Tux

Es un bar de barrio con decoración ‘industrial’ algo destartalada. Es un sitio especial. Con sabor.
Jose casi siempre esta dispuesto a quedarse un rato mas para que te tomes la última.
Ha habido días de muchas horas y días de solo dos tercios. Sobre la barra siempre hay seis bandejas: 2 de palomitas 2 de pipas y 2 de revuelto de frutos secos. Esta bien para ir a tomar una mientras hablas con una amiga, para ir a ver el futbol y para que se te alargue la noche.
Suelen poner tapas con las cañas pero no es un sitio para ir de tapeo es mas bien para tener algo en el estomago cuando llevas muchos tercios. Y una cosa que me encanta es que siempre están atentos a que no te falte bebida.
Ambiente animado de gente de treinta y, música muy buena, el dueño tiene buen gusto musical, y no muy alta es un sitio agradable y que te atrapa un poco a veces nos ha atrapado mucho o incluso demasiado. Es un sitio al que a veces vamos a tomar la primera (cuando la noche se va a complicar) y a veces la ultima (cuando se ha complicado la comida o la tarde)
Copas buenas, nada de garrafon a un precio muy razonable (5 € la copa normal, las premium serán 6 o 7).Para no perdérselo!
Y si la Magdalena pide un trago Jose le sirve 3 yo no los pago.

El Tux (o Tuxcla, como se llamaba antiguamente) conserva su esencia vasca gracias a una camarera y un dueño majísimo, por su variedad de vinos, por su decoración típica de bar cercano y hogareño. Y por su diversidad de tapas.
Tapas como setas empanadas, o arroz tres delicias de gratis con tus cervezas (que por cierto, no dudes pedir en jarras congeladas… una delicia) y además van pasando bandejas con más aperitivos constantemente, sobre todo panecillos con patés, lacón, pimientos…
Te aseguro que en este bar de típico ambiente prospe es imposible tomarte sólo una ronda