoa) y un plato de nachos con guacamole, queso, pico y chili de frijoles negros. La hamburguesa estaba bastante buena y también las patatas fritas (aunque supuestamente viene con patatas y batatas, nosotros no apreciamos las batatas así que creo que en este caso no estaban). Los nachos no estaban mal, los chips eran los típicos de bolsa que encuentras en la mayoría de sitios y el guacamole y el pico de gallo estaban bien, tal vez tenían demasiado queso y pocos frijoles para mi gusto.
El gran bajón de la comida fueron las bebidas. Todo en la carta de bebidas tenía precios en general altos (caña de Brabante a 2 €, doble a 3.5 €, refrescos y agua a 2.5 €). Como era un martes a medio día y nos pegaba con la comida, nos pedimos dos coca colas. Por 2.5 € yo me esperaba al menos una lata. Pues no, un botellín de 20cl., nos pareció bastante timo. Igual la variedad de cervezas de importación americanas que tienen a partir de 4 € la botella no están tan mal pero 2.5 € por un triste botellín de 20cl de coca cola…
El camarero que nos atendió fue muy simpático y la comida salió realmente rápido. Si no fuese por el tema de las bebidas y porque la comida no es espectacular, igual se llevaba las 4 estrellas. Pero bueno, tal vez le dé una segunda oportunidad a su brunch :)

Acudí a The Toast para tomar su brunch con unos amigos. La comida está deliciosa, aunque nunca dejará de resultarme excesivamente cara esta moda del desayuno/​almuerzo (aquí entre 14 y 18 € si no recuerdo mal).
El local es bastante angosto y por ello la distancia entre mesas mínima. Tampoco es que los camareros inviten a ningún tipo de sobremesa. En esta ocasión fueron un tanto rancios en el trato, lanzándonos miradas constantemente para que pidiéramos o, directamente, nos fuéramos.
Aún con todo disfruté mucho de sus tortitas con mantequilla de cacahuete y mermelada. El burrito también muy rico, con crema agria, pico de gallo y cacahuete como acompañamiento (por si a alguno no le gustan en exceso).
No pusieron problemas para pagar la cuenta por partes y con tarjeta, lo que es de agradecer. Admiten tickets restaurante.

Después de dos años desde mi primera visita rápida a este local, al fin he probado el brunch de The Toast y, la verdad, ya me vale haber esperado tanto… Porque por un precio de lo más ajustado, 14 euros, el brunch que ofrece este coquetón local de Chamberí cubre con nota las expectativas.
Para empezar, son rápidos. Te toman nota enseguida, y te traen las cosas con el orden y la cadencia adecuada, sin que se te junten los dos platos y sin la sensación de prisa para el próximo turno que llega que tan a menudo se sufre cuando de brunchs se trata. Un punto para The Toast. Además, las camareras, son simpáticas y están muy pendientes, aunque sin atosigar. Otro punto.
El brunch ofrece la posibilidad de elegir dos platos en dos grupos. Un primero con dulce y salado, en forma de pancakes con toppings dulces y salados, ensalada, macedonia, croissant con mermelada o tostada con tomate. El segundo entra de lleno en el plato fuerte, los clásicos huevos benedictine, huevos rancheros, burritos rancheros, bagel de salmón ahumado y tortillas variadas. Raciones muy bien calculadas para no salir rodando ni con hambre. Un zumo de naranja y una bebida caliente completan una comida tempranera o desayuno tardío rico y a muy buen precio, en el sentido más anglosajón y típico del concepto «brunch».
Mi elección fue el pancake con queso philadelpia y salmón ahumado y los huevos rancheros. Muy acertada la combinación de lo dulce de la tortita y el punto salado del topping. Los huevos rancheros, con su guacamole, frijoles, tomate y crema agria sobre una tortilla de trigo muy, muy ricos.
Volveré.

Hay que reconocer que me ha sorprendido muy agradablemente el Brunch de The Toast. Y algo debe tener el agua cuando la bendicen porque íbamos con reserva y estaba absolutamente lleno. El local es coqueto y recogido, decorado con gusto y con un toque naïf/​vintage. Comensales más bien tirando a jóvenes y algo «bien».
La manduca consistía en 5 primeros a elegir entre un variado de pancakes salados o dulces, yo elegí el de salmón y queso filadelfia, riquísimo y super esponjoso, abundante, y otros platos de pintaza, como ensaladas, croissants, etc.
De segundo otros 5 platazos muy contundentes también, vamos que no te quedabas con hambre: Huevos benedictine, burrito de carne o vegetal, tosta de salmón y también alguno dulce. Me costó acabarme el segundo.
Todo ello acompañado de café o té y un zumo. La dolorosa eran 14 euros, que se pagaron sin resquemor porque salimos muy contentos del ágape. Por un suplemento te servian una mimosa y otras bebidas y viandas.
En resumen, brunch super recomendable el de The Toast, que no dudaré en repetir en cuanto tenga oportunidad.

Sunday brunch was busy but the service was great and the food was great. I had a wonderful experience there. The bloody mary was spicy and I loved it!

Un buen brunch pero no mi favorito
La verdad es que el sitio era un auténtico amor, tenía una pinta increíble, decoración cuidada y muy moderna. Éramos 6 y nos pusieron en una mesa redonda cerca de la cocina. Eso sí, yo pensé que me moría de calor, puede que el sitio estuviera muy lleno o que no pusieran el aire aunque sea flojito.
Tomamos un tortita con philadelphia y salmón que estaba muy rica. También los huevos benedictos. No me pareció caro pero recuerdo que no es el brunch más económico que he probado. Llevaba café y zumo.
Una de las cosas que menos nos gustó es que tiene turnos y no nos avisaron de que ésto era así. Nos tuvimos que ir casi corriendo y sin postre (tampoco fueron encantadoras al decirlo, también es cierto).

Sólo he ido para el brunch y para tomar algo, así que la parte de comidas/​cenas no las tengo controladas, pero desde luego para el brunch merece muchísimo la pena.
Es verdad que está un poco en mitad de la nada (disculpadme los del barrio, pero a mi me pilla totalmente a desmano), pero merece la pena llegar hasta allí.
Por sólo 14 euros tienes zumo, café, un primero y un segundo. Y todo está riquísimo. Las tortitas muy recomendables y los huevos rancheros son maravillosos, hoy por hoy es mi brunch favorito de Madrid.
Además el local el grande y las camareras muy majas, no tienen prisa porque te vayas para ocupar la mesa rápidamente.
Como siempre, quizá sea mejor reservar ahora que el brunch está tan de moda.
El local es de esos que se llevan ahora de poner cada cosa de su padre y de su madre pero que al final queda bien y resulta agradable.

¿Qué me gusto?
— El local y la decoración me encantaron. Los colores, la luz, sus detalles,… todo muy coqueto. No sé qué me pasa que en muchos sitios me llevaría sus muebles y detallitos a mi casa ;P
— El brunch, que es lo que fuimos a tomar, muy correcto tanto de precio como de calidad. Probé su pancake con salmón y, cómo no, los huevos Benedict. Dentro del menú de brunch, porque también puedes pedirlo fuera del mismo, te ponen un zumito de naranja y tu café. Además, como nos gusta muchísimo, pedimos una jarra de mimosa (8 €). El precio del brunch, si no recuerdo mal, son 16 €.
— La amabilidad de sus camareras.
¿Qué no me gustó?
— Habíamos reservado mesa para 5 personas y al hacerlo nadie nos comentó que a determinada hora deberíamos dejar nuestra mesa porque «llegaba otro turno». No me gusta eso, porque a lo mejor quiero pasarme ahí más rato o tomarme una tarta fuera del menú del brunch o lo que sea. Si necesitan hacerlo así, lo suyo es que te avisen al reservar, como hacen en otros sitios, y así tú ya decides si quieres ir a ese local o a otro.
— No sé si porque estábamos en una mesa como al final y en Madrid el domingo parecía que había vuelto el verano, pero pasé bastante calor.
¿Volveré? Sí, seguro, porque he visto que en su carta hay cosas con muy buena pinta y como os decía, el local me parece súper acogedor.

No sólo de brunch vive el hombre y no sólo el brunch es lo que The Toast te ofrece.
Los mejores y más jugosos fingers de pollo (pídelos aunque no los encuentres en la carta) que he probado nunca. Unas hamburguesas bastante aceptables. Y varias cervezas estadounidenses difíciles de encontrar.
El servicio un poco lento, pero siempre la espera ha merecido la pena. ;)

Me ha gustado mucho este sitio. Quedé el otro día con una amiga a comer tardio y la verdad que fue todo un acierto. Teníamos el sitio para nosotras solas ya que no había nadie y pudimos hablar largo y tendido con toda la tranquilidad.
Teníamos un hambre tremenda así que pedimos humus que viene con un poco de pan y con calabacín zanahorias, la verdad que como entrante está fenomenal porque te viene una buena cantidad para compartir.
Después yo me pedí un wrap de pollo con tomate, lechuga, etc y la verdad que estaba buenísimo y era gigante jajaja casi no pude terminármelo. Mi compi se decantó por el bagel de salmón pero no tenían el pan así que se lo hicieron en formato bocadillo con chapata y también dijo que estaba muy bueno.
Me sorprendió mucho las patatas que tenían forma de chips rizadas :)
La verdad que tiene una carta bastante apetecible y variada, estupendo si quieres desayunar, merendar o quieres una comida a base de sandwich, burger o ensalada.
La camarera es super maja y atenta :)

Me has gustado mucho, la verdad. Es la primera vez que hacemos Brunch en Madrid después de vivie en Nueva york unos años y tengo que decir que es más que aceptable.
El ambiente y la decoración son muy agradables y orieginales. La atención es bastante buena y el ritmo apropiado: ni muy rápido en plan «te metemos prisa» ni muy lento en plan «traedme la comida ya por favor!».
Seguramente vuelva, pero primero quiero probar otros para comparar!

Al mediodía y entre diario no parece estar muy lleno, de hecho sólo estábamos dos clientes y la camarera. Supongo que por esa razón, también tardaron un poco en servirme la hamburguesa que había pedido, la cocina no había empezado a funcionar.
Pedí un clásico, la hamburguesa BBQ, y he de confesar que no defraudó. Grande, en su punto, como había pedido, y unas patatas fritas riquísimas (he leído que son mezcla de patatas y batatas).
Desde luego ¡Todo un descubrimiento a un paso de mi trabajo!
Tienen un amplia surtido de hamburguesas, sándwiches, ensaladas y entrantes. Aunque los precios son un poco caro, en torno a los 8 € los entrantes (no sé cuál es el tamaño) y entre 9 y 10 € las hamburguesas (que sirven con patatas o con ensalada, a elección).
El próximo día me decidiré por un sándwich, que tenían buena pinta.

Hemos estado hoy tomando el brunch, que sirven de 11 a 17 los domingos y ha estado muy bien tanto de precio como de calidad!
Eramos 5 amigas e íbamos con reserva (para navegantes, me llamó la atención que SOLO eramos chicas en el local…), y nos sentaron nada más llegar. Muy profesionales en ese sentido.
El local muy mono y cuidado. Crea un ambiente muy acogedor y agradable.
La mala noticia es que todas hemos pedido tortita de primero y huevos benedictine de segundo, así que no puedo comentar sobre más platos, pero la buena noticia es que ambos estaban muy buenos. Especialmente las tortitas con sirope casero, que era delicioso y el bacon crujiente crujiente. El pan y los huevos también me han gustado, pero he de admitir que a la sala holandesa le falta un je né sais quoi…
Además, una amiga no puede comer almidón y los encargados fueron muy amables y le cambiaron la tortita por un plato muy generoso de fresas.
En fin, faltaría cerrar diciendo que el zumo y el café estaban muy buenos, pero acostumbrada a poder repetir en otros brunches, me lo he tomado a toda pastilla.
Aunque sin duda, lo recomiendo!

El local muy mono, decorado con cariño y encanto. Las lámparas son botes Ball (Ball Jars) y todo está pintado de blanco con toques rústicos y mesas variadas.
Me encantó ver una selección de cervezas variadas de importación Americana (POR FIN) en España. Cervezas de Brooklyn Brewery, la Lager y IPA, que son dos de mis cervezas favoritas, entre otras.
Desgraciadamente, a pesar de ser la primera vez que veo estas cervezas en España, la comida fue un poco decepcionante.
Las patatas fritas (mezcla de batata (30%) y patata (70%) no son realmente chips, ni fries, sino patatas paja, caseras, pero que te dejan con ganas de más.
El pollo frito de los entrantes estaba bien hecho y jugoso pero nada especial.
En cuanto a la hamburguesa de cabrales y el croissant San Francisco (pavo, brie y aguacate), ambos estaban buenos pero ninguno de los dos espectaculares.
El brownie, un poco seco pero hecho con chocolate de calidad.
Me gustaría que subiera la categoría general de la comida y poder darle 4 estrellas en mi próxima visita. Tendré que volver para desayunar ya que casi todas las reseñas hablan de lo rico que está aquí el brunch.

The toast is a great place when you want some great american style food with a touch of Spain. The owners are the nicest couple, an American man and Spanish woman. I continually go to the toast and have never been let down. They also serve the only brunch i know of around this part of Madrid and they have live music on Sundays. This place is great for amazing food, people, and something different from the rest of Madrid.

Voy a veces a almorzar allí y me parece un lugar encantador. El servicio es amigable y atento sin tonterías ni remilgos ya que creo que quienes sirven son los propios dueños del local.
La carta gira alrededor de tres elementos básicos: hamburguesas, sandwiches y ensaladas muy bien preparados y presentados. Además tienen una gran variedad de cervezas sin ser una cervecería. También hay otros platos. Recuerdo ahora el taco mexicano que pedí la última vez que pasé por allí.
Los precios están ajustados a la calidad que ofrecen. Da la impresión de que le ponen cariño a la cocina, con ingredientes frescos y platos preparados en el momento sin uso de esos hornos blancos tan extendidos en tascas de menos categoría.
En el momento de escribir esta reseña ofrecen menús por 9,50 compuestos por ensalada o sándwich + postre, sin que se eche en falta el típico primer plato del menú español, puesto que la cantidad del plató único sacia completamente. Por 10,50 tienes el menú con hamburguesa que, al igual que los anteriores, tampoco necesita de un primero, dada la guarnición abundante y variada que la acompaña. Los postres son caseros y muy ricos. A mi me encanta la tarta de zanahoria.
Los platos sueltos rondan los 8 euros. Si vais dos es ideal pedir menú ensalada y menú hamburguesa y compartir.

Just finished a home ordered meal from this place consisting of the big apple burger, with a side of french fries and sweet potato fries, nachos with guacamole and chicken and a carrot cake for dessert.
To begin with they brought me 2 cans of Coca Cola Zero instead of normal. I ordered the meat well done, it was rare, the sweet potato fries were burnt. The nachos were ok but slightly on the soggy side and they must have put juice from 20 lemons into the onion and tomato salsa, the chicken was slightly burnt and was rubbery as well, cheese is of bulk ordered quantity, more like plastic and no real flavor.
The carrot cake was more like a doorstop than a fluffy and light cake. They must have either missed to mix sugar into the frosting (or carrot in the cake for that matter) or they just have to order the cake from somewhere else in the future.
Complete scam and I paid about 32 euros for all this.

Literally stumbled upon the place taking a paseo in Moncloa and what a gem. Tell you the truth, it was the wifi that got me but I stayed for the food. The chocolate cake is rich, fantastic, y no me puedo quejar. And the brunch… how I have missed brunch while I was in Madrid, away from the land of brunch: the US. The scrambled eggs are better than any scrambled eggs I’ve eaten ever because it was not completely cooked down to rubber which happens quite often; semi-​raw parts still remained to my pleasure. And the pancakes are also fantastic. You can taste the love. And the eggs benedict, simply wow. Feeling nostalgic thinking of those huevos benedictinos.

Great place! The menu changes frequently because they love to experiment, and the results are always excellent. You’ll love the food and the atmosphere, really great restaurant.

Mañometro: Matame camión !!!
Estuvimos en un evento del circo del sol en Moncloa y aprovechando la tesitura y siguiendo las reseñas Unilocal nos encaminamos hacia «The toast» con la incógnita de si haría honor a su reciente fama o nos llevaríamos un disgusto … nada hacia presagiar lo que nos encontraríamos.
Primero de todo hay que destacar que es un sitio decorado con muchisimo gusto y donde la paz y tranquilidad se podría cortar para llevártela a casa (aunque como buenos maños rompimos un poco aquello, un grupo de 5 aragoneses podemos rondar los 200 decibelios en una charla sosegada).
La carta es sencilla pero apetitosa, y viene presentada como si de un informe secreto se tratará (muy divertido !!), pedimos 3 hamburguesas y una ensalada que según los asistentes rozaban la matricula de honor.
Una delicia culinaria,
un oasis de tranquilidad …
un sitio que no debes perderte ^_^

Had a lovely breakfast in this adorable restaurant. Owned by a cool guy from Chicago, I heard English all over the place and loved it.

After walking around allll over the city looking for a suitable American-​style brunch (and not a particularly expensive one), we finally came to The Toast. It was like a mirage through our hunger-​colored glasses — the decorations were cozy and comfortable, with cool old-​timey photos on the walls and plenty of room. Once we discovered that the Sunday brunch was only 12E (without alcohol, 16E with), we decided to sit on down.
At first it was a little awkward because the people working here clearly speak perfect English and get a lot of English-​speaking visitors… so when the waiter came to take our order, he spoke in English. My Spanish boyfriend was a little confused so I took over and everything was fine, but throughout the whole meal we weren’t sure whether to continue in English or Spanish with the other members of the staff. Minor detail though. Another small thing was when we ordered our coffee and I said we wanted it with the meal instead of afterwards. I know here in Spain it’s normally taken afterwards, but if you’re going for the American-​style brunch, might as well serve a big cup o joe as we Americans do — with the brunch. Our waiter made me repeat this several times to make sure he understood it correctly.
We ordered a couple of pancakes to start. Salmon and cream cheese was one and the other was banana and nuts. Delicious. It’s been many months since I’ve had such lovely pancakes. For the second course I got the eggs benedict with bacon (also served with home fries) and my boyfriend got the huevos rancheros with spicy sauce on the side. At this point we were pretty stuffed so though we didn’t finished these plates, they were quite good.
All in all, I would definitely return to The Toast for brunch. Or lunch or dinner, for that matter. The cozy and inviting atmosphere makes it a perfect choice for a lazy Sunday.

Pues es un sitio muy bonito en el que sirven unos tés muy buenos y muy grandes. Atención excelente, música bajita que va en consonancia con el ambiente; luz tenue, mesas de madera, una especie de minisalón privado hecho de trozos de cachos de ventanas y puertas recicladas y pintadas en blanco.
Lámparas que son botes, cuadros que son collages, tranquilidad que es indispensable y una buena wifi que echarte a la espalda para navegar mientras disfrutas de un sitio tan cuco.
Recientemente abierto y reciente descubrimiento del que me declaro fan.

Me gustó bastante de este local que está en mitad de Chamberí, en un sitio que no te esperas para nada, aunque perfectamente cuadraría en cualquier calle de Malasaña o de la zona de Santa Isabel que tanto está creciendo esto últimos meses. Un diez para el camarero, por cierto, que fue ultra amable y bromeó conmigo un par de veces, además de repetirme los tés que tenían hasta en dos ocasiones porque yo estaba –como me sucede a menudo– pensando en las batuecas.
Quizá precisamente que esté en Chamberí ha propiciado que nadie se haya subido a la parra con los precios: si no me equivoco, juraría que en la pizarra en la que anunciaban el menú del día ponía que el precio era de 9,50 €, que me parece bastante ajustado para los tiempos que corren. Definitivamente, tengo que pasarme pronto a ver qué tal la comida a mediodía.
Sin embargo, durante mi visita no pasé de un té de frutos rojos deliciosísimo que además venía en un tanque de proporciones inusitadas. Consejo, después de beberte semejante cosa, visita el baño antes de salir, que el té es muy diurético. Aunque no hay una variedad de esas que te da vueltas la cabeza (gracias al cielo), los tés no son industriales y vienen en su infusor, que también se aprecia, la verdad.
La tarta estaba deliciosa. Solo les quedaba de chocolate, y era tan contundente y la porción tan grande que, probablemente, si me hubiese ido a la cama después de comérmela mi cuerpo podría haberse permitido hibernar de aquí a la primavera sin que le faltase ni una sola caloría, así que recomiendo totalmente probar alguna de sus pequeñas delicias.
Tiene Wifi, por cierto, lo que lo convierte en un sitio perfecto para pasar la tarde trabajando o navegando, o si lo prefieres, charlando un poco con alguien, porque es el típico sitio que invita a la conversación, pese a que las mesas de la parte frontal están un poco juntas para mi gusto (pero también es que el sitio no es muy grande, y obviamente hay que rentabilizarlo). Como plus, el ambiente es muy internacional.