Os recomiendo el lugar de la caipirinha. Muy buen ambiente, buenas copas, música jazz bien escogida, exposiciones de arte y el chefo tiene buena onda. ¡Salud!
Nabor R.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Un sitio original, con un encanto especial, de los que mola ir, aunque sea de vez en cuando. Para los puristas del jazz, tal vez se les antoje una extravagancia. ¿Un sitio para escuchar jazz en la zona donde hay más turistas ruidosos? No es oscuro, no hay directos, alardean de las caipirinhas en lugar de un buen whisky… y tal vez todo eso es lo que le hace diferente. Es ideal para dos o tres parejas, y ya remata si hay sitio en los sofás. Puedes estar varias rondas sin preocuparte por mucho más. De mis favoritos de la calle Huertas. Y sí, las caipirinhas están de muerte. Si Chet Baker creó ese jazz cool influenciado por sus orígenes de la Costa Oeste, ¿por qué renegar de lo mejor del jazz para los oídos combinado con un sabor tropical en el paladar?
Susana I.
Rating des Ortes: 3 Madrid
No es de mis sitios favoritos porque no soy mucho de blues o jazz, pero reconozco que es de los sitios en los que más tranquilo puedes estar. Un sitio relajante, está claro que no es un chill out pero se está tan tranquilo. Con esa buena caipirinha, bien sentadito y con buena compañía. Afortunadamente siguen teniendo buenos precios a pesar de ser una zona muy turística y siguen manteniendo su estilo y no se han salido de su buen marcado camino de local alternativo en zona de Huertas. Si tengo que ponerle algo negativo, el espacio, pero eso le pasa a todos los locales en fin de semana que se llenan hasta reventar.
Alfredo P.
Rating des Ortes: 4 Madrid
He aquí un local para amantes del jazz y la buena bebida que no goza de la repercusión mediática a pesar de sus décadas de tradición. Esto no es más que una buena noticia, ya que los precios y los turistas se mantienen en niveles razonables, y todavía es posible acercase a tomar una caipirinha sentado tranquilamente. Como os iba diciendo, el trago de la casa es la caipirinha de cachaça, un combinado que los camareros preparan con mucho esmero y un mortero patentado por el negocio. Estamos ante el tipo de garito ideal para completar una tarde gafaspástica después de visitar el Reina Sofia y criticar la temporal del Thyssen. Buena bebida, buena música, servicio encantador. Nota: si os pasáis entre semana después de la cena podréis presenciar una escena de caza muy típica de la cultura española: el jefe panzón abatiendo a la ingenua secretaria a base de copazos.