Whitby

Aterricé por casualidad y el resultado fue muy satisfactorio. Un menú decente, un servicio impecable y agradable para una comida de negocios, que era el objetivo.
Volveré

Great place to have a nice meal with friends. All of the main dishes are meant to be shared, making it fun to try out different things. Also, a special thanks to the waiter who, after finding out that my nephew is celiac and that the tuna tataki was not gluten free (soy sauce contains gluten), brought a separate plate just for him. Outstanding! At 1 AM the place was packed and fun.

Been here several times, the food is good, and also the atmosphere, but today I’m really disappointed! I had breakfast here, ordered Croque Monsieur, and we were waiting for more than half hour, finally I decided to ask the waiter where the hell my food was? And we were waiting for another 15 minutes, the food was still not out y et. And I asked again, and the waiter said it will come out in 1 minute. And when the food came, it’s cold! The French fries was already hard. It was like it has been sitting there in the kitchen for a while! And when I asked for ketchup, it never came! Sooooooooo disappointed! What a shame!

Fui para tapas y bebidas con algunos amigos. Me encanta el décor de madera y el ambiante hipster. También me gusta que tengan algunas cervezas diferentes en barril. Lo que no me gustó fue que nos cargaron casi 20% por sentarnos en la terraza! Entiendo que muchos sitios cargan por la terraza, pero 20%?! Eso, para mí, es demasiado.

La decoration es muy chula, una esquina entera de la calle con dos plantas y el rollito este que está de moda de materiales base, mucha iluminación natural y una excelente ubicación.
Al entrar vimos un ambiente muy bueno de «after work» mucha gente tomando algo, nos toco mesa arriba (recomendable si vais en grupo para poder hablar mejor ya que abajo igual hay más jaleo) el sitio está muy bien para grupos, teníamos una esa para diez con sitio de sobra.
La carta cuenta con una variedad de tapas bastante amplia, desde ceviche y guacamole hasta foie y salmorejo; pedimos varios platos para probar y todo esta absolutamente bueno, si tuviera que decir los favoritos: salmorerjo, ceviche, y el chuletón. Otro punto bueno es la cerveza brabante ;)
El servicio ha sido estupendo, muy amables y súper rápido sacando platos, el precio estuvimos entre 29 – 30 eur por persona más que bien servidos y bebidos. En resumen un sitio estupendo y un gran descubrimiento.
No le doy 5 estrellas más por tema propio de la rotación de mesas y tiempo «por reserva» entiendo que es mejor llenar dos veces la mesa pero debería haber una opción de poder quedarse por que la verdad estábamos muy agusto.

Comida en WHITBY, en la parte alta de la calle Almagro, local bonito, un esquinazo de dos plantas, con una decoración muy cuidada en plan rústico-​industrial. En la planta baja una gran barra, sofás y mesas bajas donde se pueden tomar pinchos o hacer «afterwork». En la planta alta, abierta sobre la inferior, está el restaurante propiamente dicho. Carta no muy extensa, de corte mediterráneo con platos que invitan a compartir y así lo hicimos. 2 personas, tomamos croquetas de jamón, buen sabor pero un poco apelmazadas, a mí personalmente me gustan con el interior más líquido; unos huevos rotos con parmesano, ibérico y trufa, plato fallido por culpa de las patatas que estaban un tanto revenidas; y por último un risotto de rabo de toro, servido en una cazuelita con tapa que estaba francamente bueno, lo mejor de la comida. Para beber un Melquior Crianza servido bien de temperatura, aunque en unas copas mejorables. Servicio atento. Manteles individuales y servilletas de papel. Restaurante lleno a pesar de ser un día entre semana, ambiente un poco pijo con muchos encorbatados de mediana edad de oficinas de la zona. Sin postre, pero con un café y una infusión pagamos casi 60 euros. Relación calidad-​precio regulera. En conclusión, un sitio modernillo y bien decorado, en la onda de Casa Mono, La Mucca y similares, con una cocina que cubre el expediente pero poco más.

I came here to meet some colleagues for a couple of drinks after a conference in Madrid. I really liked the vibe. The layout is 2 floors — bar and some tables on the first floor and more dining upstairs. Since we were just there for drinks we hung out right at the bar.
I had a couple of glasses of a house red wine recommended by the bartender, snacked on some bar snacks, enjoyed conversation, and took in the scene. Overall a very nice experience.
Would be great to come back to try the menu — I’m curious how their food is given the nice vibe of the bar scene. Perhaps next time I’m in Madrid I’ll stop by again!

Me encanta este local. Suelo ir a tomar algo despues de trabajar por el buen ambiente que hay (y lo bien situado que está). Es perfecto para cenar algo si se alargan las cañas y si sabes pedir, el precio es moderado. Aunque la calidad de la comida tiene altibajos, he cenado tanto genial como de forma mediocre.
La decoración es genial, moderna y muy agradable.

El sitio es muy agradable, sobre todo en el piso de arriba y junto a la ventana. Si no pides lo más caro de la carta y no se te va la mano con las cañas, sale económico (pero mirad los precios porque hay raciones de 15 euros como el tartar, el ceviche y el jarrete de cordero, que no merecen la pena porque la cocina no es excelente). El ambiente es pijillo-​casual y relajado.
Sobre la comida, me hizo ilusión que tuviesen hummus, pero me desencantó cuando lo probé. Las croquetas y la tosta de buey estaban más logradas.
Aunque la comida no es lo mejor del lugar, merece la pena por el ambiente.

Lo mejor de Whitby no es su decoración, muy luminosa y moderna, ni su carta llena de pinchos deliciosos y baratos, raciones apetecibles (como los espectaculares huevos estrellados con chopitos) y ensaladas. Lo mejor es su ambiente, lleno de gente joven que a la salida del trabajo llena el local de risas y buen rollo.
Uno de esos sitios donde apetece tomarse una copa, picar algo y estar de risas con los amigos.
Lleva abierto poco tiempo, pero ha triunfado. Y es que lo bueno, siempre triunfa.

Es un ejemplo claro de cocina clásica en una decoración moderna, como si quisieran demostrar que compartir una ración con un colega en una de sus mesas es algo super cool, como si no fuera eso lo que llevamos haciendo desde siempre.
Pero hay radica su encanto, en el de disfrutar de una cocina de taberna de toda la vida con una decoración moderna, y no esas horribles barras de aluminio que si les da el sol te dejan ciego.
Por el tipo de local, pegaría mas una cocina creativa (bueno que también la tiene en parte), con propuestas nuevas, pero que se le va a hacer, si solo les falta servir bocadillos de calamares.

Es un local nuevo y moderno situado en la esquina que comparten las calles Almagro y Zurbano. Aprovecha el bonito juego que el edificio que le da lugar casi efectúa como el Flatiron de Nueva York, que se expande vistosamente desde la misma puerta del establecimiento en dirección a la calle Génova.
El Whitby es por tanto un lugar con una luz muy especial, ya que aprovecha ambos lados de su emplazamiento para iluminar un salón con mesas altas, ideales para pedir platos y luego compartirlos como buenos hermanos. La zona es noble, así que los precios de algunos de sus platos (otros son como los de una taberna cualquiera) no son particularmente baratos. Si queréis cenar en las noches de fin de semana reservad, chavalotes. El sitio también vale para tomarse unas copas.