Trenque Lauquen

No conocíà la existencia de este ¿nuevo? local de la efervescente zona de la margen derecha del Retiro, que día a día se va poniendo más de moda con los nuevas propuestas de restauración que surgen como setas por la zona. Este restaurante italo argentino (del que por cierto solo conozco la terraza porque no puse ni un pie en el interior) te da una de cal y otra de arena.
La calidad de la comida es incontestable. La empanadillas criollas están deliciosas (yo probé la de carne con aceitunas), las ensaladas muy correctas y las pizzas abundantes y muy, muy ricas. En cambio, el restaurante falla con los tiempos de servicio, que se alargan muuuucho más de lo deseable, sobre todo teniendo en cuenta la comida de que se trata, que aunque sea hecha con mimo, no deja de ser comida rápida de buena calidad. Por otro lado, el acierto en permitir pedir las pizzas customizadas en tamaño e ingrediantes hasta por cuartos se termina traduciendo en una subida de precio unitario nada desdeñable con respecto a pedir pizzas enteras y a un chocho monumental a la hora de recibir la cuenta. Además de esto, tuvimos que lidiar con un par de fallos en la nota de las comandas, que implicó que un comensal terminase recibiendo su comida cuando ya todos habíamos terminado hacía un rato.
Por último, destacar los postres, que los pedimos casi por casualidad, porque ya estábamos bastante llenos y fue casi lo mejor de la comida. Si vais, no dejéis de pedir el panqueque de dulce de leche y el brownie. Repito, pedidlos o morid, insensatos. Son sencillamente perfectos.
Me debato entre las tres y las cuatro estrellas, pero les pondré cuatro porque estamos en Navidad y se me ablanda el corazón.

A simple Argentinean restaurant on a terrace along the Retiro Park with a delicious variety of piazzas and pies.
You can ask for a half pizza of one type and another half of another kind. They have quite a few interesting options to choose from.
The pies (empanadas) are a must. We tried four different kinds all of which were very tasty and fresh.
We also ate the buffalo cheese salad which was perfect.
The waiters are all so friendly and help you with the menu. Basically, they treat your as an old friend.
I certainly recommend this place to everyone.

Si hay que ponerle alguna pega a este sitio que un amigo me descubrió hace muchos años es que son tremendamente lentos; ellos lo justifican en su carta diciendo que se debe a que todos sus productos son artesanales, pero a veces les juega malas pasadas, como cuando te sacan la ensalada más tarde que todos los platos principales.
Por lo demás, la comida es de buena calidad y muy abundante en todos sus ingredientes, y si te pasas al pedir te recomiendan que recortes un poco, lo cual es de agradecer. Nosotros pedimos una empanada de carne (y aceitunas, que no lo pone) y otra de queso y cebolla como entrantes, bastante buenas las dos, y luego una pizza mitad jamón (completamente cubierta del mismo) y mitad cebollino (que lleva un poquito de brie): está muy buena, pero creo que le dan un toque demasiado firme a la masa, lo cual está muy bien porque no se te desparrama nada, pero le resta un poco de espíritu. Aún así, muy buena.
De postre pedimos un panqueque de dulce de leche con helado de vainilla para compartir, y también muy bien, en su punto justo de cantidad para que sepa a los ingredientes pero no entres en coma diabético.
Y al llegar la receta nada de sobresaltos especiales: un precio no demasiado caro para un local bonito y con productos de calidad. Si no llevas prisa, bastante recomendable, al igual que reservar si es fin de semana por la noche, que nosotros conseguimos sentarnos por los pelos.

Alguna que otra vez, después de pasar el día en el retiro hemos ido por allí para comernos una de sus pizzas de masa fina argentinas.
Lo que nos llevamos una sorpresa fue un domingo de solete que terminamos tarde en el parque y nos acercamos, pues estaba cerrado, ya que al parecer cierra los domingos noche y nos quedamos con las ganas.
Tienen unas empanadas deliciosas, echas con mimo, cariño y buenos ingredientes. Y de las pizzas destaca la fugazzeta o la brida (Queso brie y orégano en cantidades industriales)
Su terraza para el buen tiempo es genial, sobre todo en días que estas en el retiro y te apetece seguir disfrutando del solete, lo malo es que últimamente esta invadida por fumadores.

Tuve una temporada en la que sólo podía pensar en empanadas argentinas. Y eso que la primera vez que las probé, en EEUU, dije un simple: «Psch», ¡pero luego llegó a auténtica obsesión!
Tanto, que tuve que buscar bien este local (no me pilla de paso de NADA, y nos perdimos por el camino… suerte que llevábamos móvil con GPS, bendito sea), pequeñito pero muy acogedor (lo propio de los sitios pequeños), con mesitas, mantelito… Como si estuviesemos en un pequeño local argentino.
Las empanadas, por supuesto, buenísimas, y comimos una ensalada igualmente deliciosa. Eso sí, creo que el precio es algo caro ya que por no irnos mucho de lo pensado nos quedamos con un poco de hambre…

Pequeña pero encantadora pizzería argentina enfrente del Retiro, así que muy buena opción para cenar después de una tarde en el parque por excelencia de Madrid. Eso sí, al ser un local tan pequeño, conviene reservar mesa. Pero es su tamaño reducido junto con esos manteles a cuadros lo le que da ese toque tan acogedor y familiar a este restaurante.
En la carta, ensaladas de aquí y allí, empanadas argentinas (que te las puedes llevar a casa crudas para cocinártelas tú) y una gran variedad de exquisitas pizzas de masa fina, además, por supuesto, de ricos postres en los que no falta el dulce de leche.
Cierran los lunes aunque suelen abrir si caen en víspera de festivo. Durante los meses de verano no abren los domingos al mediodía, pero sí por la noche.