Vitaca

BEST PATATAS BRAVAS IN MADRID!!! I love this place! Service is typical of Spain (lousy service) but the bravas are amazing!

Domingo, 20 de la tarde. Quedas en el metro de Tribunal y según sales a la superficie te sientes como uno de los supervivientes de una película apocalíptica. Tiendas cerradas, kiosko de prensa cerrado, farmacia cerrada y los PEOR el Madrid Madriz cerrado, zombies everywhere. Eres el primero en llegar de los afortunados supervivientes del fin de semana y debes esperar en un lugar resguardado. Valoras opciones cercanas:
Burger: no es una opción
Irlandés: muy pronto aún
Petisqueira: con este cuerposcombro, también pronto aún. Aunque luego acabarás allí
En lontananza atisbas una opción, El Vitaca. Recuerdas que la primera vez que fuiste no estuvo mal, estaba recién abierto, olía a limpio, te hacían caso, te ponían tapa, no estaba lleno. (Ya paro, que me crezco). Venga, avisas por «Wasá» a tus secuaces de la localización. Miras al cielo y ya no caen cenizas de asteroides, además, llevas tu traje de protección y te plantas en la terraza.
Decidido a pedir un tercio de Mahou,
espero, espero y espero
a que salga el camarero.
Y espero. Ahí sigo yo sin mi ansiado tercio de Mahou, cuando llegan dos grupos de ruidosas personas. Y gracias a ellos el camarero nota mi presencia. La próxima vez, dejaré el traje de camuflaje en casa (nota mental).
El camarero toma nota, mental, de la comanda de las tres mesas:
–Mesa 1: tercio de Mahou (el burro delante para que no espante)
–Mesa 2: 2 Riojas
–Mesa 3: un doble, un aquarius, un tinto de verano y un nestea.
El integrante de la mesa número 1, osea yo, piensa: a ver qué se le olvida. Y efectivamente, tras preparar lo que le habían pedido y dejarlo en las mesas. El integrante de la mesa número 3 que pidió un tinto de verano, avispado él, percibe que su tinto de verano se parece demasiado a un doble de cerveza. Se lo hace saber al no tan avispado camarero y éste enmenda su error.
Podría seguir con la historia de desventuras y cosas raras que pasaron, pero es más de lo mismo. Esto no es una crítica para el camarero, que también, pero más que nada lo es para el que tiene contratado a un sólo camarero teniendo el loca y su respectiva terraza de no tan verano. Es domingo y muchos de los sitios cercanos están cerrados, hombre, ¿qué te costará tener a otra persona unas horas?
Ah, de tapa nos cascaron unas patatillas fritas. Pagamos menos de 9 euros por dos tercios y un zumo.

¡Rápido! Un sitio para tomar unas cañas no muy lejos del metro que hemos quedado en media hora. El Irlandés tiene la música a tope. venga, éste está vacío, vamos aquí.
Pedimos dos dobles, los acompañan una buena tapa de alitas de pollo y patatas fritas (no las mejores ni las más frescas pero con un toque a ajito muy bueno).
Al final nos asentamos, viene el resto de gente, pedimos más cañas, esta vez un pinchito de tortilla con salsa brava bastante bueno.
Y así pasó la tarde, cuando nos quisímos dar cuenta el bar estaba lleno, lleno de ser un incordio ir al baño o a pedir. Ojo, que cuando se empezó a llenar nuestras tapas dejaron de llegar.
Yo me había quedado en el bar anterior, y ahora este debe ser uno de los nuevos sitios de moda de la zona.
Cañas 1,4 € dobles 2,65 €.

We wanted to grab a snack before having to get all aboard the train to Lisboa and Vitaca was right around the corner from where we were staying. I went with a cerveza and the Patatas Bravas. My husband got a bocadillo,
The patatas were crispy on the outside and soft & creamy in the middle. The sauce on top mixed well with the — what I believe to be — mayo on the bottom of the plate. I ate every last morsel. These hit the spot and would definitely help tide me over on the overnight train.
It was a cute little tapas bar in the Chueca neighborhood. Decent amount of room inside & a few tables out front. They appeared to even have a walk up takeout window for those on the go.

Este nuevo negocio colisiona con el cariño que le tenía al antiguo que ocupaba el mismo local. El Sagara, el bar de los metros, el cutre bar más chachi de la plaza de Tribunal con su camarero rumano y esos sofás desconchados ha sido usurpado por este cool bar de vinos-​tapas-​cañas que en sus primeras silabas bautiza el negocio como VITACA. Nombre ya de por sí, no demasiado original.
He estado en un par de ocasiones cuando el Madriz Madriz ha estado hasta la bandera en estas que todos conocemos que nos toca esperar a los rezagados. Y lo cierto es que la vinateria funciona bien, esta muy lustrosa y coquetamente decorada ladrillo, visto, tonos rojos. Bueno aquel que vaya que se fije en esos detalles que precise mi ceguera.
El trato está entre ágil y no tanto, las cañas son tamaño y precio habitual pero te agasajan con tapas bastante ricas. Según lo que tengan. En la primera ronda del otro día cayeron sendos huevos fritos y en la siguiente unas patatas ali olis muy ricas. Y esto, pese al grado nulo de dificultad de la receta, es noticia. En más de un bar cuyo nombre no daré ponen algún ejemplo de esta tapa cuyo mejunje tuberculoso es inefable tanto por sabor, textura y composición del ajo, mayonesa y perejil altamente tóxicos para el aliento, el estomago y la salud en general. En este, el ali oli es suave, la patata está bien cocida.
Mesas altas, barras en las paredes que le hacen ganar espacio a los sofas anteriores. El ambiente, universitario pijin. Antes reunía a los crapulas de la zona mi adorado Sagara y este busca atraer a los ICADES de chamberí. Es lo que hay. Los tiempos cambian. Útil para una espera. Para empezar a mover la mandibula mientras haces tiempo.
Tienen dos teles que nos castigan con los 40 criminales atronadoramente.

Este bar fue abierto recientemente en la plaza Barceló, Tribunal.
He ido varias veces que debo reconocer que el encargado es muy amable, una de esas personas a las que les gusta su trabajo. Son rápidos, tienen buenos precios y todo lo que he tomado estaba siempre muy bueno. Tanto el tomate aliñado (estilo «andalú»), como las bravas, las mini-​hamburguesas, las milanesas… están muy ricas. Además, siempre tienen un plato del día para completar la carta.
El bar no es demasiado grande, tiene mesas altas con taburetes que quizás no sea lo más cómodo pero está todo nuevito por la reciente apertura.